Seguir a Dios

El amor de Dios es la fortaleza de mi vida

Testimonio cristiano 2020 | Mi sueño de ser directora

2020-04-20 04:16:27 | Películas Cristianas

Testimonio cristiano 2020 | Mi sueño de ser directora

“Mi sueño de ser directora” es el verdadero testimonio de una cristiana que experimentó el juicio y castigo de Dios. A medida que la protagonista cumple con su deber en la iglesia, únicamente quiere llegar a ser directora y ganarse la admiración de los demás. Lo da todo con este objetivo, mientras soporta dificultades y paga un precio. Sin embargo, tras experimentar fracasos y contratiempos en dos ocasiones, solo a través del juicio y castigo de la palabra de Dios acaba comprendiendo que su motivación para cumplir con el deber era conseguir reputación, ganancia y estatus y, además, percibe claramente la esencia y el peligro último de perseguir estas cosas. A partir de entonces ya no se centra en su estatus mientras cumple con su deber, sino que busca la verdad de manera realista, liberándose gradualmente de la esclavitud y las limitaciones de la reputación y la ganancia. Al final experimenta sinceramente que el juicio y castigo de Dios son Su máxima demostración de amor y protección para la humanidad.

Fuente: Iglesia de Dios Todopoderoso


¿Cómo encontrar una iglesia que tenga la obra del Espíritu Santo?

2020-04-19 23:34:50 | Reflexiones Cristianas

Hoy, los últimos días, muchas iglesias han aparecido la desolación, no hay luz en los sermones de pastores, los predicadores son incapaces de practicar las palabras del Señor. Para sus propios intereses, frecuentemente tienen conflictos entre ellos, se envidian, se calumnian y se excluyen unos a otros. Los creyentes no pueden recibir verdadera provisión, su alma tiene mucha sed, su fe y su amor se enfrían generalmente. Muchos hermanos y hermanas que verdaderamente creen en el Señor no sienten Su presencia y dan cuenta de que ya han perdido la obra del Espíritu Santo y deberían buscar una iglesia que tenga la obra del Espíritu Santo, si no, serán eliminados por el Señor como las vírgenes insensatas cuando Él venga. Entonces, ¿cómo podemos encontrar una iglesia que haya la obra del Espíritu Santo? Y ¿cómo debemos buscar las huellas de Dios? En el programa de hoy vamos a explorar con usted la razón de la desolación de las iglesias y le llevamos a encontrar la iglesia que tenga la obra del Espíritu Santo para que pueda seguir las huellas del Cordero y disfrutar de la provisión del agua de vida. ¡Por favor, preste atención!

1 Vídeo de himnos de la palabra de Dios: Obedece la obra del Espíritu para seguir hasta el final
2 Escena de película evangélica: Analizamos el motivo de la desolación de las iglesias
3 Vídeo de himnos de la palabra de Dios: Nadie es consciente de la llegada de Dios
4 Escena de película evangélica: ¿Cómo buscar las huellas de la obra de Dios?
5 Vídeo de himnos de la palabra de Dios: Dios llega calladamente entre nosotros
6 Escena de película evangélica:La iglesia desolada ha renacido
7 Vídeo de himnos de la palabra de Dios: Dios ha traído su gloria al este
8 Vídeo de las palabras de Dios Todopoderoso: La aparición de Dios ha traído una nueva época


4 pasos para orar a Dios nos dicen cómo orar a Dios es compatible a Su voluntad

2020-04-18 19:59:06 | Reflexiones Cristianas

Cómo orar a Dios es un tema muy importante para todos los cristianos. La oración a menudo es ignorada por nosotros en nuestra vida diaria. Muchas veces, oramos ante Dios de manera superficial, simplemente pasando por las formalidades. Nunca hemos presentado nuestros corazones ante Dios para tener oraciones verdaderas, y simplemente nos apresuramos a ir ante Él para orar y admirarlo cuando nos encontramos con algunos problemas. Es por esa actitud que no sabemos cómo orar a Dios, incluso si hemos creído en Él por muchos años. Hoy, compartamos cómo orar a Dios juntos.

1. ¿como orar a dios correctamente?

Un día, un amigo mío vino a mi casa y se reunió conmigo. Al hablar sobre este tema, el sacó un libro y me leyó: "¿Qué significa orar realmente? Quiere decir hablar con Dios las palabras que están dentro de tu corazón y comunicarte con Dios después de que comprendiste Su voluntad, basándote en Sus palabras; quiere decir sentirte particularmente cerca de Dios, sentir que Él está enfrente de ti y que tú tienes algo que decirle; y quiere decir que está especialmente radiante dentro de tu corazón y sentir que Dios es especialmente precioso. Te vas a sentir especialmente constreñido y, después de escuchar tus palabras, tus hermanos y hermanas se van a sentir complacidos, van a sentir que las palabras que hablas son las palabras que están dentro de sus corazones, las palabras que quieren decir y que lo que tú dices representa lo que ellos quieren decir. Esto es lo que significa orar verdaderamente". De "Acerca de la práctica de la oración" Este párrafo de palabras me permitió entender: Una oración verdadera significa hablar nuestras sinceras palabras a Dios y abrir nuestros corazones para estar en comunión con Él acerca de nuestras dificultades, las cosas que enfrentamos y las preguntas que no entendemos. Al orar a Dios y acercarnos a Él, comprendemos su voluntad y encontramos las formas de practicar. Con una oración como esta, podemos tener una mente clara e iluminada bajo la guía de Dios, para que podamos ver la verdadera naturaleza de los problemas más a fondo. Mientras tanto, podemos sentir que Dios tiene razón a nuestro lado; nuestros corazones se sentirán particularmente cerca de Él y nuestra relación con Él se acerca gradualmente. Si siempre oramos a Dios de esta manera, nuestras oraciones estarán detrás de su corazón y seguramente serán respondidas.

2. ¿Cuál es el contenido de orar a Dios?

Más tarde nos comparamos sobre el contenido de las oraciones. Muchas veces nuestras oraciones ante Dios son secas y banales y no sabemos qué decir; solo expresamos todas las dificultades y preocupaciones en nuestra vida y trabajamos para Dios, sin preocuparnos si se ajusta a su voluntad o no, o si Él la escuchará, solo balbuceamos una y otra vez como recitando las Escrituras. Como resultado, no podemos obtener el trabajo del Espíritu Santo y nuestros problemas no pueden ser resueltos. ¿No es esto ignorante? En realidad, el Señor Jesús nos lo ha dicho hace mucho tiempo, "No os congojéis pues, diciendo: ¿Qué comeremos, ó qué beberemos, ó con qué nos cubriremos? Porque los Gentiles buscan todas estas cosas: que vuestro Padre celestial sabe que de todas estas cosas habéis menester. Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas" (Mateo 6:31-33). De este pasaje de las palabras de Dios, llegamos a entender: Orar no es buscar lo que comeremos, beberemos o vestiremos. Dios ha dispuesto concienzudamente estas necesidades materiales para nosotros desde que llegamos a este mundo, y no hay necesidad de que recemos por ellas. Esto es similar a un simple niño; ¿Necesita decirle a sus padres lo que comerá y pondrá todos los días? No. Todos los artículos necesarios de su vida han sido arreglados apropiadamente por sus padres. En muchos casos, le pedimos a Dios: "Señor, no tengo un buen trabajo, por favor dame uno", "Señor, estoy siendo muy presionado, por favor dame la oportunidad de ganar dinero", y así sucesivamente; ese tipo de oraciones no está en línea con la voluntad de Dios. Dios nos ha dicho cuál debería ser el contenido de las oraciones, "Debes orar, paso a paso, de acuerdo a tu verdadero estado y a aquello que será hecho por el Espíritu Santo, y debes hablar con Dios de acuerdo con la voluntad de Dios y Sus exigencias para el hombre… Cuando tengas esta carga, con toda seguridad Dios te perfeccionará; no sólo debes orar por tu bien sino también por el bien de llevar a cabo la voluntad de Dios y por el bien de amarlo a Él. Esa es la clase de oración más verdadera". ¿Son sus oraciones con el propósito de llevar a cabo la voluntad de Dios? Si oramos por nosotros mismos, por el bien de satisfacer nuestra propia carne y nuestros deseos

3. ¿Cuál es el significado de orar a Dios?

Con respecto a la importancia de la oración, después de nuestra confraternidad, entendimos: Sólo cuando comprendamos por qué oramos a Dios y la importancia de la oración, le daremos gran importancia a orar y orar con nuestros corazones. Solo cuando sepamos la importancia de lo que hagamos, muchos problemas podrán resolverse fácilmente. Entonces, después de todo, ¿cuál es el significado de la oración? Dios dice: "La oración es una de las formas en las que el hombre coopera con Dios, es un modo por medio del cual el hombre invoca a Dios y es el proceso por medio del cual el Espíritu de Dios toca al hombre. Se puede decir que los que están sin oración son muertos que no tienen espíritu, lo que prueba que les hacen falta las facultades para que Dios los toque. Sin la oración, no pueden alcanzar una vida espiritual normal, mucho menos pueden seguir la obra del Espíritu Santo; sin la oración, rompen su relación con Dios y no pueden recibir la aprobación de Dios. Siendo que eres alguien que cree en Dios, entre más ores, más te toca Dios. Esas personas tienen una mayor determinación y pueden recibir más la iluminación más reciente de Dios; como resultado, el Espíritu Santo puede perfeccionar sólo a personas como estas tan pronto como sea posible". De "Acerca de la práctica de la oración"

4. ¿Cómo entrar en una oración correcta?

Acabamos de decir que "¿Qué es la oración verdadera?". Entonces, ¿cómo entramos en la oración verdadera? Las palabras de Dios nos dicen la respuesta, "Mientras oras tu corazón debe estar en paz delante de Dios y debe ser sincero. Estás realmente teniendo comunión y orando con Dios; no debes engañar a Dios usando palabras que suenen bonito. La oración se centra alrededor de aquello que Dios quiere completar hoy. Pídele a Dios que te ilumine y te esclarezca más, y lleva tu estado real y tus problemas delante de Él para que ores y tomes la determinación ante Dios. Orar no es seguir un procedimiento sino buscar a Dios usando tu corazón sincero. Pide que Dios proteja tu corazón, capacitándolo para que con frecuencia esté en paz delante de Dios, capacitándote para que te conozcas y te desprecies y te abandones en el ambiente que Dios ha puesto para ti, permitiéndote así tener una relación normal con Dios y haciendo de ti alguien que verdaderamente ama a Dios". Estas palabras nos hacen comprender: Podemos entrar en la verdadera oración siempre que comprendamos estos tres aspectos: Primero, debemos estar callados delante de Dios, hablando desde el corazón; nunca debemos engañar a Dios con palabras de alabanza y nunca engañarlo con falsedades o palabras vacías. Segundo, debemos orar sobre las cosas reales y la situación arreglada por Dios. Por ejemplo, nuestra dificultad práctica es que no sabemos cómo practicar para ser una persona honesta, sin embargo, oramos para que Dios nos purifique porque todavía tenemos una disposición arrogante. Entonces esto será incorrecto si oramos así, demuestra que no poseemos el pensamiento de la gente normal. Tercero, orar no es pasar por el proceso, sino acercarse sinceramente a Dios para buscar la verdad relacionada y el camino de la práctica, a través del cual podemos obtener la obra del Espíritu Santo y tener un conocimiento más profundo de nuestra propia disposición corrupta y una mejor comprensión de la voluntad de Dios para salvar al hombre al poseer estos tres aspectos de la práctica, podemos entrar en la verdadera oración.

Nuestra reunión me ha permitido comprender los cuatro aspectos anteriores de la verdad con respecto a la práctica de la oración. Espero que te ayude. ¡Gracias al Señor! Al final, me gustaría compartir con ustedes el conocimiento general básico de la oración:

1.No digas a ciegas lo que venga a tu mente. En tu corazón debe haber una carga, es decir, debes tener un objetivo cuando ores.
2. Tus palabras deben contener las palabras de Dios; se deben basar en las palabras de Dios.
3. Al orar no puedes volver sobre lo ya dicho por otros; no debes traer a colación cosas obsoletas. Especialmente te debes entrenar en hablar las palabras actuales del Espíritu Santo; sólo entonces podrás hacer una conexión con Dios.
4. La oración de grupo se debe centrar alrededor de un núcleo, que debe ser la obra del Espíritu Santo hoy.
5. Todas las personas deben aprender cómo orar por los demás. En las palabras de Dios deben encontrar la porción por la que quieren orar, sobre la que tengan una carga y por la cual deban orar con frecuencia. Esta es una manifestación del cuidado que se tiene de la voluntad de Dios. 

1.No digas a ciegas lo que venga a tu mente. En tu corazón debe haber una carga, es decir, debes tener un objetivo cuando ores.
2. Tus palabras deben contener las palabras de Dios; se deben basar en las palabras de Dios.
3. Al orar no puedes volver sobre lo ya dicho por otros; no debes traer a colación cosas obsoletas. Especialmente te debes entrenar en hablar las palabras actuales del Espíritu Santo; sólo entonces podrás hacer una conexión con Dios.
4. La oración de grupo se debe centrar alrededor de un núcleo, que debe ser la obra del Espíritu Santo hoy.
5. Todas las personas deben aprender cómo orar por los demás. En las palabras de Dios deben encontrar la porción por la que quieren orar, sobre la que tengan una carga y por la cual deban orar con frecuencia. Esta es una manifestación del cuidado que se tiene de la voluntad de Dios.               

De "Acerca de la práctica de la oración"

 

 

 

Devocional cristiano de hoy: Catástrofes frecuentes:

2020-04-17 18:32:42 | Reflexiones Cristianas

 cómo ser vírgenes prudentes a la hora de recibir al Señor

El Señor Jesús dijo: “Y habréis de oír de guerras y rumores de guerras. ¡Cuidado! No os alarméis, porque es necesario que todo esto suceda; pero todavía no es el fin. Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino, y en diferentes lugares habrá hambre y terremotos. Pero todo esto es solo el comienzo de dolores” (Mateo 24:6-8). Un creciente número de catástrofes está teniendo lugar actualmente en todo el mundo: el coronavirus en Wuhan, las langostas en África, los incendios forestales en Australia y otros desastres han eclosionado uno tras otro. También han aparecido las cuatro lunas de sangre. Las profecías de la venida del Señor se han cumplido en lo fundamental; el Señor ya tiene que haber regresado. A muchos creyentes en el Señor les preocupa la siguiente cuestión: ¿Cómo podemos convertirnos en vírgenes prudentes a la hora de recibir el regreso del Señor? El Señor Jesús dijo una vez: “Entonces el reino de los cielos será semejante a diez vírgenes que tomando sus lámparas, salieron a recibir al novio. Y cinco de ellas eran insensatas, y cinco prudentes. Porque las insensatas, al tomar sus lámparas, no tomaron aceite consigo, pero las prudentes tomaron aceite en frascos junto con sus lámparas” (Mateo 25:1-4). Vemos en las Escrituras que las vírgenes prudentes prepararon aceite para sus lámparas y esperaron con veneración la venida del Señor. Al final pudieron recibirlo y asistir al banquete del reino de los cielos. Por eso muchos hermanos y hermanas creen que, siempre que lean sistemáticamente las escrituras, asistan a reuniones, asuman de manera diligente el trabajo para el Señor y aguarden con veneración, habrán preparado el aceite, serán vírgenes prudentes y el Señor los ascenderá al reino de los cielos cuando venga. Sin embargo, esta ha sido nuestra práctica durante muchos años y ahora han llegado todo tipo de catástrofes, pero aún tenemos que recibir al Señor. Esto no nos deja más opción que reflexionar para preguntarnos: ¿Trabajar para el Señor de manera tan diligente significa ser una auténtica virgen prudente? ¿Podremos recibir al Señor y ser ascendidos antes de la tribulación?

ser vírgenes prudentes a la hora de recibir al Señor

 

Leyendo las Escrituras, orando y trabajando de manera diligente para el Señor, ¿nos convertimos en vírgenes prudentes?

Recordemos a los escribas, los sumos sacerdotes y los fariseos. Todos ellos eran muy eruditos de las Escrituras y sus familias habían servido a Dios durante generaciones. Obedecían estrictamente la ley, cumplían los mandamientos, trabajaban de manera diligente e incluso viajaban por todo el mundo para difundir el evangelio de Dios. Puede decirse que trabajaron mucho, soportaron no pocos sufrimientos y aguardaron con veneración la llegada del Mesías. Según nuestras nociones y fantasías, ellos deberían haber sido las vírgenes prudentes que prepararan el aceite; deberían haber sido más aptos que nadie para recibir al Señor y obtener Su salvación y Su gracia. Sin embargo, ¿cuál fue la realidad? Cuando el Señor Jesús se hizo carne para venir a realizar Su obra, estas personas no solo no lo reconocieron, sino que hasta creyeron, en función de sus nociones y fantasías, que “quien no se llame ‘Mesías’ no es Dios”. Oían de forma nítida que las palabras del Señor tenían autoridad y poder, pero, basándose en sus nociones y fantasías, condenaban la obra y las palabras del Señor Jesús porque se desviaban de las Escrituras. Con esta justificación negaban que el Señor fuera Dios mismo y también se valían de esto para juzgar al Señor Jesús y blasfemar contra Él. No tenían ni un ápice de veneración hacia Dios en su corazón; no entendieron ni buscaron ni investigaron esto. Incluso colaboraron con el Gobierno romano para crucificar al Señor Jesús y acabaron castigados por Dios. Así pues, ¿puede afirmarse que los fariseos fueron vírgenes prudentes? Solo se preocupaban de afanarse por trabajar y de respetar las leyes del Antiguo Testamento, pero no tenían el menor conocimiento de Dios; eran incapaces de oír la voz de Dios. Se les podría denominar las vírgenes más insensatas. Entonces, ¿qué es realmente una virgen prudente? Sigue leyendo para saber más.

¿Qué es una virgen prudente?

El Señor Jesús dijo una vez: “Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco y me siguen” (Juan 10:27). “Pero a medianoche se oyó un clamor: ‘¡Aquí está el novio! Salid a recibirlo.’” (Mateo 25:6). En las Escrituras vemos que las vírgenes prudentes son capaces de recibir al novio, principalmente, porque dan gran importancia a escuchar la voz de Dios. Cuando oyen clamar que viene el novio, las vírgenes prudentes toman la iniciativa de salir a recibirlo, buscan e investigan. Al final oyen la voz de Dios en las palabras de Dios, por lo que reciben al Señor. Es igual que cuando la mujer samaritana, como consta en las Escrituras, oyó decir al Señor Jesús: “Porque cinco maridos has tenido, y el que ahora tienes no es tu marido; en eso has dicho la verdad” (Juan 4:18). Se dio cuenta entonces de que solo Dios podía conocer y hablar de lo que había en su corazón. Atónita, gritó a quienes estaban allí: “Venid, ved a un hombre que me ha dicho todo lo que yo he hecho. ¿No será este el Cristo?” (Juan 4:29). Reconoció a partir de Sus palabras que el Señor Jesús era el Mesías cuya venida habían profetizado. Luego está Pedro, que mientras estuvo con el Señor comprobó que las palabras y la obra del Señor Jesús no eran cosas que un hombre normal pudiera decir y hacer. A partir de las palabras y la obra del Señor, reconoció que el Señor Jesús era Cristo, el Hijo de Dios. También Natanael, Juan, Andrés y otros oyeron la voz de Dios en las palabras del Señor Jesús. Comprendieron a ciencia cierta que el Señor Jesús era el propio Dios y lo abandonaron todo para seguirlo. Estas son las únicas vírgenes prudentes.

Los hechos anteriores evidencian que no todos aquellos que leen las Escrituras, asisten a reuniones, asumen de manera diligente el trabajo para el Señor y aguardan con veneración son vírgenes prudentes. Ante todo, las vírgenes prudentes son quienes escuchan la voz de Dios y, cuando oyen a otros difundir el evangelio de Dios, son capaces de deponer sus nociones y fantasías e investigar la obra de Dios con un humilde corazón de búsqueda. Al final obtienen esclarecimiento de Dios, reconocen Su voz y reciben al Señor. Todos aquellos que no están atentos a escuchar la voz de Dios, que no buscan ni siquiera tras oír la verdad manifestada, que carecen de discernimiento, que solo se aferran con obstinación a las palabras textuales de las Escrituras y creen que trabajando, entregándose y haciendo ofrendas podrán recibir la aparición de Dios son vírgenes insensatas que acabarán perdiendo la salvación y la gracia de Dios.

Para evitar convertirnos en vírgenes insensatas, abandonadas y descartadas por Dios en medio de las catástrofes, en este momento crucial en que hemos de recibir la venida del Señor debemos convertirnos en vírgenes prudentes y centrarnos en procurar oír la voz de Dios. Está escrito en el Libro del Apocalipsis: “El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias” (Apocalipsis 2:7). “He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él y él conmigo” (Apocalipsis 3:20). Estas profecías demuestran que, cuando el Señor regrese en el fin de los tiempos, va a declarar palabras. Entonces, ¿cómo podemos discernir la voz de Dios? Hablemos a continuación de algunos principios más.

1) Las declaraciones de Dios poseen autoridad y poder y son expresión del carácter de Dios

Como todos sabemos, en el principio Dios creó el mundo con declaraciones. Las declaraciones de Dios poseen autoridad y poder; en cuanto Dios hace una declaración, esta se lleva a cabo en la realidad. Tal como dijo Dios en el Libro del Génesis: “Sea la luz. Y hubo luz” (Génesis 1:3). “Júntense en un lugar las aguas que están debajo de los cielos, y que aparezca lo seco. Y fue así” (Génesis 1:9). Dijo Jehová a Moisés: “Dirígete a toda la congregación de los hijos de Israel y diles: seréis santos, porque Yo, Jehová, vuestro Dios, soy santo” (Levítico 19:2).* También están las palabras con las que el Señor Jesús dejó en evidencia a los fariseos: “Pero, ¡ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!, porque cerráis el reino de los cielos delante de los hombres, pues ni vosotros entráis, ni dejáis entrar a los que están entrando” (Mateo 23:13).

Una vez que hemos oído las palabras de Dios, nos damos cuenta de que ningún ser humano normal podría decirlas. Las palabras de Dios pueden ordenar todas las cosas; estas son elaboradas y perfeccionadas por aquellas. Quienes se oponen y desobedecen a Dios también pueden ser condenados por Sus palabras. Nos asombra oírlas y podemos percibir que el carácter de Dios no tolera ofensa de ningún ser humano, que las palabras de Dios representan íntegramente Su estatus y autoridad y que en los últimos días debemos reconocer si lo que oímos es o no la voz del Señor que ha regresado. Así es como podemos recibir discernimiento.

2) Las palabras de Dios revelan misterios y dejan al descubierto la corrupción y los secretos de la humanidad

Como todos sabemos, el Señor Jesús encarnado reveló muchos misterios durante el tiempo en que vino a obrar. Por ejemplo, “Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado” (Mateo 4:17) y “No todo el que me dice: ‘Señor, Señor’, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos” (Mateo 7:21). Precisamente porque el Señor reveló los misterios en torno a la entrada en el reino de los cielos sabemos que únicamente pueden entrar en él aquellos que se arrepienten verdaderamente y se convierten en hacedores de la voluntad del Padre celestial. Esto es algo que nunca hubiéramos sabido si el Señor Jesús no nos hubiera revelado este misterio.

Dios es, además, un Dios escrutador de las profundidades del corazón de las personas. Dios nos conoce exhaustivamente; solo Dios puede revelar nuestra corrupción y lo que mora en nuestro corazón. Por ejemplo, el Señor Jesús habló de cuando Natanael estaba debajo de la higuera y pudo reconocerlo a Él como el Mesías cuya venida habían profetizado. Asimismo, Mateo, el recaudador de impuestos, reconoció que el Señor Jesús era Dios porque Jesús hablaba del contenido de sus oraciones. Aquí podemos apreciar que las palabras de Dios no solo revelan misterios, sino que también dejan al descubierto la corrupción y los secretos de la humanidad; esta es otra manera de discernir si algo es la voz de Dios.

 

3) Las declaraciones de Dios pueden proveer sustento de vida y una senda a las personas

El Señor Jesús dijo: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre sino por mí” (Juan 14:6). El propio Dios es la verdad; Dios puede expresar la verdad para sustentar a la humanidad, en función de sus necesidades, en cualquier momento y lugar. En la Era de la Ley, la humanidad no sabía cómo vivir ni cómo adorar a Dios, por lo que Dios promulgó la ley por medio de Moisés para guiar a la gente en la vida. Tal como manifiestan los diez mandamientos: “Yo soy Jehová, tu Dios, que te sacó de la tierra de Egipto, de la casa de esclavitud. No tendrás otros dioses delante de Mí” (Deuteronomio 5:6-7).* “No matarás. No cometerás adulterio. […] No darás falso testimonio contra tu prójimo. No codiciarás la mujer de tu prójimo […]” (Deuteronomio 5:17-21). Tras oír las palabras de Dios, la gente de la época sabía cómo debía vivir y adorar a Dios. Después, cuando el Señor Jesús vino a obrar y difundir el evangelio del reino de los cielos, comenzó a enseñar a las personas que debían confesar sus pecados y arrepentirse, ser tolerantes y pacientes, amar al prójimo como a sí mismas, ser la sal y la luz de la tierra, etc. De igual modo, cuando Pedro preguntó al Señor Jesús “Señor, ¿cuántas veces pecará mi hermano contra mí que yo haya de perdonarlo? ¿Hasta siete veces?” (Mateo 18:21), Jesús le dijo directamente: “No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete” (Mateo 18:22). Al oír estas palabras del Señor, Pedro entendió que el perdón es algo que hemos de acatar; no está condicionado ni limitado a un número de veces. Entonces tuvo Pedro una senda de práctica.

Así pues, si alguien nos da ahora la buena nueva de que el Señor ha regresado y testimonio de que el Espíritu Santo está hablando a las iglesias, podemos escuchar y valorar si es posible que este camino nos provea sustento para nuestras necesidades actuales. En este momento todos vivimos en un estado de pecado y confesión del que no podemos salir. Si las palabras que nos dicen tienen la capacidad de señalarnos una senda para que nos liberemos del pecado y alcancemos la pureza, esto significa que el Señor Jesús ha regresado. Podemos discernir la voz de Dios basándonos en este único principio.

¿Te provee esta enseñanza una senda para que te conviertas en una virgen prudente y recibas al Señor? Espero que la compartas con otras personas si te ha sido útil. Mi deseo es que todos nos convirtamos en vírgenes prudentes que, de todo corazón, busquen y escuchen atentamente la voz del Señor. ¡Que pronto recibamos Su regreso y asistamos al banquete con Él!

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Some Scriptures taken from LBLA. Copyright by The Lockman Foundation

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Canción cristiana | El verdadero significado de la fe en Dios

2020-04-15 23:46:29 | Palabra de Dios

 

Canción cristiana | El verdadero significado de la fe en Dios

I

Son tantos los que creen, y tan pocos los que entienden

qué significa realmente la fe en Dios,

qué tienen que hacer para latir con Su corazón.

Muchos conocen la palabra “Dios” y frases como “la obra de Dios”,

pero no lo conocen a Él, no saben qué hace.

Claro está que su fe ciega es.

No se lo toman en serio porque esto les es desconocido y extraño.

Por eso no cumplen los mandatos de Dios.

Si a Él no conoces ni a Su obra, ¿acaso puedes ser apto para Él?

¿Podrás cumplir la voluntad de Dios?

Creer que Dios existe no es suficiente.

Eso es demasiado sencillo, demasiado religioso.

No es lo mismo que creer realmente en Él.

En la verdadera fe en Dios, sientes Sus palabras y Sus obras

en la creencia de que Él es soberano de todo.

Así te puedes librar de tu carácter corrupto,

cumplir los deseos de Dios y llegar a conocerlo.

Ese es el camino a la verdadera fe en Dios.

Ese es el camino a la verdadera fe en Él.

II

Muchos piensan que creer es sencillo y superficial.

Esa fe carece de sentido. ¿Cómo puede Dios aceptarla?

Por el mal camino van.

Aquellos que creen en las letras, en enseñanzas huecas

no saben que su fe es irreal, que Dios no la aprobará.

Aún rezan por gracia y paz.

Párate a pensar si tener fe es tan fácil.

¿Es sólo pedir gracia y paz?

¿Puedes satisfacer el deseo de Dios,

si aún te resistes a Él, sin conocerlo?

Creer que Dios existe no es suficiente.

Eso es demasiado sencillo, demasiado religioso.

No es lo mismo que creer realmente en Él.

En la verdadera fe en Dios, sientes Sus palabras y Sus obras

en la creencia de que Él es soberano de todo.

Así te puedes librar de tu carácter corrupto

y cumplir los deseos de Dios y llegar a conocerlo.

Ese es el camino a la verdadera fe en Dios.

Ese es el camino a la verdadera fe en Dios.

Ese es el camino a la verdadera fe en Él.

De “Seguir al Cordero y cantar nuevos cánticos”

 


Los 4 elementos dejanos saber cómo aprender a orar a Dios

2020-04-15 19:33:38 | Palabra de Dios

Hermanos y hermanas, todos sabemos que orar a Dios es la manera más directa para que los cristianos se comuniquen con Dios. Por eso, además de las oraciones de la mañana y de la tarde, oramos en muchos otros momentos, como cuando leemos la Biblia, en las reuniones, cuando observamos el Sabbath o cuando nos encontramos en dificultades. Pero, ¿son nuestras oraciones acordes a la voluntad del Señor y va Él a molestarse en escucharlas? Es importante que cada hermano y hermana entienda esto; de lo contrario, da igual cuántas veces oremos o durante cuánto tiempo, tales oraciones no obtendrán la aprobación de Dios. De hecho, el Señor Jesús nos dio estas respuestas hace mucho tiempo. ¡Busquemos juntos este aspecto de la verdad!

 

1. Conoced nuestro lugar como ser creado en la oración

 

En Lucas 18:9–14 se registró: “Refirió también esta parábola a unos que confiaban en sí mismos como justos, y despreciaban a los demás: Dos hombres subieron al templo a orar; uno era fariseo y el otro recaudador de impuestos. El fariseo puesto en pie, oraba para sí de esta manera: Dios, te doy gracias porque no soy como los demás hombres: estafadores, injustos, adúlteros; ni aun como este recaudador de impuestos. ‘Yo ayuno dos veces por semana; doy el diezmo de todo lo que gano.’ Pero el recaudador de impuestos, de pie y a cierta distancia, no quería ni siquiera alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: ‘Dios, ten piedad de mí, pecador.’ Os digo que éste descendió a su casa justificado pero aquél no; porque todo el que se ensalza será humillado, pero el que se humilla será ensalzado”. Es fácil ver a partir de la parábola del Señor Jesús que el Señor aprobó la oración del publicano y estaba disgustado con la oración del fariseo. Eso se debe a que esta última consistía en lucirse y exhibirse, en enumerar sus obras para Dios. Se colocó a sí mismo en una posición muy alta, incluso al mismo nivel que Dios. Hacía tratos con Dios y quería crédito por su trabajo; no poseía ni la más mínima piedad ante Dios. Carecía totalmente de un corazón de reverencia hacia Dios, y esto despertó el asco y el odio de Dios. Pero el publicano era completamente diferente: sabía que era un humilde pecador, así que en su oración tenía un corazón de reverencia hacia Dios y se desnudaba a sí mismo, reconociendo su propia corrupción y pidiendo sinceramente el perdón de Dios. Al final, recibió la misericordia de Dios. Dios adoptó distintas actitudes hacia cada uno de ellos debido a sus diferentes actitudes hacia Él. Comparad esto con nuestras propias oraciones. Frecuentemente adoptamos una postura equivocada. A veces, por ejemplo, cuando nos encontramos con un problema, sabemos que lo que estamos haciendo no está de acuerdo con las palabras del Señor, pero aun así nos mostramos decididos a hacerlo y en nuestras oraciones queremos que Dios haga las cosas de acuerdo a nuestra propia voluntad. Cuando cumplimos con nuestro deber, o cuando nos arrestan y no traicionamos al Señor, sentimos que somos muy devotos del Señor, que realmente lo amamos. Cuando oramos, cantamos nuestras propias alabanzas y nos damos palmaditas en la espalda y, si Dios no nos bendice, nos enfadamos con Él. Cuando enfermamos o algo terrible sucede en casa, en nuestras oraciones culpamos a Dios por no protegernos, e incluso tratamos de razonar con Dios y ajustar cuentas con Él. La lista sigue y sigue. Todas estas oraciones tienen como fin hacerle demandas a Dios y tratar de forzar Su voluntad; eso es explotarlo y culparlo, incluso oponernos y enfrentarnos a Él. Este tipo de oraciones carecen por completo de conciencia y razón; todas están en oposición a Dios. Para que Dios nos escuche, los cristianos debemos orar como el publicano. Debemos conocer nuestro propio lugar como seres creados, tener una actitud de piedad ante Él y orarle a Dios con la precondición de la obediencia. No debemos tratar de reclamarle nuestros propios deseos a Dios o exigirle que actúe de acuerdo a nuestra propia voluntad. Sólo debemos pedir que Dios haga las cosas de acuerdo a su propia voluntad. Sólo de esa manera escuchará Dios nuestras oraciones y nos iluminará y guiará.

 

2. Orad a Dios con sinceridad y honestidad

(Source: Fotolia)

El Señor Jesús le dijo una vez a Sus discípulos: “Y cuando oréis, no seáis como los hipócritas; porque a ellos les gusta ponerse en pie y orar en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos por los hombres. En verdad os digo que ya han recibido su recompensa. Pero tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cuando hayas cerrado la puerta, ora a tu Padre que está en secreto, y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará” (Mateo 6:5–6). Según lo escrito en la Biblia podemos ver que, cuando los fariseos oraban, a menudo les gustaba elegir un lugar lleno de gente. Les gustaba situarse en las sinagogas o en las intersecciones para orar, y allí con frecuencia recitaban las escrituras y decían largas oraciones para lucirse. Todo aquello era para que los demás los vieran, para que la gente los considerara los más devotos, los más piadosos, y ganarse así las loas de los demás, que los admiraran. Ese tipo de oración no es otra cosa que querer encumbrarse y alardear; es tratar de engañar a Dios. Por eso el Señor Jesús dijo que ellos y sus oraciones eran hipócritas, por eso le resultaban repugnantes. Si reflexionamos, muchas veces cuando oramos también albergamos motivaciones incorrectas. Por ejemplo, cuando oramos en las reuniones no le hablamos a Dios sobre nuestras verdaderas dificultades o nuestra corrupción ni le hablamos de corazón y le pedimos que nos guíe. En vez de eso, decimos palabras floridas y soltamos alabanzas vacías, si es que no estamos recitando capítulos de la Biblia o mencionado las escrituras sin parar. Creemos que alguien que ha memorizado más escrituras y puede hablar con más elocuencia ora mejor. También pensamos que mientras más a menudo hacemos nuestra vigilia matutina y nuestras oraciones vespertinas, además de orar antes de las comidas y dar las gracias a Dios después de comer, y cuanto más tiempo dediquemos a estas cosas, más espirituales y devotos seremos. Pensamos que orar de esta manera se acerca más a la voluntad del Señor. De hecho, orar de esa manera no es compartir nuestros corazones con el Señor ni adorarle de verdad. Por el contrario, se trata de aferrarse a nuestros propios motivos y metas con el fin de mostrar a los demás lo grande que es nuestra búsqueda, con intención de presumir. Orar de esa manera es simplemente hacerlo de memoria, seguir los pasos, orar como un rito religioso. Es simplemente ser superficial con Dios y tratar de engañarlo; esto a Él le repugna. El Señor Jesús dijo, “Dios es espíritu, y los que le adoran deben adorarle en espíritu y en verdad” (Juan 4:24). Dios es el Señor de la creación, así que cuando los seres creados oran ante el Creador, debemos tener un corazón reverente y adorarlo con sinceridad, aceptar Su examen y decirle a Dios lo que hay en nuestro corazón, lo que es real. Sólo este tipo de oración le causa alegría a Dios.

 

3. Orad a Dios para hacer su voluntad

 

En Mateo 6:9-10, 13 el Señor Jesús dijo: “Vosotros, pues, orad de esta manera: ‘Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre.’ Venga tu reino. Hágase tu voluntad, así en la tierra como en el cielo. […] Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal”. Desde que la humanidad fue corrompida por Satanás, Dios ha estado obrando para salvar a la humanidad y que podamos escapar del mal, de las restricciones y el daño de Satanás, y finalmente ser ganados por Dios. Así que Dios espera que la gente pueda acudir a Él y aceptar Su salvación. También espera que la gente pueda vivir de acuerdo a Sus palabras, venerarlo en Su grandeza, hacer la voluntad de Dios en la tierra, lograr el reino de Cristo en la tierra. Por eso en nuestras oraciones no sólo debemos hacer apelaciones para nosotros mismos, sino que también debemos ser considerados con la voluntad de Dios, llevar una carga para ayudar a que se haga la voluntad de Dios en la tierra y el reino de Cristo aparezca en la tierra. Debemos orar para que el evangelio de Dios se extienda a cada rincón del mundo. Este es otro sendero de práctica para que las oraciones de los cristianos lleguen a estar de acuerdo con la voluntad de Dios. Por ejemplo, cuando nos encontramos con dificultades, burlas y apuros al difundir el Evangelio y nos sentimos débiles y negativos, debemos orarle sinceramente a Dios y pedirle que nos dé fe y fuerza, que nos permita abandonar la carne y superar todas las dificultades y no estar sujetos a las restricciones de las fuerzas enemigas. Cuando obramos y predicamos, debemos orar a Dios con una carga, pidiéndole que nos ilumine y nos guíe para que entendamos Sus palabras de manera que podamos compartir Su voluntad en la comunicación durante las reuniones. Entonces podremos guiar a los hermanos y hermanas a practicar y experimentar las palabras de Dios, llevándolos ante Dios y permitiendo que se haga Su voluntad. Cuando vemos que se hacen cosas malas y deshonestas en la iglesia, debemos orar a Dios y pedirle fe y valor, y también debemos entender la verdad para no dejarnos engañar por los trucos de Satanás y defender los intereses de la casa de Dios. Si oramos con frecuencia para que venga el reino de Dios y se haga Su voluntad y somos capaces de ofrecer nuestra propia fuerza para la difusión de Su evangelio, entonces Dios aprobará nuestras oraciones y estas cumplirán Su voluntad. De hecho, hay algunas oraciones en la Biblia que obtuvieron la aprobación de Dios, como cuando el rey David le construyó un templo a Jehová Dios para que el pueblo pudiera adorar a Dios en él. David a menudo le oraba a Dios con ese fin y también lo puso en práctica; sus súplicas obtuvieron la aprobación de Dios, y al final se convirtió en alguien en concordancia con la voluntad de Dios. Cuando Salomón se convirtió en rey, Dios se le apareció en un sueño para preguntarle qué le pediría; Salomón no pidió riquezas ni una larga vida, lo único que le pidió a Dios es que le concediera sabiduría para poder gobernar mejor al pueblo de Dios, de tal modo que su pueblo pudiera adorar mejor a Dios. Dios aprobó sus oraciones, y no sólo le otorgó esa sabiduría, sino también las riquezas y la larga vida que ni siquiera había pedido. Queda claro que orar con el fin de que se haga la voluntad de Dios es una oración totalmente de acuerdo con Su voluntad.

 

4. Orad al Señor con energía y determinación – No perdáis la fe

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En Lucas 18:1–8 dice: “Y les refería Jesús una parábola para enseñarles que ellos debían orar en todo tiempo, y no desfallecer, diciendo: Había en cierta ciudad un juez que ni temía a Dios ni respetaba a hombre alguno. Y había en aquella ciudad una viuda, la cual venía a él constantemente, diciendo: ‘Hazme justicia de mi adversario.’ Por algún tiempo él no quiso, pero después dijo para sí: ‘Aunque ni temo a Dios, ni respeto a hombre alguno, sin embargo, porque esta viuda me molesta, le haré justicia; no sea que por venir continuamente me agote la paciencia.’ Y el Señor dijo: Escuchad lo que dijo el juez injusto. ¿Y no hará Dios justicia a sus escogidos, que claman a El día y noche? ¿Se tardará mucho en responderles? Os digo que pronto les hará justicia. No obstante, cuando el Hijo del Hombre venga, ¿hallará fe en la tierra?” Esta parábola muestra que cuando le oramos al Señor para buscar la voluntad de Dios o pedir algo, no podemos tener prisa por su resolución. Hay principios respecto a qué oraciones son cumplidas por Dios y debemos aprender a esperar, buscar y obedecer. Dios es todopoderoso y práctico. Él no hace cosas sobrenaturales, pero Su obra de guiar y dar sustento a la humanidad está basada en la estatura real de la gente y se basa totalmente en lo que de verdad puede lograr la gente. Mientras nuestras súplicas concuerden con Su voluntad, Él ciertamente consumará nuestras oraciones. Debemos tener fe en Dios. Todos hemos pasado por este tipo de cosas; a veces, cuando nos topamos con una dificultad y no sabemos qué hacer, nos acercamos a Dios en oración y, a través de la lectura de las palabras de Dios y de la comunicación con los hermanos y hermanas, Dios nos ilumina y nos guía muy rápidamente, nos da un camino de práctica. O a veces oramos mucho tiempo por algo y no recibimos una respuesta de Dios, y en esos momentos necesitamos callar nuestros corazones y esperar que la voluntad de Dios se nos revele. Otras veces, Dios prueba nuestra fe para ver si somos capaces de apoyarnos verdaderamente en Él. Algunas veces Dios pretende exponer la adulteración dentro de nosotros y purificar nuestra corrupción. A veces Dios quiere movilizar y disponer que algunas personas, cosas o eventos sucedan de una determinada forma para que así cumplan con nuestras oraciones, y esto requiere tiempo y un cierto proceso. También hay momentos en que Dios ve que nuestra estatura actual es pequeña y no podemos encargarnos de algo, no podemos alcanzarlo, así que Él espera hasta que nuestra estatura haya crecido un poco y luego nos lo hace llegar… En general, da igual que nuestras oraciones a Dios se hayan consumado, debemos tener fe en Dios y creer que todo lo que Él hace en nosotros es bueno, que es beneficioso para nuestro crecimiento en la vida y que la buena voluntad de Dios existe dentro de todo. Así que, ya se hallen las dificultades a la que nos enfrentamos en nuestra vida diaria o en nuestro servicio a Dios, nunca debemos perder la fe o desanimarnos, sino que debemos ser como las viudas que buscan reparación y tienen un corazón constante y una fe auténtica en Dios, que se presentan con frecuencia ante Él en oración y búsqueda a esperar que Su voluntad nos sea revelada. Debemos creer que cuando llegue el momento de Dios, obtendremos la iluminación y el esclarecimiento del Espíritu Santo y veremos la omnipotencia, la sabiduría y las maravillas de Dios.

Estos cuatro elementos de la oración son un camino de práctica para la oración cristiana y si podemos tratar de ponerlos en práctica cada día, seremos capaces de establecer una relación apropiada con Dios y entender la verdad dentro de las palabras del Señor. Nuestra condición espiritual será cada vez mejor, tendremos cada vez más confianza en nuestra fe y en nuestro seguimiento de Dios. ¡Nuestras oraciones también se ganarán la aprobación de Dios!

Nota del editor: Cómo orar para ganar la aprobación de Dios es una verdad en la que necesitamos entrar urgentemente. Este ensayo señala el camino de cómo deben orar los cristianos para que el Señor nos escuche. Podemos orarle honestamente a Dios desde nuestras almas, decirle a Dios lo que hay en nuestros corazones, conocer nuestro lugar como seres creados y ofrecer a menudo oraciones para que se cumpla la voluntad de Dios. Creo que si ponemos en práctica estos cuatro principios, nuestras oraciones serán oídas por Dios. Además, me gustaría recomendar “Los principios de la oración a Dios”. Ojalá entremos juntos en este aspecto de la verdad.


Película cristiana completa | La fe en Dios 3: Levántense, los que se rehúsan a ser esclavos

2020-04-14 18:30:36 | Palabra de Dios

 

Meng Changlin era un colaborador de la Iglesia de las Tres Autonomías. Inicialmente pensó que creer en el Señor en una Iglesia de las Tres Autonomías le ahorraría ser perseguido por el Partido Comunista de China. Sin embargo, cuando Xi Jinping llega al poder, el PCCh aumenta su persecución a la fe religioas religiosa y hasta la Iglesia de las Tres Autonomías gestionada por el gobierno comienza a sufrir represión y persecución. Muchas de sus cruces son derribadas, sus iglesias demolidas, y el PCCh hasta obliga a las iglesias a desplegar la bandera nacional, cantar el himno y exhibir un retrato del presidente Xi.

Ante esta persecución por parte del PCCh, el pastor no guía a los creyentes para orar y buscar la voluntad de Dios, sino que por el contrario, obedece en todo al PCCh. Meng Changlin cree que esto es apartarse completamente del camino del Señor, y que se han convertido en esclavos de Satanás, el rey de los demonios. Urge a sus pastores a abandonar la Iglesia de las Tres Autonomías y seguir el camino de las iglesias clandestinas, pero su pastor lo reprende y se interpone en su camino. Justo en ese momento, encuentra a Xiang Zhiheng, un cristiano de la Iglesia de Dios Todopoderoso. A través de la búsqueda y la comunicación, Meng Changlin puede ver con más claridad que nunca que la política de las Tres Autonomías es simplemente una estrategia del PCCh para ganar tiempo para su plan de eliminar la fe religiosa por completo; ve que cuando los pastores y ancianos llevan a los creyentes a obedecer al PCCh, se resisten a Dios y lo traicionan, y que son todos falsos pastores al servicio de Satanás. Al mismo tiempo, Meng Changlin logra entender la importancia de experimentar persecución y enfrentar adversidades como parte de creer en el Señor, y ve con claridad que tener fe en Dios bajo el régimen satánico del PCCh requiere arriesgar la vida para seguir a Dios. Logra entender que creer en Dios requiere escuchar Sus palabras y obedecerlo, y que no se puede escuchar u obedecer a nadie que no sea Dios. Meng Changlin y los demás, a través de la búsqueda y el estudio, ven que las palabras de Dios Todopoderoso son toda la verdad y la voz de Dios, y que Dios Todopoderoso es el Señor Jesús retornado. Están llenos de gozo y, por fin, se libran de las ataduras y restricciones del régimen satánico del PCCh y de los falsos pastores y anticristos del mundo religioso. Regresan ante el trono de Dios


Han aparecido las señales del fin del mundo: cómo ser arrebatado antes de la gran tribulación

2020-04-13 17:15:47 | Reflexiones Cristianas

En la actualidad, las catástrofes son cada vez más graves en todo el mundo. Las noticias están llenas de historias de epidemias, terremotos, inundaciones y sequías. ¿Alguna vez has pensado para tus adentros por qué aún no hemos recibido al Señor si ya se han cumplido las profecías de Su regreso? Si esto sigue así, cuando llegue la gran tribulación, ¿no nos sumiremos también nosotros en el desastre? ¿Cuándo nos llevará el Señor al reino celestial?

Han aparecido las señales del fin del mundo cómo ser arrebatado antes de la gran tribulación

Cuando seamos arrebatados, ¿de verdad seremos ascendidos al cielo?

Muchos creyentes en el Señor han leído estas palabras en la Biblia: “Entonces nosotros, los que estemos vivos y que permanezcamos, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes al encuentro del Señor en el aire, y así estaremos con el Señor siempre” (1 Tesalonicenses 4:17). Anhelan ser ascendidos al cielo para reunirse con el Señor cuando venga. Sin embargo, en realidad estas palabras no fueron pronunciadas por el Señor ni son una profecía del Libro del Apocalipsis. No son sino las palabras del apóstol Pablo. ¿Es correcto fiarse de las palabras de Pablo a la hora de recibir la venida del Señor? ¿Es posible que las palabras de Pablo representen las del Señor? La manera en que el Señor viene en los últimos días y lleva a los que creen en Él al reino es obra del propio Dios. Pablo fue meramente un apóstol que difundió el mensaje del Señor; ¿cómo podía saber esas cosas? Recibir la venida del Señor es un asunto de enorme importancia en el que lo correcto es que nos fiemos de las palabras del Señor Jesús . El Señor Jesús dijo: “Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, así en la tierra como en el cielo” (Mateo 6:9-10). El Libro del Apocalipsis también contiene estas profecías: “Y vi la ciudad santa, la nueva Jerusalén, que descendía del cielo, de Dios […]. Entonces oí una gran voz que decía desde el trono: He aquí, el tabernáculo de Dios está entre los hombres, y Él habitará entre ellos y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará entre ellos” (Apocalipsis 21:2-3). “El reino del mundo ha venido a ser el reino de nuestro Señor y de su Cristo; y Él reinará por los siglos de los siglos” (Apocalipsis 11:15). En estas profecías, las palabras “que descendía del cielo”, “el tabernáculo de Dios está entre los hombres” y “El reino del mundo ha venido a ser el reino de nuestro Señor y de su Cristo”, demuestran que Dios instaurará Su reino en la tierra y que el destino que le ha dispuesto al hombre también está en la tierra. ¿Acaso nuestro deseo permanente de que nos ascienda al cielo no proviene de nuestras nociones y fantasías? ¿Y eso no es desviarse de la senda de Dios?

La realidad es que Dios jamás ha hablado de ascender a la gente al cielo, algo que podemos reconocer a partir de los hechos de la obra de Dios. En el principio, Dios hizo al hombre del polvo y lo puso en el jardín del Edén, donde vivía y adoraba correctamente a Dios. En época de Noé, Dios tampoco ascendió a Noé y a su familia al cielo para que escaparan de las inundaciones, sino que ordenó a Noé que tomara la medida práctica de construir un arca en la tierra. A finales de la Era de la Ley, la gente corría el riesgo de ser ejecutada por infringir las leyes de Dios. Dios no la ascendió al cielo en ofrenda por sus pecados, sino que personalmente se hizo carne y vino a la tierra, donde, de hecho, fue crucificado por la humanidad, con lo que la libró del pecado. De esto podemos deducir que Dios ha obrado continuamente en la tierra en pro de la salvación del hombre, guiando a la humanidad para que viva y lo adore a Él. ¡Es evidente que nuestro constante anhelo de que nos lleve al cielo no concuerda con Su voluntad!

¿Qué es el arrebatamiento antes de la gran tribulación?

Puede que algunos no tengáis claro a qué se refiere realmente la expresión “ser arrebatado”. Para entenderlo, veamos en primer lugar lo que dicen las palabras de Dios. Dijo Dios: “‘Ser arrebatado’ no es ser tomado de un lugar bajo para ser colocado en un lugar alto, como las personas imaginan. Esto es un tremendo error. Ser arrebatado se refiere a Mi predeterminación y Mi selección. Va dirigido a todos los que Yo he predestinado y escogido. Todos los que han ganado el estatus de hijo primogénito, el estatus de los hijos o del pueblo, todos son aquellos que han sido arrebatados. Esto es sumamente incompatible con las nociones de las personas. Aquellas que tengan participación en Mi casa en el futuro son personas que han sido arrebatadas delante de Mí. Esto es absolutamente cierto, nunca cambia y nadie lo puede refutar. Este es el contraataque contra Satanás. Todo aquel a quien Yo predestiné será arrebatado delante de Mí” (‘Capítulo 104’ de Declaraciones de Cristo en el principio en “La Palabra manifestada en carne”). Estas palabras nos indican que ser arrebatado no es ser ascendido al cielo para reunirse con el Señor como imaginábamos, sino ser capaz de aceptar y obedecer la nueva obra de Dios tras oír Su voz, seguir de cerca las huellas del Cordero y presentarse ante Dios cuando venga a la tierra a obrar. Este es el único arrebatamiento verdadero. Es igual que cuando el Señor Jesús vino a realizar la obra de la redención: Pedro, la samaritana, Santiago y otros reconocieron la voz del Señor al oír Sus palabras y comprobaron que era el Mesías que había de llegar. Por consiguiente, recibieron la salvación del Señor y todos fueron ascendidos ante Él en la Era de Gracia. Todos aquellos que en los últimos días reciben el regreso del Señor y aceptan la obra actual de Dios son los que siguen las huellas del Cordero ¡y los encumbrados ante el Señor!

Cómo ser arrebatados antes de la gran tribulación

Entonces, ¿qué debemos hacer para recibir al Señor y ser arrebatados antes del desastre? Hace mucho que la Biblia lo profetizó, cuando el Señor Jesús dijo: “Aún tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis soportar. Pero cuando Él, el Espíritu de verdad, venga, os guiará a toda la verdad, porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oiga, y os hará saber lo que habrá de venir” (Juan 16:12-13). Los capítulos 2 y 3 del Libro del Apocalipsis profetizan en múltiples ocasiones: “El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias”. Además, en el capítulo 3, versículo 20: “He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él y él conmigo”. Las palabras de Dios dicen: “Ya que estamos buscando las huellas de Dios, debemos buscar la voluntad de Dios, las palabras de Dios, las declaraciones de Dios, porque donde están las nuevas palabras de Dios, ahí está la voz de Dios, y donde están las huellas de Dios, ahí están los hechos de Dios. Donde está la expresión de Dios, ahí está la aparición de Dios, y donde está la aparición de Dios, ahí existe la verdad, el camino y la vida” (‘La aparición de Dios ha traído una nueva época’ en “La Palabra manifestada en carne”). Las palabras de Dios nos indican que, para recibir al Señor, es clave buscar la obra y las palabras de Dios. No hay nada más importante que buscar dónde están las palabras del Espíritu Santo a las iglesias y dónde están la aparición y obra de Dios hoy en día. Si no nos encargamos de buscar las huellas de Dios, si no damos importancia a oír Su voz, sino que contemplamos pasivamente las nubes del cielo esperando ociosamente que el Señor venga a ascendernos, ¿no son estos pensamientos quiméricos? Y entonces, ¿no seríamos por siempre incapaces de recibir al Señor y acabaríamos por desperdiciar la oportunidad de ser arrebatados por Él?

Así pues, ¿dónde están las huellas del Señor? ¿Y dónde declara Dios Sus palabras? Hoy en día, únicamente la Iglesia de Dios Todopoderoso da público testimonio a la humanidad de que ya ha regresado el Señor: es decir, Dios encarnado de los últimos días, Dios Todopoderoso . Dios Todopoderoso ha expresado millones de palabras y revelado una serie de verdades y misterios, así como el plan de gestión de 6000 años de Dios, el misterio de la encarnación y los misterios de la Biblia. Del mismo modo, ha expresado palabras que juzgan y dejan al descubierto a la humanidad y ha revelado los hechos verídicos de nuestra corrupción a manos de Satanás y nuestras diversas actitudes satánicas. Al aceptar las palabras de juicio y castigo de Dios, llegamos a conocer nuestra corrupción y comprobamos que todo cuanto manifestamos son actitudes satánicas de arrogancia, egoísmo, bajeza, traición y astucia, y que estamos desprovistos de conciencia y razón. Las palabras de Dios nos han convencido totalmente, nos postramos ante Él abrumados por el arrepentimiento y conocemos un poco Su carácter justo y santo; nace en nosotros un corazón que venera y obedece a Dios y constatamos desde el fondo de nuestro corazón que todo lo expresado por Dios Todopoderoso es la verdad y puede purificar y transformar a la gente.

En la actualidad, las palabras de Dios Todopoderoso se están expandiendo entre la humanidad. Muchas personas de diversas denominaciones cristianas, auténticos creyentes que aman sinceramente la verdad, han oído la voz de Dios, han despertado con Sus palabras y han regresado ante Su trono. Disfrutan del riego y sustento de Sus palabras, sienten la autoridad y el poder que tienen y han comprobado que Dios Todopoderoso es el regreso del Señor Jesús. ¡Ellos son los arrebatados antes de la gran tribulación! Leamos un pasaje de las palabras de Dios Todopoderoso: “Mi voz se extenderá por toda la tierra; quiero, frente a Mi pueblo elegido, decirles más palabras. Como los poderosos truenos que sacuden las montañas y los ríos, digo Mis palabras a todo el universo y a la humanidad. Por tanto, las palabras en Mi boca se han convertido en el tesoro del hombre y todos los hombres aprecian Mis palabras. El relámpago destella desde el oriente hasta el occidente. Mis palabras son tales que el hombre se resiste a renunciar a ellas y, al mismo tiempo, las encuentra insondables, pero se regocija aún más en ellas. Al igual que un recién nacido, todos los hombres se alegran y regocijan, celebrando Mi llegada. Por medio de Mi voz, traeré a todos los hombres delante de Mí. A partir de entonces, entraré formalmente a la raza de los hombres para que ellos vengan a adorarme. Con la gloria que irradio y las palabras en Mi boca, haré que todos los hombres se presenten ante Mí y vean que el relámpago destella desde el oriente, y que Yo también he descendido al ‘Monte de los Olivos’ del oriente. Verán que llevo ya mucho tiempo en la tierra, ya no como el Hijo de los judíos, sino como el Relámpago del oriente. Porque he resucitado hace mucho tiempo, me he alejado del seno de la humanidad y reaparecido luego con gloria entre los hombres. Soy Aquel que fue adorado en eras innumerables antes de ahora y también soy el infante abandonado por los israelitas en eras innumerables antes de ahora. ¡Además, soy el todo glorioso Dios Todopoderoso de la era actual! Que todos se presenten ante Mi trono y vean Mi semblante glorioso, oigan Mi voz y contemplen Mis obras. Esta es la totalidad de Mi voluntad; es el fin y el clímax de Mi plan, así como el propósito de Mi gestión. ¡Que cada nación me adore, que cada lengua me reconozca, que todos los hombres depositen su fe en Mí y que todas las personas se sometan a Mí!” (‘Los siete truenos retumban: profetizan que el evangelio del reino se extenderá por todo el universo’ en “La Palabra manifestada en carne”).

¿Qué sientes tras leer este pasaje de las palabras de Dios? ¿No está emocionado tu corazón? ¿Las percibes como palabras del Creador a toda la humanidad? ¿Crees que actualmente Dios nos está dando testimonio de que ya ha regresado? Sea cual sea tu parecer, tenemos una tarea urgente por delante: debemos ser las vírgenes prudentes, escuchar las palabras de Dios Todopoderoso y buscar Su obra de los últimos días con mentalidad abierta. ¡No hay otra senda para ser arrebatados antes de la gran tribulación!


¿Cómo nos desechamos de la atadura del pecado?

2020-04-12 05:51:25 | Películas Cristianas

 

Durante miles de años, nosotros los seres humanos hemos estado plagados de pecados y no podemos evitar pecar en la vida cotidiana, solemos decir mentiras, engañar a los demás, envidiarnos, lucharnos y juzgarnos entre unos y otros, etc. Aunque oramos a Dios y leemos la Biblia todos los días, e incluso ayunamos con frecuencia, no podemos deshacernos de la atadura del pecado, seguimos viviendo en un círculo de pecar y confesar y sintiéndonos dolorosos e indefensos en nuestros corazones. Al ver que lo que dice la Escritura: “la santidad, sin la cual nadie verá al Señor” (Hebreos 12:14). Y el Señor Jesús dijo: “En verdad, en verdad os digo que todo el que comete pecado es esclavo del pecado; y el esclavo no queda en la casa para siempre; el hijo sí permanece para siempre” (Juan 8:34-35). muchos hermanos y hermanas se ponen a pensar: ¿podemos ser llevados al reino de los cielos cuando el Señor venga bajo la circunstancia de que aún estamos viviendo en el pecado y no somos capaces de alcanzar la purificación ? Si la respuesta es negativa, entonces ¿cómo debemos deshacernos de la atadura del pecado? ¡Esta transmisión en vivo nos revelará respuestas y nos traerá caminos precios!

1 Vídeos de cantos y bailes: Todos viven a la luz de Dios
2 Sketch: ¿Podemos entrar en el reino de los cielos si recibimos la salvación? (Sketch)
3 Escena de película evangélica: Los hombres sin santidad no entrarán en el reino de Dios
4 Vídeo de himnos de las palabras de Dios: Dios desea que más gente obtenga Su salvación
5 Escena de película evangélica: El camino que conduce a la purificación y a la salvación
6 Vídeo de las palabras de Dios Todopoderoso: Cristo realiza la obra de juicio con la verdad
7 Vídeo de himnos de la palabra de Dios: Sólo los purificados reposarán

Scripture quotations taken from LBLA. Copyright by The Lockman Foundation. 

 


Jurista: el PCCh comete crímenes contra la humanidad al perseguir a la Iglesia de Dios Todopoderoso

2020-04-11 20:58:03 | Reflexiones Cristianas

 

Prestigioso jurista español: el PCCh comete crímenes contra la humanidad al perseguir a la Iglesia de Dios Todopoderoso

En 2019, el Gobierno chino continuó intensificando sus esfuerzos para perseguir las creencias religiosas. De entre ellas, la Iglesia de Dios Todopoderoso fue particularmente perseguida. 6132 cristianos fueron arrestados, 1355 condenados y 19 perseguidos hasta su muerte. La persecución de la Iglesia de Dios Todopoderoso le ha resultado preocupante a algunos expertos y académicos fuera de China. Hace unos días, José Elías Esteve, profesor de derecho internacional público y relaciones internacionales de la Universidad de Valencia, una de las universidades más conocidas de España, aceptó una entrevista con Luz Oriental. Nos habla sobre la persecución del PCCh a la Iglesia de Dios Todopoderoso en el último año y sobre cómo el PCCh persigue a los cristianos aplicando sentencias injustificadas, mediante el artículo 300 del código penal.