- ¿Eres Weiwei?
- ¿Jingyi?
-¡Oh, Weiwei, vecina! ¡Vaya sorpresa encontrarme contigo! Hace mucho tiempo que no nos vemos, y nos encontramos en un país extranjero. ¡Esto sin duda es el arreglo del Señor!
- ¡Sí, sin duda! ¡Gracias al Señor!
…
Una vieja conocida de casa trae fantásticas nuevas
Me llamo Weiwei y a finales del 2016 me vine sola al extranjero – América – a trabajar. Soy cristiana, de modo que la iglesia se convirtió en el único sitio donde podía sentirme en casa. Sin embargo, me desilusionó ver que los sermomes del pastor sólo trataban o bien de teoría teológica o de saciarse con comida, bebida y diversión; incluso establecía una cantidad concreta para que se la donáramos. Era como si no se le ofreciese nada a mi vida, y sentí un gran desprecio por aquellas tácticas, de modo que con el tiempo acabé yendo cada vez menos a la iglesia. Después de toparme por casualidad con Jingyi, me enteré de que la hermana Jiang Ling de nuestro pueblo natal también estaba viviendo en nuestra misma ciudad, y que su casa se había convertido en un lugar de reunión. Me alegró mucho oír aquello, así que de ahí en adelante acudí con Jingyi a las reuniones en casa de Jiang Ling.
En una de aquellas reuniones Jiang Ling me dijo seriamente: “¿Sabías, Weiwei, que Jesucristo se ha hecho carne y ya ha regresado, y que está proclamando Su palabra y llevando a cabo Su obra del juicio empezando por la familia de Dios?”
Me desconcertaron las palabras de Jiang Ling, y contesté: “¿El Señor se ha hecho carne y ha regresado? ¡No puede ser! La Biblia profetiza con claridad la vuelta del Señor: ‘que les dijeron: Varones galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, vendrá de la misma manera, tal como le habéis visto ir al cielo’ (Hechos 1:11). Después de que Jesucristo resucitara, Su cuerpo Espíritu trascendente partió sobre una nube blanca. De modo que cuando regrese el Señor en los últimos días, sin duda vendrá con Su cuerpo espiritual. ¿Cómo va el Señor a volver a hacerse carne?”
Jingyi dijo sonriendo: “Weiwei, permíteme que te lea unas palabras de Dios. Dios dice: ‘¡Haced a un lado vuestras opiniones de lo que es “imposible”! Cuanto más crea la gente que algo es imposible, es más factible que ocurra, porque la sabiduría de Dios se eleva más alto que los cielos, los pensamientos de Dios son más altos que los pensamientos del hombre, y la obra de Dios trasciende los límites del pensamiento y la noción del hombre. Cuanto más imposible sea algo, más se debe buscar la verdad; cuanto más allá de la noción y la imaginación del hombre esté algo, más contiene la voluntad de Dios’. Dios es tan sabio y poderoso, y Su pensamiento siempre va más allá que el pensamiento humano. Satanás nos ha corrompido y lo que pensamos de Dios se ha llenado de ideas preconcebidas. También carecemos de la facultad de penetrar directamente en el mundo espiritual, de modo que, ¿cómo vamos a poder delimitar las acciones de Dios a esto o a lo otro? Además, las profecías de la Biblia contienen la sabiduría y los misterios de Dios, no pueden ser tan simples como imaginamos, y mucho menos van a cumplirse en el sentido literal de la palabra. Por ejemplo, hay muchas profecías en el Antiguo Testamento que hacen referencia a la vuelta del Mesías. La imaginación de la gente se descontrola cuando leen estas palabras: ‘Porque un niño nos ha nacido, un hijo nos ha sido dado, y la soberanía reposará sobre sus hombros; y se llamará su nombre Admirable Consejero, Dios Poderoso, Padre Eterno, Príncipe de Paz. El aumento de su soberanía y de la paz no tendrán fin sobre el trono de David y sobre su reino, para afianzarlo y sostenerlo con el derecho y la justicia desde entonces y para siempre. El celo del Señor de los ejércitos hará esto’ (Isaías 9:6-7). Al leer esto, creían que el Mesías que vendría a dar fuerza sería el Hijo del Padre celestial, que tendría que nacer en un palacio y que sería trascendente, extraordinario e impresionantemente brillante, e imaginaban que acabaría en desacuerdo con los hechos. Jesucristo nació en un pesebre, en un cuerpo normal y corriente, por ello la gente de aquellos tiempos no sólo no Lo aceptaron, sino que también Lo condenaron y rechazaron y Lo crucificaron y acabaron padeciendo el dolor del sometimiento nacional. ¿Acaso no sirve esto como lección del fracaso de la fe que surge por interpretar la Biblia de forma literal? ¿Un conocimiento tan limitado como el que tenemos actualmente pueden ser los hechos reales de la obra del Señor cuando regrese? En consecuencia, no podemos delimitar la obra de Dios según nuestras nociones, sino que sólo investigando con un corazón que busca, Dios nos iluminará para que entendamos el verdadero significado de las Escrituras”.
¿Vaticina la Biblia que el Señor se encarnará cuando regrese?
Tras escuchar a Jingyi, pensé que lo que decía tenía sentido. La llegada del Señor es algo grande, y tenemos que investigarlo concienzudamente. Dije: “Entonces, ¿hay algún fundamento en la Biblia para lo que dices con respecto a la encarnación, del Señor cuando regrese?”
Sonriendo Jiang Ling contestó: “Hay muchos versículos en las Escrituras que vaticinan que el Señor vendrá con forma de la encarnación como por ejemplo: ‘Vosotros también estad preparados, porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que no esperéis’ (Lucas 12:40). ‘Porque como el relámpago al fulgurar resplandece desde un extremo del cielo hasta el otro extremo del cielo, así será el Hijo del Hombre en su día. Pero primero es necesario que El padezca mucho y sea rechazado por esta generación’ (Lucas 17:24-25). ‘Pero a medianoche se oyó un clamor: “¡Aquí está el novio! Salid a recibirlo.”’ (Mateo 25:6) etc. El ‘Hijo del Hombre’ y el “novio” de los que se habla en estos textos se refieren a Dios encarnado. El ‘Hijo del Hombre’ hace referencia a un hombre nacido de hombre y que tiene una humanidad normal. Si se refiriera al ‘Espíritu’, entonces no diría el ‘Hijo del hombre’. Por ejemplo, Jehová es el Espíritu, y por eso no puede llamársele el ‘Hijo del Hombre’. Los ángeles son seres espirituales, y por eso no puede llamárseles el ‘Hijo del Hombre’. Todo lo que tenga imagen del hombre, y aun así es un ser espiritual, no puede ser llamado ‘Hijo del Hombre’. Llamamos al Señor Jesús Hijo del Hombre y Cristo porque es la encarnación del Espíritu de Dios, y se hizo un hombre normal, común que vivió entre los hombres. Precisamente como Dios en carne era tan normal, la gente no creía que Jesucristo fuese Dios, y decían de Él que sólo era el hijo de un carpintero. Y así, Lo ridiculizaron y calumniaron, y acabaron crucificándolo. Por lo tanto, la ‘llegada del Hijo del Hombre’ y ‘el Hijo del Hombre vendrá’ del que habló Jesucristo, significa que el Señor vendrá en la carne cuando regrese en los últimos días. Si un Espíritu trascendente descendiera sobre una nube blanca, entonces todo el mundo se postraría para adorarle, porque ¿quién osaría desafiarle o condenarle? La profecía del Señor: ‘Pero primero es necesario que El padezca mucho y sea rechazado por esta generación.’ (Lucas 17:25), no podría entonces cumplirse.
¿Por qué el Señor se hará carne cuando regrese?
Mientras escuchaba hablar a Jiang Ling, leí estos versículos de las Escrituras, y mi corazón estaba de acuerdo con sus puntos de vista. Pero cuando pensé que Dios sufriría muchas cosas cuando realizara Su obra haciéndose carne, me sentí bastante desconcertada: “¿Por qué Dios no obraría por medio del Espíritu en los últimos días? ¿No hizo Jehová Dios Su obra por medio del Espíritu?” Así que hablé sobre la confusión. Jiang Ling dijo entonces: “De hecho, no importa de qué manera Dios realice Su obra, se hace de acuerdo con nuestra necesidad. En los últimos días, Dios se hace carne para expresar Sus palabras, para hacer Su obra de juicio comenzando en la familia de Dios, para revelar la corrupción y la rebeldía del hombre con Sus palabras, para juzgar la naturaleza satánica del hombre que desafía a Dios, y finalmente Él purificará al hombre, salvará al hombre y perfeccionará al hombre. Si obra por medio del Espíritu, pero no en la carne, este resultado no sería posible lograrlo. Vamos a leer un pasaje de las palabras de Dios”.
Cogí el libro de la palabras de Dios , que Jiang Ling me pasó, y leí con seriedad: “ La salvacióm del hombre por parte de Dios no tiene lugar directamente a través de los medios del Espíritu o como el Espíritu, porque el hombre no puede tocar ni ver Su Espíritu, ni tampoco acercarse a Él. Si Él tratara de salvar al hombre directamente en la manera del Espíritu, el hombre sería incapaz de recibir Su salvación. Y de no ser porque Dios asumió la forma exterior de un hombre creado, sería incapaz de recibir esta salvación. Porque el hombre no puede acercarse a Él en absoluto, como nadie podría ir cerca de la nube de Jehová. Sólo volviéndose un hombre de la creación, esto es, poniendo Su verbo en la carne en la que se haría, puede obrar personalmente el verbo en todos los que le siguen. Sólo entonces puede el hombre oír por sí mismo Su verbo, verlo, recibirlo, y sólo a través de esto ser totalmente salvo. Si Dios no se hubiera hecho carne, ningún hombre de carne recibiría una salvación tan grande ni se salvaría un solo hombre. Si el Espíritu de Dios obrara directamente entre el hombre, sería herido de muerte o Satanás lo llevaría cautivo, porque el hombre es incapaz de relacionarse con Dios”. “Satanás ha corrompido al hombre y este es la más elevada de todas las criaturas de Dios, así que el hombre necesita la salvación de Dios. El objeto de la salvación de Dios es el hombre, no Satanás, y lo que será salvado es la carne del hombre y el alma del hombre, no el diablo. Satanás es el objeto de la aniquilación de Dios, el hombre es el objeto de la salvación de Dios y Satanás ha corrompido la carne del hombre por lo que lo primero que debe ser salvado es la carne del hombre. La carne del hombre ha sido profundamente corrompida y se ha convertido en algo que se opone a Dios, que incluso abiertamente se opone y niega la existencia de Dios. Esta carne corrupta es simplemente demasiado indisciplinada y no hay nada más difícil con lo cual tratar o cambiar que el carácter corrupto de la carne. Satanás viene a la carne del hombre para provocar disturbios y usa la carne del hombre para perturbar la obra de Dios y perjudicar el plan de Dios y de esta manera el hombre se ha vuelto Satanás y el enemigo de Dios. Para que el hombre sea salvado primero debe ser conquistado. Es por esto por lo que Dios acepta el reto y viene a la carne para hacer la obra que tiene la intención de hacer y librar la batalla contra Satanás. Su meta es la salvación de la humanidad que se ha corrompido y la derrota y aniquilación de Satanás que se rebela contra Él. Derrota a Satanás por medio de Su obra de conquistar al hombre y de manera simultánea salva a la humanidad corrupta. Así, Dios resuelve dos problemas de una vez”.
Jiang Ling comunicó: “Somos capaces de entender a través de la palabra de Dios que la razón de por qué Dios se hace carne, se debe por completo a nuestras necesidades de la humanidad corrupta, y porque, aunque hayamos sido redimidos por Jesucristo y nuestros pecados hayan sido perdonados, nuestra naturaleza pecaminosa persiste y sigue anclada en nosotros, y simplemente no contamos con la fuerza para vencer el pecado y liberarnos de nuestra carne. Satanás ha corrompido nuestra carne, la usa para alterar y destruir la obra de Dios; y así también nosotros nos volvemos Satanás y, por ende, enemigos de Dios. Si Dios viniese a obrar directamente a través del Espíritu, nos aniquilaría a todos por inmundos y corruptos; nadie sobreviviría, y mucho menos obtendría la salvación. Tal como dice el Antiguo Testamento, cuando David guió a los israelitas de Baal de Judea y trajo de vuelta el Arca de la Alianza de Dios, al perder un buey el equilibrio, Uzza tropezó y extendió una mano y tocó el Arca, y el Espíritu de Dios lo fulminó. “El Arca de la Alianza” representaba en aquellos tiempos a Dios; Dios es santo, así que ¿cómo iba una sucia mano humana tocar el Arca? Aunque Uzza tenía buen corazón, ofendió a Dios y fue fulminado por ello. Mientras que el Nuevo Testamento dice que una mujer casada pero promiscua fue obligada a presentarse ante el Señor. Pero entonces, el Señor no sólo no la condenó por sus pecados, sino que se los perdonó, y le dijo a la mujer que se confesara y arrepintiera, y que no volviese a pecar. Estos dos ejemplos nos muestran que durante la Era de la Ley, Dios obró desde el Espíritu, y el Espíritu no iba a permitir que existiese una humanidad inmunda, ni iba a permitir que el hombre lo ofendiera – cualquier ofensa implicaba la muerte. Sin embargo, en la Era de la Gracia, Dios obró de forma distinta, en la carne. Era capaz de acercarse a la gente de manera diferente, dependiendo de sus circunstancias y el contexto real de su situación. Es decir, Dios encarnado era capaz de mostrar comprensión por las debilidades humanas, de modo que les ofrecía la oportunidad de arrepentirse. Por lo tanto, la obra de Dios encarnado es mucho más beneficiosa para la humanidad corrupta que la obra directa del Espíritu de Dios. Del mismo modo, nuestros pecados de hoy en día han sobrepasado hace mucho los de aquellas gentes de la Era de las Ley, y han sobrepasado los de las gentes de Sodoma; la promiscuidad, maldad y rebelión en contra de Dios han alcanzado en su totalidad el máximo. Tomémosnos, por ejemplo, a nosotros, los hermanos y hermanas en el Señor: aunque hayamos sido redimidos por Jesucristo, debido a que nuestras naturalezas pecaminosas siguen enraizadas en nosotros, seguimos viviendo vidas en las que pecamos de día y confesamos de noche. Algunas personas parecen humildes y pacientes por fuera, cuando en realidad intrigan y traman los unos contra los otros, provocan disputas de celos e intentan burlarse y engañarse entre sí. Hay muchos hermanos y hermanas negativos y débiles, y su fe y compasión se ven debilitadas poco a poco. Piénsalo: al estar así de corrompidos, si Dios usase Su Espíritu para llevar a cabo Su obra directamente de juicio y purificación en los últimos días, ¿no nos hubiese destruido hace muchísimo tiempo? Consecuentemente, Dios se ha hecho carne una vez más para obrar entre nosotros según las necesidades de la humanidad corrupta, según el grado que el hombre ha sido corrompido por Satanás. Porque sólo haciéndose Dios carne para llevar a cabo Su obra, puede Él mostrar cierta comprensión por nuestras debilidades, concedernos una posibilidad de arrepentimiento y capacitarnos para ser completamente salvados”.
Oír a Jiang Ling hablarnos así, me conmovió – todas las obras que Dios lleva a cabo contienen Su amor. Dije: “Ahora entiendo que los beneficios para la humanidad de que Dios se hace carne para realizar Su obra, son sin duda mucho mayores que si Él obrara como Espíritu. No queremos ser fulminados por el Espíritu de Dios por lo corruptos que somos”.
Y entonces Jingyi le dijo llena de felicidad a Jiang Ling: “¡Weiwei lo ha entendido! ¡Gracias a Dios!”
Otro significado para la encarnación
Toda feliz Jiang Ling asintió: “Es verdad. Weiwei, ahí tienes otro significado para la encarnación de Dios. Leamos otro pasaje de la palabra de Dios”.
Y leí: “[...] el carácter corrupto, la rebelión y la resistencia del hombre se ven expuestos cuando él ve a Cristo, y la rebelión y la resistencia expuestas en dicha ocasión son más absolutas y completas que en cualquier otra situación. Es porque Cristo es el Hijo del Hombre y posee una humanidad normal que el hombre no lo honra ni respeta. Es porque Dios vive en la carne que la rebelión del hombre ha sido minuciosa y vívidamente traída a la luz. Por eso digo que la venida de Cristo ha desenterrado toda la rebelión de la humanidad y ha puesto claramente de relieve la naturaleza de la humanidad. A esto se le llama: ‘bajar del monte al tigre con artimaña’ y ‘sacar de la cueva al lobo con artimaña’”.
Me puse a pensar en ello y susurré: “‘bajar del monte al tigre con artimaña’ y ‘sacar de la cueva al lobo con artimaña’” Jiang Ling se rió: “¡Estas palabras nos dan una imagen muy vívida! Dios ha bajado al mundo con cuerpo normal, y como no lo conocemos, tenemos muchas nociones al respecto, incluidos la rebeldía y el desafío. Si Dios viniese en los últimos días a través del Espíritu para llevar a cabo Su obra de acabar con esta Era, todos se postrarían de rodillas ante Él, porque ¿quién osa rebelarse contra Él o desafiarle? ¿Cómo se distinguiría el bien del mal? Por lo tanto, si Dios usase Su Espíritu para esta obra, las nociones de la gente, la rebeldía y el desafío no serían expuestos. Tan sólo con la llegada de Dios a la tierra, con cuerpo humano normal y corriente, mostrando las nociones interiores del hombre, la rebeldía y el desafío y así juzgando y castigando al hombre, puede Él convencer con la palabra y de corazón a la gente. Aquellos que le obedezcan y lo acepten, serán salvados, y aquellos que se rebelen contra Él y lo desafíen serán castigados. Sólo porque Dios encarnado es normal y real y no concuerda con las nociones de las personas, puede mostrarse la rebeldía y el desafío de la gente de forma más completa y concienzuda, así, Él se apodera de los hechos, finalmente logra Su objetivo de separar a cada uno de ellos y de recompensar el bien y castigar el mal. Por lo tanto, podemos ver que esto es la sabiduría de la obra de Dios y Su justicia. Solo Dios se hace carne para realizar personalmente Su obra, Él puede exponer a las personas de manera más completa, y lograr Su objetivo de la conquista del hombre. La obra de Dios encarnado es más beneficiosa para la obra de juicio en los últimos días que la obra del Espíritu”.
Y fue entonces que se me abrieron los ojos y el corazón, y riéndome exclamé: “¡Ahora lo entiendo! Dios se hace carne para llevar a cabo Su obra por nuestras necesidades de humanidad corrupta, y sólo al hacerse Dios carne puede dejar al descubierto la rebeldía y el desafío del hombre, y así lograr Su objetivo, que es premiar a los buenos y castigar a los malos. Gracias a Dios – Estas palabras son un misterio que sólo Dios puede revelar. ¡Ahora estoy convencida de que Dios ha regresado! Vaya, que Dios ha vuelto es algo tan grande, y yo ni siquiera estaba enterada. Mi creencia en Dios es tan obtusa...”
Jiang Ling dijo: “Gracias a Dios, aún no es demasiado tarde para aceptar Su obra”.
Yo asentí feliz.
Transcurrido algún tiempo, yendo a reuniones y mirando películas sobre el Evangelio, me convencí del todo con respecto a la obra de Dios en los últimos días. Di la bienvenida a la aparición del Señor y mi corazón se llenó de alegría. En la Iglesia de Dios Todopoderoso, los hermanos y hermanas buscan la verdad y viven según las palabras de Dios, y es en esta gran familia donde llegué a percibir el amor de Dios y el calor de pertenecer a una familia. ¡Estoy tan agradecida!
por Weiwei, Estados Unidos
(Traducido del original en inglés al español por Eva Trillo)
Scripture quotations taken from LBLA. Copyright by The Lockman Foundation.