Escuchar la palabra de Dios Todopoderoso

¡Dios es mi luz y mi salvación!

¿Por qué implica el retorno del Señor que Él se haga carne como el Hijo del hombre para?

2020-05-21 20:40:30 | la salvación

¿Por qué implica el retorno del Señor que Él se haga carne como el Hijo del hombre para revelarse a la humanidad?

La respuesta de la palabra de Dios:

Dios se hizo carne porque el objeto de Su obra no es el espíritu de Satanás o de cualquier cosa incorpórea, sino el hombre que es de la carne y a quien Satanás ha corrompido. Precisamente porque la carne del hombre ha sido corrompida es que Dios ha hecho al hombre carnal el objeto de Su obra; además, porque el hombre es objeto de la corrupción, ha hecho al hombre el único objeto de Su obra a través de todas las etapas de Su obra de salvación. El hombre es un ser mortal, es de carne y sangre, y Dios es el único que puede salvar al hombre. De esta manera, Dios se debe hacer una carne que posea los mismos atributos que el hombre con el fin de hacer Su obra, para que Su obra pudiera lograr mejores efectos. Dios debe hacerse carne para hacer Su obra justamente porque el hombre es de la carne y es incapaz de vencer el pecado o de despojarse de la carne. […]

[…]

Para todos aquellos que viven en la carne, cambiar su carácter requiere metas que perseguir, y conocer a Dios exige ser testigos de los hechos reales y del rostro real de Dios. Ambas cosas sólo las puede lograr la carne encarnada de Dios y sólo las puede conseguir la carne normal y real. Por esta razón, la encarnación es necesaria y toda la humanidad corrupta la necesita. […] En las tres etapas de la obra de Dios, sólo una etapa fue llevada a cabo directamente por el Espíritu, y las dos etapas restantes son llevadas a cabo por el Dios encarnado y no directamente por el Espíritu. La obra de la ley que el Espíritu hizo no implicó cambiar el carácter corrupto del hombre y tampoco tuvo relación con el conocimiento que el hombre tenía de Dios. La obra de la carne de Dios en la Era de la Gracia y la Era del Reino, sin embargo, involucra el carácter corrupto del hombre y su conocimiento de Dios y es una parte importante y crucial de la obra de salvación. Por lo tanto, la humanidad corrupta está más necesitada de la salvación del Dios encarnado y está más necesitada de la obra directa del Dios encarnado. La humanidad necesita al Dios encarnado para que la pastoree, la apoye, la riegue, la alimente, la juzgue y la castigue y ella necesita más gracia y una mayor redención del Dios encarnado. Sólo Dios en la carne puede ser el confidente del hombre, el pastor del hombre, el pronto auxilio del hombre, y todo esto es la necesidad que se tiene de la encarnación hoy y en el tiempo pasado.

de ‘La humanidad corrupta necesita más que nadie la salvación del Dios encarnado’ en “La Palabra manifestada en carne”

Él se hace carne, porque esta también puede poseer autoridad, y Él puede llevar a cabo la obra entre los hombres de una manera práctica, visible y tangible para el hombre. Esa obra es mucho más realista que cualquier otra hecha directamente por el Espíritu de Dios que posee toda autoridad, y sus resultados también son evidentes. Esto se debe a que Su carne encarnada puede hablar y obrar de una forma práctica; la forma externa de Su carne no tiene autoridad y los hombres pueden acercarse. Su esencia conlleva autoridad, pero esta no es visible para nadie. Cuando Él habla y obra, el hombre es incapaz de detectar la existencia de Su autoridad; esto es incluso más favorable para Su obra práctica. Y toda ella puede obtener resultados. Aunque ningún hombre es consciente de que Él tiene autoridad ni ve que no se le puede ofender, ni ve Su ira, a través de Su autoridad y Su ira veladas, y de Su discurso público, Él consigue los resultados pretendidos de Sus palabras. Dicho de otra forma, el hombre se convence totalmente por medio de Su tono de voz, la severidad del discurso, y toda la sabiduría de Sus palabras. De esta forma, el hombre se somete a la palabra de Dios encarnado, que aparentemente no tiene autoridad, alcanzando de esta forma Su objetivo de la salvación del hombre. Este es otro sentido de Su encarnación: hablar de forma más realista y permitir que la realidad de Sus palabras tenga un efecto sobre el hombre de forma que este dé testimonio del poder de la palabra de Dios. Así pues, esta obra, si no se hace por medio de la encarnación, no obtendrá los más mínimos resultados y no sería capaz de salvar totalmente a los pecadores. Si Dios no se hace carne, se queda como el Espíritu invisible e intangible para el hombre. Este es una criatura de carne, y el hombre y Dios pertenecen a dos mundos diferentes y son de distinta naturaleza. El Espíritu de Dios es incompatible con el hombre de carne, y no se pueden establecer relaciones entre ellos; además, el hombre no puede volverse espíritu. Así, el Espíritu de Dios debe pasar a ser una de las criaturas y hacer Su obra original. Dios puede ascender al lugar más elevado y humillarse volviéndose un hombre de la creación, obrando y viviendo entre los hombres, pero estos no pueden ascender hasta el lugar más elevado y volverse un espíritu, y mucho menos descender hasta el lugar más bajo. Por tanto, Dios debe hacerse carne para llevar a cabo Su obra. Como en la primera encarnación, sólo la carne de Dios podía redimir al hombre a través de Su crucifixión, mientras no era posible que el Espíritu de Dios fuera crucificado como una ofrenda por el pecado por el hombre. Dios podía hacerse carne directamente para servir como una ofrenda por el pecado para el hombre, pero este no podía ascender directamente al cielo para tomar la ofrenda por el pecado que Dios había preparado para él. Así, Dios debe viajar de aquí para allá entre el cielo y la tierra, en lugar de dejar que el hombre ascienda al cielo para tomar esta salvación, porque el hombre había caído y no podía ascender al cielo, mucho menos obtener la ofrenda por el pecado. Por tanto, era necesario que Jesús viniera entre los hombres y realizara personalmente la obra que estos simplemente no podían cumplir. Cada vez que Dios se hizo carne, fue absolutamente necesario que lo hiciera. Si el Espíritu de Dios hubiera podido llevar a cabo directamente cualquiera de las etapas, no habría soportado las indignidades de ser encarnado.

de ‘El misterio de la encarnación (4)’ en “La Palabra manifestada en carne

Lo mejor de Su obra en la carne es que Él puede dejar palabras y exhortaciones exactas y Su voluntad precisa para la humanidad para los que lo siguen, para que después Sus seguidores puedan, de una manera más exacta y más concreta, transmitir toda Su obra en la carne y Su voluntad a toda la humanidad para los que aceptan este camino. Sólo la obra de Dios en la carne entre los hombres logra realmente el hecho de que Dios esté y viva junto con el hombre. Sólo esta obra cumple el deseo del hombre de contemplar el rostro de Dios, de ser testigo de la obra de Dios, y de escuchar la palabra personal de Dios. El Dios encarnado da fin a la época cuando sólo la espalda de Jehová aparecía a la humanidad y también concluye la época en que la humanidad tenía la creencia en el Dios ambiguo. En particular, la obra del último Dios encarnado trae a toda la humanidad a una época más realista, más práctica y más agradable. Él no sólo concluye la época de la ley y la doctrina; de mayor importancia aún, revela a la humanidad un Dios que es real y normal, que es justo y santo, que abre la obra del plan de gestión y demuestra los misterios y el destino de la humanidad, que creó a la humanidad y da fin a la obra de gestión y que ha permanecido oculto por miles de años. Da fin por completo a la época de ambigüedad y concluye la época en la que toda la humanidad deseaba buscar el rostro de Dios pero no era capaz de hacerlo, termina la época en la que toda la humanidad servía a Satanás y guía a toda la humanidad hasta el final a una era completamente nueva. Todo esto es el resultado de la obra de Dios en la carne en vez de la del Espíritu de Dios. Cuando Dios obra en Su carne, los que lo siguen ya no buscan y andan a tientas por esas cosas vagas y ambiguas y dejan de adivinar la voluntad del Dios ambiguo. Cuando Dios esparce Su obra en la carne, los que lo siguen transmitirán la obra que ha hecho en la carne a todas las religiones y denominaciones, y van a comunicar todas Sus palabras a oídos de toda la humanidad. Todo lo que escuchen los que reciban Su evangelio van a ser los hechos de Su obra, van a ser las cosas que el hombre personalmente haya visto y escuchado y van a ser hechos y no rumores. Estos hechos son la evidencia con los cuales Él esparce la obra y también son las herramientas que usa para esparcir la obra. Sin la existencia de los hechos, Su evangelio no se esparciría a todos los países y a todos los lugares; sin los hechos sino sólo con las imaginaciones del hombre, Él nunca podría hacer la obra de conquistar todo el universo. El Espíritu no es palpable para el hombre y es invisible para el hombre, y la obra del Espíritu es incapaz de dejarle al hombre cualquier otra prueba o hechos de la obra de Dios. El hombre nunca contemplará el verdadero rostro de Dios y siempre creerá en un Dios ambiguo que no existe. El hombre nunca contemplará el rostro de Dios ni nunca escuchará las palabras que Dios habló personalmente. Las imaginaciones del hombre son, después de todo, huecas y no pueden reemplazar el verdadero rostro de Dios; el carácter inherente de Dios y la obra de Dios mismo el hombre no las puede imitar. El Dios invisible en el cielo y Su obra sólo pueden ser traídos a la tierra por el Dios encarnado que personalmente hace Su obra entre los hombres. Esta es la manera más ideal en la que Dios se aparece al hombre, en la que el hombre ve a Dios y llega a conocer el verdadero rostro de Dios, y esto no lo puede lograr un Dios no encarnado.

de ‘La humanidad corrupta necesita más que nadie la salvación del Dios encarnado’ en “La Palabra manifestada en carne”

La venida del Señor es real. Él ya ha llegado en secreto antes del desastre y expresado palabras para llevar a cabo la obra de juicio que comienza por la casa de Dios. Dichas palabras están publicadas en Internet para que investiguen todos los que buscan la verdad. ¿Desea conocer la obra de Dios en los últimos días? Haga clic en Messenger para unirse a nosotros y discutir con nosotros en línea.    


¿Por qué se ha encarnado Dios como una mujer en los últimos días? ¿Cuál es el significado de esto?

2020-05-21 01:18:46 | la salvación

La respuesta de la palabra de Dios:

Cada etapa de la obra realizada por Dios tiene un sentido real. Cuando Jesús llegó, era varón, y en este momento es mujer. A partir de esto, puedes ver que Dios creó al varón y a la mujer para Su obra y que con Él no hay distinción de género. Cuando Su Espíritu llega, Él puede adoptar cualquier carne a voluntad y esta lo representa. Sea varón o mujer, ambos representan a Dios mientras sean Su carne encarnada. Si Jesús hubiera llegado y aparecido como una mujer, en otras palabras, si una niña recién nacida, no un niño, habría de ser concebido por el Espíritu Santo, esa etapa de la obra se habría completado de todas formas. Igualmente, si un varón tuviera que completar esta etapa de la obra, la misma se completaría también. La obra llevada a cabo en ambas etapas es significativa; ninguna de las dos obras se repite ni ellas entran en conflicto entre sí. En el momento de Su obra, a Jesús se le llamaba el único Hijo, lo que indica género masculino. ¿Por qué no se menciona, entonces, al único Hijo en esta etapa? Esto se debe a que las necesidades de la obra han exigido un cambio de género diferente al de Jesús. Con Dios no hay distinción de género. Su obra se realiza como Él desea y no está sujeta a ninguna restricción; es particularmente libre, pero cada etapa tiene un significado práctico. Dios se hizo carne dos veces, y sobra decir que Su encarnación en los últimos días es la última vez. Él ha venido a revelar todos Sus hechos. Si Él no se hubiera hecho carne en esta etapa para realizar personalmente una obra de la que el hombre fuera testigo, este tendría siempre la noción de que Dios es sólo varón, no mujer. Antes de esto, todos creían que Dios sólo podía ser varón y que una mujer no podía ser llamada Dios, porque todos consideraban que el hombre tenía autoridad sobre la mujer. Creían que esta no podía asumir la autoridad, sino sólo el hombre. Incluso decían que el hombre era la cabeza de la mujer y que la mujer debía obedecer al hombre y no podría sobrepasarlo. Cuando se dijo en el pasado que el hombre era la cabeza de la mujer, se dijo con respecto a Adán y a Eva, a quienes la serpiente había engañado, y no al hombre y a la mujer creados por Jehová en el principio. Por supuesto, una mujer debe obedecer y amar a su marido, así como el hombre debe aprender a sustentar a su familia. Estos son las leyes y los decretos establecidos por Jehová que la humanidad debe cumplir durante su vida en la tierra. Jehová dijo a la mujer: “Tu deseo será para tu marido y él tendrá autoridad sobre ti”. Esto sólo se dijo para que la humanidad (es decir, tanto el hombre como la mujer) pudiera vivir una vida normal bajo el dominio de Jehová, para que su vida tuviera una estructura y no perdiera el orden. Por tanto, Jehová hizo normas apropiadas para delimitar cómo deberían actuar el hombre y la mujer, pero estas sólo se referían a toda la creación que vivía sobre la tierra y no a la carne encarnada de Dios. ¿Cómo podría ser Dios lo mismo que Su creación? Sus palabras sólo iban dirigidas a la humanidad de Su creación; eran normas establecidas para el hombre y la mujer con el fin de que la humanidad pudiera vivir una vida normal. En el principio, cuando Jehová creó a la humanidad, hizo tanto al varón como a la mujer; por tanto, Su carne encarnada también se diferenció entre varón o mujer. Él no decidió Su obra en base a las palabras que habló a Adán y a Eva. Las dos veces que se hizo carne se determinaron totalmente en línea con Su pensamiento cuando creó por primera vez a la humanidad. Es decir, Él completó la obra de Sus dos encarnaciones en base al varón y a la mujer que no habían sido corrompidos. Si el hombre aplica las palabras habladas por Jehová a Adán y a Eva, quienes habían sido engañados por la serpiente, a la obra de la encarnación de Dios, ¿no tendría que amar Jesús también a Su esposa como debería? ¿Sigue Dios siendo Dios entonces? Si lo es, ¿puede Él completar Su obra? Si es incorrecto que la carne encarnada de Dios sea mujer, ¿no habría sido también un gran error que Dios creara a la mujer? Si el hombre sigue creyendo que es incorrecto que Dios se encarne en una mujer, ¿no sería entonces un error similar a la presente encarnación, la de Jesús, quien no se casó y por tanto no pudo amar a Su esposa? Ya que usas las palabras habladas por Jehová a Eva para medir la verdad de la encarnación de Dios en el presente, debes usar las palabras de Dios a Adán para juzgar al Señor Jesús que se hizo carne en la Era de la Gracia. ¿No son lo mismo estas dos cosas? Si juzgas al Señor Jesús por el varón a quien la serpiente no había engañado, no puedes juzgar la verdad de la encarnación hoy por la mujer a quien la serpiente engañó. ¡Eso es injusto! Si emites ese juicio, eso muestra tu falta de racionalidad. Cuando Jehová se hizo carne dos veces, el género de Su carne estaba relacionado con el varón y la mujer que no habían sido engañados por la serpiente. En dos ocasiones Él se hizo carne conforme a aquel varón y a aquella hembra no seducidos por la serpiente. No pienses que la masculinidad de Jesús era la misma que la del Adán engañado por la serpiente. Jesús no tiene ninguna relación con él y son dos varones de diferentes naturalezas. ¿Seguro que la masculinidad de Jesús no demuestra que Él sólo es la cabeza de todas las mujeres, pero no de todos los hombres? ¿No es Él el Rey de todos los judíos (incluidos hombres y mujeres)? Él es Dios mismo, no sólo la cabeza de la mujer, sino del hombre también. Él es el Señor de todas las criaturas y la cabeza de todas ellas. ¿Cómo podrías determinar que la masculinidad de Jesús es el símbolo de la cabeza de la mujer? ¿No es esto blasfemia? Jesús es un varón que no ha sido corrompido. Él es Dios; Él es Cristo; Él es el Señor. ¿Cómo podría ser Él un varón como Adán, que había sido corrompido? Jesús es la carne vestida por el santísimo Espíritu de Dios. ¿Cómo podrías decir que Él es un Dios que posee la masculinidad de Adán? ¿No sería entonces errónea toda la obra de Dios? ¿Podía incorporar Jehová en Jesús la masculinidad de Adán, que había sido engañado? ¿No es la encarnación presente otra obra del Dios encarnado, diferente en género de la de Jesús, pero de igual naturaleza? ¿Todavía te atreves a decir que Dios encarnado no podría ser una mujer, ya que fue una mujer la primera que fue engañada por la serpiente? ¿Todavía te atreves a decir que al ser la mujer la más impura y el origen de la corrupción de la humanidad, Dios no podía en absoluto encarnarse como una mujer? ¿Todavía te atreves a decir que “la mujer siempre obedecerá al hombre y nunca podrá manifestar o representar directamente a Dios”? […]

Si sólo se hubiera hecho la obra de Jesús sin el complemento de esta etapa en los últimos días, el hombre se habría aferrado para siempre a la noción de que sólo Jesús es el único Hijo de Dios; es decir, Dios sólo tiene un hijo y que cualquiera que venga después con otro nombre no será el único Hijo de Dios, mucho menos Dios mismo. El hombre tiene la noción de que aquél que sirve como ofrenda por el pecado o que asume el poder de Dios y redime a toda la humanidad es el único Hijo de Dios. Hay algunos que creen que mientras el que venga sea un varón, se le puede considerar el único Hijo de Dios y representante de Dios. Y están incluso los que dicen que Jesús es el Hijo de Jehová, Su único Hijo. ¿No es esta una noción grave? Si esta etapa de la obra no tuviera lugar en la era final, toda la humanidad estaría envuelta en una sombra cuando se trata de Dios. Así, el hombre pensaría que tiene un estatus más alto que la mujer y las mujeres nunca podrían levantar la cabeza. De ser ese el caso, ninguna mujer recibiría la salvación. Las personas siempre creen que Dios es un varón y que Él siempre aborrece a la mujer y no le dará la salvación. De ser así, ¿no es cierto que todas las mujeres creadas por Jehová y también corrompidas nunca tendrían la oportunidad de ser salvadas? ¿No habría sido entonces inútil que Jehová creara a la mujer, es decir, a Eva? ¿Y no perecería la mujer por toda la eternidad? Por tanto, esta etapa de la obra en los últimos días es para salvar a toda la humanidad, no sólo a la mujer sino a toda la humanidad. Esta obra es por el bien de toda la humanidad, no sólo por la mujer. Si alguien piensa de otra forma, ¡es de lo más insensato!

[…] Jesús y Yo venimos del mismo Espíritu. Aunque nuestras carnes no tienen relación, nuestros Espíritus son uno; aunque lo que hacemos y la obra que llevamos no sean lo mismo, somos iguales en esencia; nuestras carnes adoptan distintas formas, y esto es debido al cambio en la era y la necesidad de nuestra obra; nuestros ministerios no son iguales, por lo que la obra que traemos y el carácter que revelamos al hombre también son diferentes. Esa es la razón por la que lo que el hombre ve y recibe hoy en día es diferente a lo del pasado; esto es así por el cambio en la era. Aunque el género y la forma de Sus carnes son diferentes, y aunque Ellos no nacieron de la misma familia, mucho menos en la misma época, Sus Espíritus son uno. Aunque Sus carnes no comparten la misma sangre ni una relación física de ninguna forma, esto no niega que Ellos sean las carnes encarnadas de Dios en dos períodos de tiempo diferentes. Es una verdad innegable que son las carnes encarnadas de Dios, aunque no compartan el mismo linaje o un lenguaje humano común (uno fue un varón que hablaba el lenguaje de los judíos y el otro es una mujer que sólo habla chino). Es por estas razones que Ellos realizan la obra que deben en diferentes países y en períodos de tiempo distintos también. A pesar del hecho de que son el mismo Espíritu y poseen la misma esencia, no hay ninguna similitud en absoluto entre los armazones externos de Sus carnes. Simplemente comparten la misma humanidad, pero la apariencia y el nacimiento de Sus carnes no son parecidos. Esto no ejerce ningún impacto en Sus respectivas obras o en el conocimiento que el hombre tiene de Ellos, porque, después de todo, son el mismo Espíritu y nadie puede separarlos. Aunque no tienen parentesco alguno, Sus seres por entero están dirigidos por Sus Espíritus, de forma que Ellos emprenden una obra diferente en distintos períodos de tiempo, con Sus carnes que no comparten un linaje. De manera similar, el Espíritu de Jehová no es el padre del Espíritu de Jesús, al igual que el Espíritu de Jesús no es el hijo del Espíritu de Jehová. Ambos son el mismo Espíritu, al igual que el Dios encarnado de hoy en día y Jesús. Aunque no tienen relación de sangre, son uno; esto se debe a que Sus Espíritus son uno. Él puede realizar la obra de compasión y misericordia, así como la de juicio justo y castigo del hombre y la de traer maldiciones sobre el hombre. Al final, Él puede realizar la obra de destruir el mundo y castigar a los malvados. ¿Acaso no hace todo esto Él mismo? ¿No es esto la omnipotencia de Dios?

de ‘Las dos encarnaciones completan el sentido de la encarnación’ en “La Palabra manifestada en carne

La sabiduría, lo maravilloso, la justicia, y la majestad de Dios nunca cambiarán. Su esencia y lo que Él tiene y es nunca cambiarán. Sin embargo, Su obra siempre está progresando hacia adelante, y siempre va profundizando, porque Él siempre es nuevo y nunca viejo. En cada era Dios adopta un nuevo nombre, hace una obra nueva, y permite a Sus criaturas ver Su nueva voluntad y nuevo carácter. Si las personas no ven la expresión del nuevo carácter de Dios en la nueva era, ¿no lo clavarían eternamente en la cruz? Y al hacerlo, ¿no lo definirían? Si Dios sólo se encarnó como varón, las personas lo definirían como tal, como el Dios de los hombres, y nunca creerían que es el Dios de las mujeres. Entonces, los hombres creerían que Dios es del mismo género que los hombres, que Él es la cabeza de los hombres; ¿y qué hay de las mujeres? Esto es injusto; ¿no es un trato preferencial? Si fuera el caso, todos aquellos a quienes Dios salvó serían hombres como Él, y no habría salvación para las mujeres. Cuando Dios creó a la humanidad, creó a Adán y a Eva. No sólo creó a Adán, sino que hizo tanto al varón como a la mujer a Su imagen. Dios no es sólo el Dios de los hombres, también lo es de las mujeres. Él está haciendo una nueva obra en los últimos días. Él revelará más de Su carácter, y no serán la compasión y el amor de la época de Jesús. Como tiene una obra nueva, esta irá acompañada por un nuevo carácter. Por tanto, si esta obra fue realizada por el Espíritu, si Dios no se hizo carne, sino que el Espíritu habló directamente por medio del trueno, de forma que el hombre no tuviera contacto alguno con Él, ¿conocería el hombre Su carácter? Si sólo el Espíritu hizo la obra, el hombre no tendría forma de conocer Su carácter. Las personas sólo pueden ver el carácter de Dios con sus propios ojos cuando Él se hace carne, cuando la Palabra aparece en la carne, y Él expresa todo Su carácter por medio de la carne. Dios vive de verdad en medio del hombre. Él es de imagen y forma; el hombre puede tener contacto realmente con Su carácter y lo que Él tiene y es; sólo de esta forma puede el hombre conocerlo en realidad. Al mismo tiempo, Dios también ha completado Su obra de ser el Dios de hombres y mujeres, y ha cumplido la totalidad de Su obra en la carne.

de ‘La visión de la obra de Dios (3)’ en “La Palabra manifestada en carne”

¡Gracias por visitar mi blog! Ahora se han cumplido las profecías de la venida del Señor, también es el momento crucial para darle la bienvenida. Entonces, ¿cómo podemos recibir al Señor y ser arrebatados al reino de los cielos? Si se encuentra con problema y confusión en su fe y vida, le invitamos a comunicarse y explorar con nosotros a través de Messenger.


Película cristiana en español | La fe en Dios 3: Levántense, los que se rehúsan a ser esclavos

2020-05-19 18:36:57 | Película cristiana en español

Película cristiana en español | La fe en Dios 3: Levántense, los que se rehúsan a ser esclavos

Dios creó a la humanidad, y es derechos naturales que los seres humanos crean en Dios y adoren a Dios. Sin embargo, el partido ateo del PCCh no permite que las personas crean en Dios. Para eliminar por completo las creencias religiosas, erigir un país ateo en China, El gobierno chino hace cada intento,  planee deliberadamente para configurar varias trampas, y usa todo tipo de medios despreciables para arrestar y perseguir a los cristianos. 

Meng Changlin era un colaborador de la Iglesia de las Tres Autonomías. Inicialmente pensó que creer en el Señor en una Iglesia de las Tres Autonomías le ahorraría ser perseguido por el Partido Comunista de China. Sin embargo, cuando Xi Jinping llega al poder, el PCCh aumenta su persecución a la fe religiosa y hasta la Iglesia de las Tres Autonomías gestionada por el gobierno comienza a sufrir represión y persecución. Muchas de sus cruces son derribadas, sus iglesias demolidas, y el PCCh hasta obliga a las iglesias a desplegar la bandera nacional, cantar el himno y exhibir un retrato del presidente Xi.Ante esta persecución por parte del PCCh, el pastor no guía a los creyentes para orar y buscar la voluntad de Dios, sino que por el contrario, obedece en todo al PCCh. Meng Changlin cree que esto es apartarse completamente del camino del Señor, y que se han convertido en esclavos de Satanás, el rey de los demonios. Urge a sus pastores a abandonar la Iglesia de las Tres Autonomías y seguir el camino de las iglesias clandestinas, pero su pastor lo reprende y se interpone en su camino. Justo en ese momento, encuentra a Xiang Zhiheng, un cristiano de la Iglesia de Dios Todopoderoso. A través de la búsqueda y la comunicación, Meng Changlin puede ver con más claridad que nunca que la política de las Tres Autonomías es simplemente una estrategia del PCCh para ganar tiempo para su plan de eliminar la fe religiosa por completo; ve que cuando los pastores y ancianos llevan a los creyentes a obedecer al PCCh, se resisten a Dios y lo traicionan, y que son todos falsos pastores al servicio de Satanás. Al mismo tiempo, Meng Changlin logra entender la importancia de experimentar persecución y enfrentar adversidades como parte de creer en el Señor, y ve con claridad que tener fe en Dios bajo el régimen satánico del PCCh requiere arriesgar la vida para seguir a Dios. Logra entender que creer en Dios requiere escuchar Sus palabras y obedecerlo, y que no se puede escuchar u obedecer a nadie que no sea Dios. Meng Changlin y los demás, a través de la búsqueda y el estudio, ven que las palabras de Dios Todopoderoso son toda la verdad y la voz de Dios, y que Dios Todopoderoso es el Señor Jesús retornado. Están llenos de gozo y, por fin, se libran de las ataduras y restricciones del régimen satánico del PCCh y de los falsos pastores y anticristos del mundo religioso. Regresan ante el trono de Dios.

Recomendación: guerra espiritual

La mayoría de la gente cree en Dios y lo sigue es por la gracia del Señor, pero ¿alguna vez hemos reflexionado que tener la fe en Dios solo para obtener gracia y disfrutar de bendiciones materiales? ¿Qué es exactamente creer en Dios? ¿Cómo creer en Dios pueden ser elogiados por Él? No dude en hacer clic en Messenger para discutir con nosotros. 


Canto evangélico | El Hijo del hombre encarnado es Dios mismo

2020-05-18 11:28:02 | Canto evangélico

Canto evangélico | El Hijo del hombre encarnado es Dios mismo

I

Cuando la divinidad de Dios se hizo carne y sangre,

Su presencia fue menos difusa

y el hombre se pudo acercar a Dios.

Pudo captar la voluntad de Dios y entender Su divinidad

por las palabras, actos y obras del Hijo del hombre.

Con Su humanidad,

el Hijo del hombre expresó la voluntad y divinidad de Dios,

y al mostrar Su voluntad y carácter,

reveló a la gente el Dios en el reino espiritual,

que no se puede ver ni tocar.

Vieron a un Dios de carne y hueso.

II

Así, el Hijo del hombre encarnado

hizo que el carácter de Dios, la identidad, y mucho más, sean humanos y tangibles.

Ya sea Su humanidad o divinidad,

no podemos negar que Él es el estado y la identidad de Dios.

Con Su humanidad,

el Hijo del hombre expresó la voluntad y divinidad de Dios,

y al mostrar Su voluntad y carácter,

reveló a la gente el Dios en el reino espiritual,

que no se puede ver ni tocar.

Vieron a un Dios de carne y hueso.

III

Durante ese tiempo, Dios obró y habló encarnado.

Con la identidad del Hijo del hombre,

se presentó ante la humanidad,

la cual pudo conocer las palabras y la obra de Dios,

con la humildad le mostró Su grandeza y divinidad.

El hombre siente y comprueba la realidad de Dios;

el hombre capta lo que significa.

Con Su humanidad,

el Hijo del hombre expresó la voluntad y divinidad de Dios,

y al mostrar Su voluntad y carácter,

reveló a la gente el Dios en el reino espiritual,

que no se puede ver ni tocar.

Vieron a un Dios de carne y hueso.

IV

Aunque la obra, las formas y el hablar del Señor Jesús

eran distintos de la persona real de Dios en el reino del espíritu,

Él era Dios como nunca antes se había visto.

Esto no se puede negar, no se puede negar.

Con Su humanidad,

el Hijo del hombre expresó la voluntad y divinidad de Dios,

y al mostrar Su voluntad y carácter,

reveló a la gente el Dios en el reino espiritual,

que no se puede ver ni tocar.

Vieron a un Dios de carne y hueso.

De “Seguir al Cordero y cantar nuevos cánticos”

Tal vez te guste: ¿Que es la encarnacion?

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Se acercan los días de Noé en el fin de los tiempos: ¿Cómo debemos buscar la aparición de Dios?

2020-05-17 19:02:44 | Venida del Señor

Se acercan los días de Noé en el fin de los tiempos: ¿Cómo debemos buscar la aparición de Dios?
Índice

Han surgido los días de Noé: ¿Qué presagia esto?
¿Cómo vendrá el Señor en los últimos días?
¿Qué obra viene a hacer el Señor en los últimos días?
¿Cómo debemos recibir la aparición y la obra del Señor?

Han surgido los días de Noé: ¿Qué presagia esto?

Cuando hablamos de la humanidad en los tiempos de Noé, todo el mundo sabe que asesinar e incendiar, robar y actuar con promiscuidad, formaba parte del día a día para la gente de esa época. Rechazaron a Dios y no seguían Sus palabras, y al final Dios los destruyó con un gran diluvio. Entonces nos fijamos en la gente del mundo actual: veneran el mal, y uno ve lugares como bares de karaoke, salones de masaje, tabernas y discotecas en las calles y callejuelas de todas las ciudades. La gente come, bebe y se divierte, abandonada a los placeres de la carne; la mayoría compite entre sí por la fama, la ganancia y el estatus, pelean entre ellos, conspiran contra los demás y se engañan mutuamente, sin hacer una excepción con los amigos y parientes. Están todos hartos de la verdad, están enamorados de la injusticia y viven en el pecado; nadie toma la iniciativa de buscar la verdad o de buscar el verdadero camino, e incluso niegan y se oponen abiertamente a Dios. Toda la humanidad vive bajo el dominio de Satanás, e incluso aquellos que creen en el Señor se degradan a sí mismos para seguir las tendencias mundanas. Codician los placeres pecaminosos, viven siempre en un ciclo de pecado y confesión, y no ponen en práctica las enseñanzas del Señor, aunque las conocen bien. Tales escenas traen inevitablemente a la memoria la profecía que hizo el Señor Jesús hace dos mil años: “Tal como ocurrió en los días de Noé, así será también en los días del Hijo del Hombre. Comían, bebían, se casaban y se daban en casamiento, hasta el día en que Noé entró en el arca, y vino el diluvio y los destruyó a todos. […] Lo mismo acontecerá el día en que el Hijo del Hombre sea revelado” (Lucas 17:26-30). En esta profecía vemos que cuando el pueblo de los últimos días se corrompa y se vuelva tan malvado como el pueblo de los tiempos de Noé, el Señor regresará. ¿Pero de qué manera aparecerá el Señor? ¿Y cómo debemos recibirlo?

¿Cómo vendrá el Señor en los últimos días?

Mucha gente habla de este versículo de la Biblia: “Y verán al Hijo del Hombre que viene sobre las nubes del cielo con poder y gran gloria” (Mateo 24:30). Creen que cuando el Señor regrese, vendrá abiertamente sobre una nube, y que nos elevará directamente al reino de los cielos y todos lo verán, por lo que esperan pasivamente que el Señor venga en una nube. La verdad es, sin embargo, que hemos ignorado las profecías bíblicas que declaran que hay otro camino por el cual regresará el Señor, como “He aquí, vengo como ladrón” (Apocalipsis 16:15), “Por tanto, si no velas, vendré como ladrón […]” (Apocalipsis 3:3), “He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él y él conmigo” (Apocalipsis 3:20), “Porque así como el relámpago sale del oriente y resplandece hasta el occidente, así será la venida del Hijo del Hombre” (Mateo 24:27), y “Por eso, también vosotros estad preparados, porque a la hora que no pensáis vendrá el Hijo del Hombre” (Mateo 24:44). Estas profecías mencionan el regreso del Señor “como ladrón”, y que Él estará “estoy a la puerta y llamo”. Esto prueba que el Señor vendrá en silencio y en secreto, y que esto ocurrirá sin el conocimiento de nadie. Estos versos también mencionan “venida del Hijo del Hombre” y “vendrá el Hijo del Hombre”, y cualquier referencia al «Hijo del hombre» significa Dios encarnado. Solo el que nace del hombre y posee una humanidad normal puede ser llamado «el Hijo del hombre»; si el Señor vino en la forma de Su cuerpo espiritual después de Su resurrección, entonces no se le podría llamar «el Hijo del hombre». Así que esto muestra que, en los últimos días, el Señor regresa en la carne para obrar en secreto entre los hombres.

En este punto, algunos pueden sentirse confundidos y pensar, «la Biblia profetiza que el Señor vendrá con las nubes y que todos los ojos lo verán, pero también que el Señor vendrá en la carne en secreto. ¿No es esto una contradicción?». De hecho, no existe contradicción en las palabras de Dios. La venida del Señor ocurre de dos maneras: una es que viene abiertamente con las nubes, la otra que viene en secreto como un ladrón. Todo lo que Dios profetizó se cumplirá y se llevará a cabo, pero Dios obra por etapas, y existe un plan para Su obra. Dios primero se encarna y viene en secreto a realizar Su obra para salvar al hombre, y luego aparece abiertamente ante todos, montado en una nube, para recompensar a los buenos y castigar a los malvados.

¿Qué obra viene a hacer el Señor en los últimos días?

¿Por qué Dios viene primero en secreto? Esto se refiere a la obra que Dios realiza cuando aparece en los últimos días. Leamos estos versículos de la Biblia: “Porque es tiempo de que el juicio comience por la casa de Dios” (1 Pedro 4:17). “El que me rechaza y no recibe mis palabras, tiene quien lo juzgue; la palabra que he hablado, esa lo juzgará en el día final” (Juan 12:48). “Diciendo a gran voz: Temed a Dios y dadle gloria, porque la hora de su juicio ha llegado; adorad al que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas” (Apocalipsis 14:7). “Al vencedor le haré una columna en el templo de mi Dios, y nunca más saldrá de allí” (Apocalipsis 3:12). “Aún tengo muchas cosas que deciros, pero ahora no las podéis soportar. Pero cuando Él, el Espíritu de verdad, venga, os guiará a toda la verdad, porque no hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oiga, y os hará saber lo que habrá de venir” (Juan 16:12-13). Y las palabras de Dios dicen: “Aunque Jesús hizo mucha obra entre los hombres, sólo completó la redención de toda la humanidad, se convirtió en la ofrenda por el pecado del hombre, pero no lo libró de su carácter corrupto. Salvar al hombre totalmente de la influencia de Satanás no sólo requirió a Jesús cargar con los pecados del hombre como la ofrenda por el pecado, sino también que Dios realizara una obra mayor para librar completamente al hombre de su carácter, que ha sido corrompido por Satanás. Y así, después de que los pecados del hombre fueron perdonados, Dios volvió a la carne para guiar al hombre a la nueva era, y comenzó la obra de castigo y juicio, que llevó al hombre a una esfera más elevada” (‘Prefacio’ en “La Palabra manifestada en carne”).

Encontramos en estas palabras que cuando el Señor regrese en los últimos días, expresará más verdades y realizará la obra de juicio. Él usará “la palabra que [Él] ha hablado” para juzgar y exponer nuestra corrupción, para que podamos reflexionar sobre nosotros mismos, lograr un verdadero arrepentimiento y cambio, siendo purificados finalmente por Dios y convirtiéndonos en los vencedores que son llevados a su reino. Esto se debe a que, aunque hemos sido redimidos por el Señor Jesús y nuestros pecados han sido perdonados, la raíz de nuestro pecado, es decir, nuestra naturaleza pecaminosa, permanece en lo profundo de nosotros y, controlados por ella, no podemos evitar pecar con frecuencia. Aquí van apenas un par de ejemplos: cuando otras personas hacen cosas que van en contra de nuestros intereses, puede que los odiemos o nos enfademos; normalmente decimos que seremos leales a Dios y le obedeceremos, pero cuando ocurre algo que no nos gusta, malinterpretamos y culpamos a Dios y, en casos graves, incluso lo abandonamos. Esto demuestra que no nos hemos librado de las cadenas y limitaciones del pecado, que seguimos viviendo en un estado de pecar y luego confesar, y que necesitamos a Dios encarnado para realizar la obra de juicio para purificar nuestra corrupción de una vez por todas. Cuando oímos la voz de Dios, nos elevamos ante Dios y experimentamos el juicio y el castigo de las palabras de Dios; cuando nuestras actitudes corruptas se purifican y podemos someternos a Dios, adorarlo y amarlo en cualquier circunstancia, entonces es cuando Dios nos hace vencedores. Estos son los 14.4000 vencedores que se profetizaron en el Apocalipsis, y cumple perfectamente el capítulo 14, versículo 4 de este: “Estos son los que no se han contaminado con mujeres, pues son castos. Estos son los que siguen al Cordero adondequiera que va. Estos han sido rescatados de entre los hombres como primicias para Dios y para el Cordero”. Si el Señor regresara primero en una nube con gran gloria, entonces todo el mundo se postraría para adorarlo. No sería posible entonces exponer la rebeldía y oposición a Dios dentro de la naturaleza del hombre, y sería infundado que Dios expresara verdades dirigidas a nuestras expresiones de corrupción para juzgarnos. Aunque Dios revelara nuestra esencia corrupta, no la aceptaríamos, y no podríamos ser purificados ni cambiados. Si ese fuera el caso, Dios sería incapaz de realizar Su obra de crear a los vencedores.

Además, en los últimos días, Dios también revelará cada tipo de persona, separará a cada uno según su especie, y recompensará a los buenos y castigará a los malvados. Si el Señor regresara en una nube con gran gloria, entonces todos lo verían y se postrarían para recibirlo y someterse a Él. Nadie, ya creyera en Dios o perteneciera a Satanás, amara la verdad o no, obedeciera a Dios o se opusiera a Él, podría ser expuesto por Dios. Entonces, la cosecha y el aventar, como se predice en la Biblia, y la obra de separar a cada uno según su especie, separar las ovejas de las cabras, el trigo de la cizaña, y todo lo demás, no podrían cumplirse. Aunque Dios sabe quién es bueno y quién es malo, si la gente no se revela, entonces no lo reconocerán, y mucho menos se convencerán de ello. Por lo tanto, está claro que Dios hace la obra de juicio en los últimos días para salvar al hombre de una vez por todas, para crear un grupo de vencedores, y para separar a cada uno según su especie. Para ello, primero debe hacerse carne y venir en secreto. Una vez se cree un grupo de vencedores, el período de la obra secreta de Dios llegará a su fin, y solo entonces Dios vendrá abiertamente con las nubes, se aparecerá a todas las naciones y pueblos para comenzar a recompensar a los buenos y castigar a los malvados. Todos aquellos que han aceptado la obra de juicio de Dios y han sido purificados serán finalmente conducidos al reino de Dios, mientras que aquellos que no han aceptado la obra de Dios encarnado, y que se oponen, calumnian y blasfeman contra Dios, se revelarán como los siervos malvados y la cizaña. Todas esas personas serán barridas por los desastres con mucho llanto y crujir de dientes. Solo entonces se cumplirá esta profecía del Apocalipsis: “He aquí, viene con las nubes y todo ojo le verá, aun los que le traspasaron; y todas las tribus de la tierra harán lamentación por Él” (Apocalipsis 1:7).

¿Cómo debemos recibir la aparición y la obra del Señor?

Mientras Dios encarnado obra en secreto, ¿qué podemos hacer para poder recibir al Señor? En Apocalipsis 3:20 dice: “He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él y él conmigo”. En Mateo 25:6 dice: “Pero a medianoche se oyó un clamor: ‘¡Aquí está el novio! Salid a recibirlo’”. Podemos ver en estos versos que, en los últimos días, Dios usará sus palabras para llamar a nuestras puertas, y usará a la gente para gritar la noticia de que el novio ha regresado. Por lo tanto, cuando alguien nos predica el evangelio, debemos buscar con el corazón abierto y centrarnos en escuchar la voz de Dios. Mientras reconozcamos que es la voz de Dios, debemos apresurarnos a aceptar y someternos, y seguir el ritmo de la obra de Dios en los últimos días. Esto es lo que significa recibir el regreso del Señor.

En la actualidad, solo la Iglesia de Dios Todopoderoso da testimonio abiertamente de que el Señor ha venido en secreto en la carne y que es Dios Todopoderoso, Cristo de los últimos días. Dios Todopoderoso ha expresado millones de palabras y realiza la obra de juicio comenzando por la casa de Dios, purificando y salvando a todos los que acuden ante Él. Dios Todopoderoso apareció y ha estado realizando Su obra durante casi 30 años, y ya ha creado un grupo de vencedores; la obra de juicio de Dios está ahora cercana a su final. Uno tras otro, ocurren desastres por todo el mundo; los días de Noé se acercan. Debemos ser las vírgenes prudentes y apresurarnos a investigar la obra de Dios Todopoderoso de los últimos días, ya que al hacerlo tendremos la oportunidad de recibir al Señor y quedar atrapados antes de que lleguen los desastres. Si nos aferramos a la idea de que el Señor viene con las nubes y nos negamos a buscar e investigar la obra de Dios encarnado, entonces seremos abandonados y eliminados por el Señor, y seremos barridos por los desastres y castigados. Es como dice Dios Todopoderoso: “Muchas personas pueden no preocuparse por lo que digo, pero aun así quiero decirle a cada uno de estos llamados santos que siguen a Jesús que, cuando lo veáis descendiendo del cielo sobre una nube blanca con vuestros propios ojos, esta será la aparición pública del Sol de justicia. Quizás será un momento de gran entusiasmo para ti, pero deberías saber que el momento en el que veas a Jesús descender del cielo será también el momento en el que irás al infierno a ser castigado. Ese será el momento del final del plan de gestión de Dios, y será cuando Él recompense a los buenos y castigue a los malos. Porque Su juicio habrá terminado antes de que el hombre vea señales, cuando sólo exista la expresión de la verdad” (‘En el momento que contemples el cuerpo espiritual de Jesús, Dios ya habrá vuelto a crear el cielo y la tierra’ en “La Palabra manifestada en carne”).

Scripture quotations taken from LBLA. Copyright by The Lockman Foundation.

La venida del Señor es real. Él ya ha llegado en secreto antes del desastre y expresado palabras para llevar a cabo la obra de juicio que comienza por la casa de Dios. Dichas palabras están publicadas en Internet para que investiguen todos los que buscan la verdad. ¿Desea conocer la obra de Dios en los últimos días? Haga clic en Messenger para unirse a nosotros y discutir con nosotros en línea.  


Señales de la venida del Señor: Las 5 profecías de la biblia se han cumplido

2020-05-16 12:58:31 | profecías de la biblia

Señales de la venida del Señor: Las 5 profecías de la biblia se han cumplido

Ahora nos encontramos al final de los últimos días y muchos hermanos y hermanas que creen sinceramente en el Señor y esperan Su regreso seguramente deben estar pensando en esta cuestión. En el capítulo 22, versículo 12 del Apocalipsis, el Señor Jesús profetizó: “He aquí, yo vengo pronto”. El Señor nos prometió que vendría de nuevo en los últimos días; así pues ¿ya ha vuelto? Esta pregunta es muy importante para nosotros los cristianos, así que, ¿cómo sabemos exactamente si el Señor ha regresado o no? En realidad, el Señor Jesús ya nos lo ha dicho a través de las profecías bíblicas y, si reunimos todos los datos y los ponderamos seriamente, entonces encontraremos la respuesta.

1. La aparición de la guerra, el hambre y los terremotos

En Mateo, capítulo 24, versículos del 6 al 8, dice: “Y habréis de oír de guerras y rumores de guerras. ¡Cuidado! No os alarméis, porque es necesario que todo esto suceda; pero todavía no es el fin. Porque se levantará nación contra nación, y reino contra reino, y en diferentes lugares habrá hambre y terremotos. Pero todo esto es sólo el comienzo de dolores”. Los desastres que se han producido en todo el mundo en los últimos años son cada vez más graves y, para horror del hombre, los terremotos, las inundaciones, las sequías, los incendios forestales, las hambrunas y los brotes de enfermedades son frecuentes y están muy extendidos. El mundo se encuentra en un estado cambiante y turbulento, y la guerra, los actos violentos, los conflictos regionales y los atentados terroristas se producen con frecuencia y siguen agravándose. Por ejemplo, en abril de 2015, dieciséis estados de Estados Unidos descubrieron que tenían el virus de la gripe aviar y los expertos dictaminaron que aquel era el peor brote de gripe aviar en Estados Unidos en 30 años. El 25 de abril de 2015, un terremoto de 8,1 grados en la escala de Richter tuvo lugar en el centro de Nepal, causando alrededor de 9.000 muertos y 22.000 heridos. Fue el mayor desastre natural que ha golpeado a Nepal en más de 80 años. Entre noviembre de 2015 y julio de 2016, París, Bruselas y Niza sufrieron varios atentados terroristas que causaron la muerte de al menos 200 personas y más de 700 heridos. En abril de 2016, la India experimentó su peor sequía en 40 años, lo que provocó que más de 300 millones de personas tuvieran problemas para encontrar agua suficiente para beber. Del 4 al 6 de febrero de 2017, debido a las fuertes nevadas, se produjeron una serie de avalanchas a lo largo de la frontera entre Afganistán y Pakistán que causaron la muerte de más de 100 personas y afectaron a 2.617 familias, lo cual dio un total de 15.702 personas. Al amanecer del 1 de abril de 2017, las inundaciones y los deslizamientos de tierra causados por las fuertes lluvias afectaron a Mocoa, Colombia, causando al menos 316 muertos, 332 heridos y 103 desaparecidos. Fue el tercer desastre relacionado con el clima en la historia de Colombia y es considerado el peor que haya afectado a Mocoa. Es precisamente la frecuencia de estos desastres lo que sirve como un recordatorio a la humanidad por parte de Dios y a partir de ellos vemos que esta profecía bíblica se cumplió ya hace mucho y que el Señor ha regresado.

2. La restauración de Israel

En Mateo, capítulo 24, versículos del 32 al 33, dice: “Y de la higuera aprended la parábola: cuando su rama ya se pone tierna y echa las hojas, sabéis que el verano está cerca. Así también vosotros, cuando veáis todas estas cosas, sabed que El está cerca, a las puertas”. Como todos sabemos, se habla de la higuera que extiende sus hojas en referencia a la restauración de Israel. Israel fue restaurado el 14 de mayo de 1948. Estas escrituras nos dicen que cuando veamos a Israel restaurado, el Hijo del Hombre está a la puerta. Ya han pasado 70 años desde que Israel fue restaurado; hace 70 años, el Señor estaba a la puerta, entonces ¿no ha regresado ya hace mucho? Está muy claro que esta profecía del regreso del Señor Jesús también se ha cumplido.

3. Será predicado este evangelio en todo el mundo

En Mateo, capítulo 24, versículos 14, dice: “Y este evangelio del reino se predicará en todo el mundo como testimonio a todas las naciones, y entonces vendrá el fin” “Este evangelio […] se predicará en todo el mundo” significa que cuando en todo el mundo se haya escuchado el evangelio del Señor Jesús, Cristo vendrá. (No significa que todas las personas del mundo hayan escuchado el evangelio o crean en Cristo). Cuando el Señor Jesús fue clavado en la cruz y completó Su obra de redención, el Espíritu Santo comenzó a guiar a los discípulos y apóstoles para que dieran testimonio del Señor Jesús. Desde entonces, el evangelio del Señor se ha difundido gradualmente a través de todo tipo de canales, como la radio, Internet, los libros, los folletos del evangelio o la evangelización de los creyentes. El cristianismo se ha establecido en todo el mundo y muchos países incluso tienen al cristianismo como su religión nacional. Los cristianos también se han extendido por todo el mundo desde hace mucho tiempo, e incluso hay muchos que aceptan el Evangelio del Señor Jesús en China, que está gobernada por un partido político ateo. El Evangelio de la redención del Señor Jesús se ha extendido desde hace mucho tiempo hasta los confines del mundo. Queridos hermanos y hermanas, pensadlo un momento: ¿Qué nación o región del mundo nunca ha escuchado el evangelio del Señor Jesús?

4. La maldad abundará y el amor de los creyentes se enfriará

En Mateo, capítulo 24, versículos 12, dice: “Y debido al aumento de la iniquidad, el amor de muchos se enfriará”. La maldad está aumentando ahora en el mundo de la religión, que ya no tiene la obra del Espíritu Santo ni la presencia de Dios. Aunque algunos parezcan tener una creencia ferviente, todavía caminan por la senda de lo mundano. La codicia de la riqueza es la tónica general entre los creyentes; algunos venden todo tipo de bienes en sus iglesias, otros se dedican a los negocios y otros dirigen fábricas y se dedican a hacer dinero. No se preocupan por trabajar para el Señor y viven inmersos en los enredos mundanos. Cuando los pastores y ancianos predican, se enfocan solamente en explicar el conocimiento bíblico y las teorías teológicas en vez de predicar las palabras del Señor; no dan testimonio del Señor ni lo exaltan, no conducen a los creyentes a buscar entender la voluntad del Señor. Y, así, terminan llevando a sus oyentes al conocimiento bíblico y su rebaño se aleja cada vez más de Dios. Algunos pastores y ancianos compiten entre sí y se involucran en disputas por celos, hasta tal punto que incluso forman camarillas, se dividen en diferentes facciones y pandillas, roban ofrendas, se involucran en conductas sexuales inapropiadas y no tienen en absoluto un corazón temeroso de Dios. Esos actos malvados están ocurriendo con cada vez mayor frecuencia en el mundo religioso y las iglesias están cada vez más desoladas. Estas cosas inevitablemente nos recuerdan al fin de la Era de la Ley, cuando el templo que antes había estado lleno de la gloria de Jehová parecía desolado, los sacerdotes hacían pobres sacrificios y el templo se convirtió en un mercado. ¿Hay alguna diferencia entre las iglesias de hoy y el templo del final de la Era de la Ley? Esto nos hace darnos cuenta de que esta profecía bíblica se ha cumplido totalmente y el Señor ha regresado.

5. La aparición de falsos Cristos y falsos profetas

Dice en Marcos capítulo 13, versículo 6, que cuando los discípulos preguntaron al Señor Jesús qué presagios habría para Su segunda venida en los últimos días, el Señor Jesús dijo: “Muchos vendrán en mi nombre diciendo: ‘Yo soy el Cristo’, y engañarán a muchos”. Y está registrado en Mateo capítulo 24, versículo 24, “Porque se levantarán falsos Cristos y falsos profetas, y mostrarán grandes señales y prodigios, para así engañar, de ser posible, aun a los escogidos”.

El Señor Jesús profetizó que cuando regresara en los últimos días, aparecerían falsos Cristos y falsos profetas. En los últimos años, falsos Cristos y falsos profetas han aparecido uno tras otro en países como China, Corea del Sur y Japón. Se llaman Cristo a sí mismos y no sólo usurpan el nombre de Jesús, sino que también tratan de imitar las señales y maravillas del Señor Jesús, sanando a los enfermos, expulsando demonios, etc. Con la aparición de tantos falsos Cristos, podemos ver que esta profecía concerniente al regreso del Señor Jesús se ha cumplido, pues si aparecen falsos Cristos es que el verdadero Cristo ya ha venido. En este momento, con mayor razón debemos tomar la iniciativa y buscar la apariencia y la obra de Dios. Tal vez algunos hermanos y hermanas puedan decir: “Ahora han aparecido muchos falsos Cristos y falsos profetas. Si tomamos la iniciativa de buscarlos e investigarlos, ¿qué haremos si nos engañan?”. Pero si no buscamos e investigamos la aparición y la obra de Dios porque tenemos miedo de ser engañados, no sabremos si el Señor ha regresado y ¿acaso no nos haría eso aún más propensos a ser abandonados? ¿No estaríamos dejando de comer por miedo a atragantarnos y perdiendo mucho por querer salvar un poco? Con esto nos damos cuenta de que adoptar una actitud de no escuchar nada, no ver nada y no tocar nada hacia todos los que predican la venida del Señor por temor a ser engañados es una tontería. Si queremos darle la bienvenida al regreso del Señor Jesús, entonces es crucial poder diferenciar entre los falsos Cristos y el verdadero Cristo. Sólo así podemos darle la bienvenida al Señor y no dejarnos engañar. Entonces, ¿cuáles son las características de un falso Cristo? El Señor Jesús dijo, “Porque se levantarán falsos Cristos y falsos profetas, y mostrarán grandes señales y prodigios”. A partir de las palabras del Señor, podemos reconocer los rasgos principales de los falsos Cristos: sólo pueden realizar algunas señales y maravillas sencillas y predican falacias que parecen verdaderas pero que en realidad son falsas para engañar a la gente; son completamente incapaces de expresar cualquier verdad que resuelva el problema de la humanidad respecto al pecado y la confesión, y tampoco pueden salvar a la humanidad de su propia corrupción. Esto se debe a que la esencia de los falsos Cristos es la misma de los espíritus malignos extremadamente malvados y están completamente desprovistos de verdad. Sólo Cristo es la verdad, el camino y la vida; sólo Cristo puede expresar la verdad, mostrarnos el camino y darnos la vida. Todos aquellos que no pueden expresar la verdad para proveernos de ella y sólo pueden mostrar algunas señales y maravillas simples son falsos Cristos; ese es el principio fundamental de cómo diferenciar a los falsos Cristos del verdadero Cristo. Teniendo como base las palabras del Señor no debemos preocuparnos de ser engañados. Para saber diferenciar más concretamente entre los falsos Cristos y el verdadero Cristo, podéis ver este maravilloso video, Cómo diferenciar entre el Cristo verdadero y los falsos Cristos.

A partir de los hechos arriba mencionados, nos damos cuenta de que todas las profecías concernientes al regreso del Señor Jesús se han cumplido: el Señor ha regresado. Sin embargo, mucha gente seguramente se preguntará: “Si el Señor ha regresado, ¿por qué no le hemos dado todavía la bienvenida?”. ¿Alguna vez has pensado que podría haber algo equivocado en la manera en que practicamos la bienvenida al regreso del Señor Jesús? Cuando se trata del regreso del Señor Jesús, muchas personas hacen de la protección contra los falsos Cristos su prioridad número uno. Se aferran a sus conceptos e imaginaciones y creen que todos los que dan testimonio del regreso del Señor son falsos, y no se preocupan de cómo ser una virgen prudente y escuchar la voz de Dios. Algunas personas se centran en observar y esperar, en aferrarse al nombre del Señor Jesús y mantener Su senda. Pero eso no es más que una espera pasiva y nunca toman la iniciativa ni salen a buscar e investigar, no se preocupan de escuchar la voz del Señor. ¿Cómo podemos darle la bienvenida al Señor practicando de esa manera? El Señor Jesús dijo: “Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco y me siguen” (Juan 10:27). “Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá” (Lucas 11:9). “Bienaventurados los pobres en espíritu, pues de ellos es el reino de los cielos. […] Bienaventurados los de limpio corazón, pues ellos verán a Dios” (Mateo 5:3, 8). El Señor es fiel, y mientras alberguemos un corazón que busque, investiguemos activamente la aparición y obra del Señor en los últimos días, escuchemos con atención la voz del Señor y veamos si ese camino tiene alguna expresión de la verdad y si puede o no proporcionarnos vida, ¡entonces el Señor seguramente nos guiará para reconocer Su segunda venida!

Nota del editor: Tras leer este artículo entendemos que se han cumplido todas las profecías concernientes al regreso del Señor Jesús. Entonces, ¿cómo debemos dar la bienvenida al regreso del Señor Jesús? Recomendamos la página del evangelio El Señor ha regresado, para así poder continuar buscando e investigando este aspecto de la verdad. Si tienes alguna otra luz, esclarecimiento o dificultad respecto a este artículo, deja un comentario o comunícate online con nosotros a través del chat en vivo de nuestra página web.

Scripture quotations taken from LBLA. Copyright by The Lockman Foundation.

Muchos hermanos y hermanas que creen verdaderamente en el Señor están esperando ansiosamente poder contemplar la venida del Salvador, recibir a Él e ir al banquete con Él. Ahora que el Señor ha regresado, ¿desea saber cómo viene exactamente? Haga clic en Messenger para unirse a nosotros y discutir con nosotros en línea, con el objeto de conocer más misterios de la venida del Señor.


Vídeo cristiano de reflexión | Mi sueño de ser directora “Mi sueño de ser directora”

2020-05-15 17:48:24 | Vídeo cristiano de reflexión

Vídeo cristiano de reflexión | Mi sueño de ser directora “Mi sueño de ser directora”

es el verdadero testimonio de una cristiana que experimentó el juicio y castigo de Dios. A medida que la protagonista cumple con su deber en la iglesia, únicamente quiere llegar a ser directora y ganarse la admiración de los demás. Lo da todo con este objetivo, mientras soporta dificultades y paga un precio. Sin embargo, tras experimentar fracasos y contratiempos en dos ocasiones, solo a través del juicio y castigo de la palabra de Dios acaba comprendiendo que su motivación para cumplir con el deber era conseguir reputación, ganancia y estatus y, además, percibe claramente la esencia y el peligro último de perseguir estas cosas. A partir de entonces ya no se centra en su estatus mientras cumple con su deber, sino que busca la verdad de manera realista, liberándose gradualmente de la esclavitud y las limitaciones de la reputación y la ganancia. Al final experimenta sinceramente que el juicio y castigo de Dios son Su máxima demostración de amor y protección para la humanidad.

Las películas cristianas aquí te traen la última información sobre Dios, revela los misterios de la Biblia y trae noticias del regreso del Señor. Vale la pena recomendar y mirar. Puede hacer clic en medios de contacto debajo para discutir y comunicarse con nosotros en línea, y alguien le responderá en línea.


¿Cómo permanecer conectados al Señor en nuestra vida tan ocupada?

2020-05-15 04:35:31 | Acercarse a Dios

Acercarse a Dios | ¿Cómo permanecer conectados al Señor en nuestra vida tan ocupada?

Queridos hermanos y hermanas de Etapa Amorosa:

Soy un creyente que acaba de aceptar la obra de Dios. Aunque las reuniones de confraternidad y las devociones diarias son muy importantes para un cristiano, mi trabajo, exigente y agotador, me roba todo el tiempo que tengo. Gano bastante dinero pero siempre me siento vacío y avergonzado. ¿Cómo puedo equilibrar las devociones diarias y una vida laboral agitada?

Xiao Dong

Estimado Xiao Dong:

¿Cómo estás? Lo que preguntas también me ha molestado por mucho tiempo. A través de compartir con hermanos y hermanas en el Señor, y al continuar leyendo la Palabra de Dios, comencé a conocer Sus intenciones. Para equilibrar el trabajo y la fe, y para tener una perspectiva adecuada del trabajo, debemos comprender los dos puntos siguientes:

Primero: En última instancia, ¿cuál es el propósito del trabajo?

¿Dirías que no es razonable que todos luchen por una gran carrera para poder mantener a su familia? De hecho, Dios nos ha dado dos manos para que podamos trabajar y apoyar a nuestra familia. Sin embargo, la realidad es que trabajamos duro para satisfacer nuestros deseos codiciosos. Uno tiene una casa y suficiente dinero, pero aún hace cálculos y planes y quiere ganar más dinero para los niños; uno quiere comprar una casa más grande o autos lujosos para disfrutar de una vida mejor y finalmente obtener el respeto de los demás. Examinando nuestros corazones con cuidado, no nos falta comida, ropa ni dinero, pero tenemos demasiados deseos extravagantes. El corazón enfocado en perseguir la fama y el dinero nos está controlando.

Tal como dicen estas palabras: “Las personas piensan que una vez que han obtenido la fama y la ganancia, pueden sacar provecho de ellas para disfrutar de un alto estatus y de una gran riqueza, y disfrutar de la vida. Una vez que tienen fama y ganancia, pueden sacar partido de ellas en su búsqueda del placer y su disfrute sin escrúpulos de la carne. De buena gana, aunque sin saberlo, las personas toman su cuerpo, su mente, todo lo que tienen, su futuro y su destino y se los entregan a Satanás para obtener la fama y la ganancia que desean. Los seres humanos hacen esto sin un momento siquiera de vacilación, ignorando siempre la necesidad de recuperarlo todo[...] Una vez que alguien está atascado en la fama y la ganancia, dejan de buscar lo que es brillante, lo justo o esas cosas que son hermosas y buenas. Esto se debe a que el poder seductor que la fama y la ganancia tienen sobre las personas es demasiado grande, y se convierten en cosas que las personas persiguen durante toda su vida, y hasta por toda la eternidad sin final. ¿No es esto verdad?

Estas palabras son muy reveladoras. Exponen nuestros verdaderos deseos. Nos esforzamos mucho por una buena carrera, así tendremos fama, dinero y respeto de los demás. “El dinero habla”, “El dinero hace girar el mundo”, “Sé exitoso para que tu familia sea importante”... Estos venenos de Satanás se han convertido en los credos de nuestras vidas. Como resultado, creemos que la fama y el dinero pueden traernos una buena vida y son la base de una vida futura agradable. Para ganar fama y dinero, gastamos mucho tiempo y energía en nuestro trabajo, sin importar cuán amargados o cansados estemos. Nos hemos convertido en una máquina de hacer dinero, cansados, amargados, vacíos, indefensos y sin alegría. Peor aún, mostramos cada vez menos interés en nuestro deber inalterable: creer en Dios y adorarlo. Comenzamos a descuidar a Dios. Satanás nos ha robado a Dios. Sin la provisión de Dios, nuestra oscuridad interior comienza a crecer y la desobediencia comienza a arrastrarse hasta el punto en que estamos totalmente separados de Dios y perdemos Su salvación. El dinero y la fama son trucos con los que Satanás nos engaña y nos aflige. Es un camino equivocado. Si no perseguimos al dinero, ¿viviremos peor?

Jesús dijo: “No solo de pan vivira el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios” (Mateo 4:4). “Por eso os digo, no os preocupéis por vuestra vida, qué comeréis o qué beberéis; ni por vuestro cuerpo, qué vestiréis. ¿No es la vida más que el alimento y el cuerpo más que la ropa? Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros, y sin embargo, vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No sois vosotros de mucho más valor que ellas?” (Mateo 6:25-26). “Por tanto, no os preocupéis, diciendo: ‘¿Qué comeremos?’ o ‘¿qué beberemos?’ o ‘¿con qué nos vestiremos?’ Porque los gentiles buscan ansiosamente todas estas cosas; que vuestro Padre celestial sabe que necesitáis de todas estas cosas” (Mat 6:31-32).

La palabra de Dios realmente nos hace comprender que todo está bajo Su control, incluida nuestra vida y nuestro trabajo. Mientras tengamos confianza en Él y vivamos por Sus palabras, veremos Sus bendiciones. Como cristianos, debemos juzgar todo según la palabra de Dios y dejar que ésta sea la base de nuestra vida.

Dios provee todas nuestras necesidades materiales. La Biblia cuenta la historia del profeta Elías: Cuando se escondió junto al arroyo Querit, Dios dispuso cuervos que le trajeran comida. Creo que todos tenemos esas experiencias. Cuando nos conmueve el amor de Dios, estamos dispuestos a gastar para el Señor. Al principio, podemos estar preocupados por el déficit de ingresos, pero a medida que pasa el tiempo, descubrimos que Dios nos da más de lo que necesitamos. Allí vemos que la gracia de Dios es abundantemente suficiente: dejamos de lado los deseos extravagantes y nos sentimos relajados.

De hecho, nuestra fe y nuestro trabajo no se contradicen. ¿Cómo construimos una relación normal con Dios en el trabajo?

Segundo: Reenfoquémonos y veremos la mano de Dios en nuestro trabajo.

El Señor Jesús dijo: “Dios es espíritu, y los que le adoran deben adorarle en espíritu y en verdad” (Juan 4:24). Dios es un Espíritu, Él controla todo. Podemos adorar a Dios y construir una relación con Él en cualquier momento y en cualquier lugar. Si nos enfocamos en vivir según Su palabra durante el trabajo, entonces podemos ver Sus maravillosas obras en todo y disfrutar de Su compañía diaria. Él nos ayudará a resolver problemas y dificultades y nos enseñará cómo ser una persona honesta. Después de entender y aceptar algunas verdades, podemos tener una actitud positiva hacia el trabajo diario a pesar de que estamos ocupados y físicamente cansados.

Permítanme compartir con ustedes mi experiencia verdadera. Al principio, yo pensaba que el trabajo era trabajo y la creencia era creencia; que estas dos cosas no tenían relación alguna, y que sólo en las reuniones de la iglesia podía verdaderamente adorar a Dios.

Estaba trabajando en un restaurante en ese momento. Estaba muy ocupado y había varias reuniones de la iglesia todas las semanas. El tiempo nunca me alcanzaba para leer la palabra de Dios, y mucho menos para experimentarla. Y también sentía que mis horas de trabajo eran largas y aburridas. Una hermana compartió conmigo unas palabras durante una reunión:

Porque para andar en el camino de Dios, no podemos descuidar nada que tenga que ver con nosotros, o que ocurra a nuestro alrededor; ni siquiera las cosas pequeñas. Independientemente de que nos parezca que debamos prestarle atención o no, mientras le estemos haciendo frente a un asunto, no deberíamos pasarlo por alto. Deberíamos considerarlo todo como una prueba de Dios para nosotros. ¿Cómo es este tipo de actitud? Actuando así confirmas un hecho: tu corazón le teme a Dios, y está dispuesto a apartarse del mal. Si tienes este deseo de satisfacer a Dios, lo que pones en práctica no está lejos del estándar de temer a Dios y apartarse del mal. A menudo están los que creen que los asuntos a los que las personas no prestan mucha atención, lo que no se suelen mencionar, son simples nimiedades menores, y que no tienen nada que ver con poner en práctica la verdad. Cuando estas personas se enfrentan a uno de esos asuntos, no piensan mucho en ellos y los dejan pasar. Pero en realidad, son lecciones que deberías estudiar, lecciones sobre cómo temer a Dios, sobre cómo apartarse del mal. Además, lo que debería preocuparte más es saber lo que Él está haciendo cuando este asunto surge delante de ti. Él está justo a tu lado, observando cada una de tus palabras y de tus hechos, considerando tus acciones, tus cambios de opinión; esta es la obra de Dios”.

Al leer estas palabras y compartir con mis hermanas, supe que debía tratar a las personas y al trabajo de acuerdo con la palabra de Dios. Todo lo que vemos, las personas con las que nos encontramos, el trabajo que hacemos son juicios de diversos grados dados por Dios. Él quiere que tengamos un corazón temeroso de Dios y que sigamos fielmente Sus palabras en todas las cosas. Antes no sabía cómo comunicarme con Dios, y tampoco sabía cómo poner sus palabras en práctica. ¡Había desperdiciado tantas oportunidades para aprehender la verdad! Pero luego comencé a prestar atención a las obras de Dios y a aplicar Su palabra en mi trabajo.

Una vez, mi gerente me indicó que agregara más artículos en las cuentas de los clientes para poder cobrarles más. Al pensar las palabras del Señor: “Antes bien, sea vuestro hablar: ‘Sí, sí’ o ‘No, no’; y lo que es más de esto, procede del mal” (Mateo 5:37), supe que no debía engañar a los clientes, pero no quería ofender a mi gerente. No quería que suspendiera mi bonificación o, todavía peor, que me despidiera. Entonces, de repente, me di cuenta de que esta era una prueba de parte de Dios y que Dios estaba a mi lado mirando mi actitud. Le oré a Dios diciendo: “¡Oh, Dios! Estoy dispuesto a abandonar mi carne para practicar la verdad. No importa cómo me traten los demás, trataré de vivir delante de Ti, de forjar una relación normal contigo, vivir Tu palabra y practicar para ser honesto. ¡Ayúdame!”

Después de orar, mi corazón se calmó. Aunque no hice lo que el gerente me dijo, sino que actué de acuerdo con los requisitos de Dios, mi gerente no dijo una palabra ni me regañó. Así me di cuenta de que al practicar la palabra de Dios, podemos obtener la paz interior, que es algo que el dinero nunca puede comprar. Después, siempre me enfoqué en practicar la palabra de Dios en mi vida laboral. Sentí que había restablecido una relación normal con Dios y que mi trabajo ya no era aburrido.

Para equilibrar la vida laboral y la fe, no tenemos que sacrificar nada. Sólo debemos seguir la palabra de Dios y dejar que sea el principio rector de nuestra vida. De esta manera, cosecharemos libertad, paz interior y las bendiciones de Dios. ¡Que Dios te bendiga!

Etapa amorosa,

Xiao Ming

Scripture quotations taken from LBLA. Copyright by The Lockman Foundation.

(Traducido del original en inglés al español por Carlos Nogués)

Aprender más: Cómo leer la Biblia para recibir la guía del Espíritu Santo: las 3 principales vías

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Coro de alabanza y adoración | "Ofrece amor a Dios" Empezar una nueva vida para amar a Dios

2020-05-14 04:12:49 | Coro de alabanza y adoración

Coro de alabanza y adoración | "Ofrece amor a Dios" Empezar una nueva vida para amar a Dios
I
Dios se hizo carne, vino a vivir con nosotros.
Y atravesando la vergüenza, nos dio la salvación.
Pero no entendía ni lo conocía, lleno de quejas.
Su corazón se apenaba ante mi rebelión y resistencia.
Dios Todopoderoso, no recuerdas mis transgresiones.
A mis formas rebeldes has resistido,
y aun así me ofreces Tu gracia.
Y sabiendo que Tú me elevas, me cubro de vergüenza.
¡Que indigna soy de recibir Tu amor!
II
Dios Todopoderoso, escucho lo que dices.
Sostengo en mis manos Tus palabras,
mientras caen lágrimas por mi cara.
Cada palabra es calidez para mi corazón, y me acerca a Ti.
Libre de mi pasividad, me levanto para seguirte.
Mis ojos se han abierto, mi corazón tiene arrepentimiento.
Lista para nacer otra vez y vivir como deseas.
Voy a devolver Tu amor y ofrecer todo lo que soy,
dando un testimonio fuerte para confortar a Tu corazón.
Tu amor me ha despertado: cumpliré mi deber.
Con fe hasta el final, de Tu deseo cuidaré.
Voy a devolver Tu amor y ofrecer todo lo que soy,
dando un testimonio fuerte para confortar a Tu corazón,
dando un testimonio fuerte para confortar a Tu corazón.
De “Seguir Al Cordero Y Cantar Nuevos Cánticos”

Escucha las canciones cristianas de alabanza, disfruta de los bailes de que el pueblo elegido de Dios alaba a Él. ¡Ojalá te hagan buena compañía durante el día y te hagan avivar tu espíritu! Haz clic en la enlace para ver más.


Cómo leer la Biblia : ¿Por qué el Señor Jesús le dio la llave del cielo a Pedro?

2020-05-12 20:34:20 | Cómo leer la Biblia

Cómo leer la Biblia : ¿Por qué el Señor Jesús le dio la llave del cielo a Pedro?

Yang Qing

Desconcertada de leer la Biblia

Cuando me levanté temprano en la mañana, hice una oración, luego abrí la Biblia en Mateo 16:19 donde el Señor Jesús le dice a Pedro: “Yo te daré las llaves del reino de los cielos; y lo que ates en la tierra, será atado en los cielos; y lo que desates en la tierra, será desatado en los cielos”. Al leer este pasaje de la escritura me confundí al pensar: “Pedro no hizo ninguna gran obra ni las epístolas que escribió fueron muy famosas. Como si esto fuera poco, cuando el Señor Jesús fue arrestado y fue a juicio, Pedro lo negó tres veces. ¿Por qué el Señor no les dio las llaves del reino de los cielos a otros discípulos sino sólo a Pedro?”. Busqué y busqué en las escrituras pero nada resolvió mi confusión. No tenía más remedio que irme al trabajo.

Por qué el Señor Jesús le dio las llaves del reino de los cielos a Pedro

Consultar a un compañero y encontrar la respuesta

Durante mi hora de almuerzo seguía meditando sobre mi pregunta de esa mañana: “Dios es justo y definitivamente no haría nada por error, pero ¿por qué el Señor Jesús le dio las llaves del reino de los cielos a Pedro? ¿Qué tipo de misterio hay dentro de esto?”. Consulté con un compañero que había creído en el Señor por muchos años para que pudiera obtener claridad sobre esto.

Mi compañero sonrió y dijo: “El Señor le dio las llaves del reino de los cielos a Pedro porque el Señor lo escogió a él. Entonces, ¿por qué Pedro fue favorecido por el Señor?”. Al ver mi desconcertada mirada procedió a preguntar: “¿Recuerdas cómo respondió Pedro cuando el Señor Jesús preguntó a los discípulos quién era Él?”.

Dije: “Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente” (Mateo 16:16).

Mi compañero asintió con la cabeza y continuó: “Eso es correcto. De los doce discípulos del Señor Jesús sólo Pedro recibió el esclarecimiento del Espíritu Santo y reconoció que el Señor Jesús era el Mesías que fue profetizado que vendría, que Él era Cristo. Cuando el Señor Jesús dijo que Él era el pan de vida y que las personas sólo necesitan comer Su carne y beber Su sangre para obtener la vida eterna, bastantes personas desarrollaron nociones y dejaron de seguir al Señor. Sólo Pedro dijo: ‘Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna. Y nosotros hemos creído y conocido que tú eres el Santo de Dios’ (Juan 6:68-69). De estos dos eventos podemos ver que Pedro tuvo un verdadero entendimiento del Señor Jesús a partir de Su obra y palabras, que estaba completamente seguro de que el Señor Jesús era Cristo y el camino a la vida eterna. Así que sin importar cómo los fariseos juzgaron, condenaron y atacaron al Señor Jesús, él nunca se confundió, y si otros abandonaron o no al Señor Jesús, él nunca fue obligado y continuó manteniendo su devoción, siguiendo al Señor hasta el final. Y después de que el Señor resucitó y ascendió al cielo, Pedro pastoreó las iglesias según el mandato del Señor. Él difundió el evangelio del Señor y finalmente fue crucificado boca abajo por Él, dando un rotundo y hermoso testimonio. Podemos ver de todo esto que Pedro tenía un verdadero entendimiento del Señor y que poseía un genuino corazón de amor por Él. De lo contrario no habría podido ofrecer toda su vida a seguir al Señor y difundir Su evangelio y especialmente no habría sido capaz de dar el testimonio del amor supremo por Dios y de la obediencia hasta el punto de la muerte”.

Por qué el Señor Jesús le dio las llaves del reino de los cielos a Pedro

Asentí y dije: “Tienes razón. De los doce discípulos sólo Pedro reconoció que el Señor Jesús era Cristo y sólo Pedro fue crucificado boca abajo por Él. Puedo ver por estas cosas que Pedro tenía aspectos que merecían la aceptación y aprobación del Señor”.

Pedro ama al Señor y obtiene Su aprobación

Mi compañero siguió diciendo: “El Señor Jesús nos dijo: ‘Amaras al Señor tu Dios con todo tu corazon, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el grande y el primer mandamiento’ (Mateo 22:37-38). ‘Si alguno me ama, guardará mi palabra; y mi Padre lo amará, y vendremos a él, y haremos con él morada. El que no me ama, no guarda mis palabras (…)’ (Juan 14:23-24). ‘No todo el que me dice: ‘Señor, Señor’, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos’ (Mateo 7:21). Quedaba claro por las palabras del Señor que Su esperanza es que todos lo podamos amar con todo nuestro corazón y mente, practicar de acuerdo con Sus palabras y defender el camino del Señor. Estos son Sus requisitos para nosotros y son el estándar para obtener Su alabanza y entrar en el reino de los cielos. La búsqueda de Pedro se basó en estas palabras del Señor; se fijó la meta de amar a Dios y buscó convertirse en alguien que ama a Dios. Cuando el Señor Jesús fue arrestado en el jardín de Getsemaní, Pedro se apresuró a protegerlo, cortando la oreja del siervo del sumo sacerdote. Aunque fue bastante imprudente por parte de Pedro hacer eso, nos muestra que dio un paso al frente en un momento peligroso, demostrando que en su corazón realmente amaba al Señor y que genuinamente quería protegerlo. Aunque una vez Pedro negó al Señor tres veces, además de arrepentirse y detestarse, también usó esa oportunidad para reflexionar sobre la razón de su fracaso. Vio que aunque tenía el deseo de poner su vida por el Señor, no poseía la realidad del amor genuino por Él o de poner su vida por Él. Todavía estaba sujeto a las restricciones de la muerte y no se atrevía a arriesgar su vida. Por consiguiente, estableció su meta para su búsqueda futura, que por el resto de su vida sólo buscaría amar y satisfacer al Señor. Pedro permaneció fiel a la comisión del Señor durante toda su vida; después de que el Señor Jesús resucitó y regresó al cielo, Pedro fue por todos lados difundiendo el evangelio y pastoreando rebaños. Dio testimonio de las palabras del Señor y de Su voluntad y enseñó a las personas a poner en práctica las palabras del Señor. En su trabajo Pedro apoyó a los hermanos y hermanas con las verdades que entendía y con su entendimiento genuino de Dios, exaltando a Dios y dando testimonio de Él en todas partes y llevando a los hermanos y hermanas ante el Señor. Sin importar cómo fue buscado por los líderes dentro de la fe judía o perseguido por el gobierno romano, padeciendo todos los sufrimientos y dificultades, Pedro fue firmemente fiel a la comisión de Dios y nunca olvidó Su directiva. Cuando el tirano romano Nerón quiso asesinar cristianos, Pedro escapó de la ciudad de Roma con la ayuda de otros. El Señor Jesús se apareció a Pedro y le dijo que Él sería crucificado otra vez por su bien. Una vez que Pedro entendió la voluntad del Señor, no dudó en dar media vuelta, abandonando su vida para ser clavado en la cruz boca abajo, logrando el testimonio de obediencia hasta el punto de la muerte y el amor supremo de Dios. Pedro fue un hombre que amaba al Señor e hizo la voluntad del Padre celestial y su búsqueda obtuvo la aprobación de Dios. Es por esto que el Señor Jesús le dio las llaves del reino de los cielos a él. Si queremos entrar en el reino de los cielos, debemos aprender del ejemplo de Pedro y ser personas que conozcan y amen al Señor, que hagan la voluntad del Padre celestial. Esta es la única manera de obtener lo que el Señor ha prometido”.

Por qué el Señor Jesús le dio las llaves del reino de los cielos a Pedro

Después de escuchar lo que mi compañero tenía que decir, llegué a una repentina comprensión: “¡Guau, así que Pedro realmente era alguien que amaba y obedecía al Señor! No es de extrañar que el Señor Jesús le diera las llaves del reino de los cielos. Comparándome con las experiencias de Pedro, en mi fe y en lo que he gastado para el Señor, sólo he pensado en cómo puedo entrar en el reino de los cielos y ser recompensada. No he pensado en cómo poner en práctica las palabras del Señor o cumplir con Sus requisitos. En mi trabajo no he pensado en cómo comunicar la voluntad del Señor a los hermanos y hermanas y en el curso de predicar el evangelio, cuando encuentro dificultades y no he sido capaz de apoyar a los hermanos y hermanas, me vuelvo negativa y débil, perdiendo confianza en el Señor. ¡Sólo ahora, comparándome con Peter, he visto que en realidad no soy alguien que ama al Señor! El testimonio de Pedro realmente es algo que debemos imitar, entonces ¿cómo Pedro generalmente buscó conocer y amar al Señor?”.

Cómo Pedro buscó conocer y amar al Señor

Al escucharme decir esto, mi compañero sacó felizmente su tableta y me dijo: “Leí un par de pasajes en un sitio web del evangelio sobre cómo Pedro buscó conocer y amar al Señor. Se explica con bastante claridad. Vamos a leerlo juntos: ‘Pedro siguió a Jesús durante un número de años, y vio en Él muchas cosas que las personas no tienen. (…) Cada movimiento de Jesús actuaba como un ejemplo para él en su vida, y Sus sermones se grabaron particularmente en su corazón. Era muy considerado con Jesús, era fiel a Él, y nunca tuvo quejas de Él. Por esta razón, se convirtió en el compañero fiel de Jesús adondequiera que Él iba. Pedro observaba las enseñanzas de Jesús, Sus amables palabras, y lo que Él comía, vestía, Su vida diaria y Sus viajes. Seguía el ejemplo de Jesús de todas las maneras. No era un santurrón, sino que desechó todas sus cosas obsoletas anteriores, y siguió el ejemplo de Jesús en palabra y hecho. Fue entonces cuando sintió que los cielos, la tierra y todas las cosas estaban en las manos del Todopoderoso, y por ello no hizo su propia elección, sino que absorbió a todo lo que Jesús era para que actuara como su ejemplo’ (‘Sobre la vida de Pedro’).

“Tras un periodo de experiencia, Pedro vio en Jesús muchas de las obras de Dios, vio la hermosura de Dios y vio mucho del ser de Dios en Jesús. Por consiguiente, también vio que las palabras de Jesús no podían ser palabras de hombre, y que la obra que Él hizo no podría haberla realizado un hombre. En las palabras y los hechos de Jesús, Pedro vio además gran parte de la visión de Dios y mucha obra divina. Durante sus experiencias, no llegó simplemente a conocerse a sí mismo, sino que también se centró en observar las acciones de Jesús, de las que descubrió muchas cosas nuevas; es decir, que eran muchas expresiones del Dios práctico en la obra que Él hizo por medio de Jesús, y que las palabras y los actos de este, las formas en que pastoreó a las iglesias y la obra que realizó diferían de los de un hombre corriente. Así, de Jesús aprendió muchas lecciones que se suponía que debía de aprender y para cuando Jesús estaba a punto de ser clavado en la cruz, había obtenido algún conocimiento de Él, un conocimiento que fue la base de su lealtad de por vida a Él, y de su crucifixión boca abajo por amor a Él” (“Sólo aquellos que conocen a Dios pueden dar testimonio de Él”).

Al escuchar esto le dije a mi compañero: “Ah, así que en el curso de seguir al Señor Jesús, Pedro siguió observando las obras y el comportamiento del Señor y por Sus palabras y acciones llegó a conocerlo”.

Mi compañero dijo: “Eso es correcto. Podemos ver de estos dos pasajes que Pedro anhelaba conocer al Señor y cuando estaba interactuando con el Señor Jesús, asimiló cada cosita que Jesús dijo e hizo. Pedro vio muchísima divinidad en Él. Por ejemplo, las palabras dichas por el Señor Jesús eran la verdad; estaban llenas de poder y autoridad y podían proporcionar sustento para las necesidades espirituales de las personas. Los milagros y las cosas extraordinarias que hizo el Señor Jesús revelaron la autoridad y la omnipotencia de Dios y eran cosas que ningún humano podía hacer. El Señor Jesús salvó misericordiosamente a los pecadores, perdonando todos los pecados y otorgando ricas bendiciones sobre la humanidad; Él estaba lleno de misericordia y amor por los seres humanos. Pedro también vio, de cuando el Señor Jesús reprendió y condenó a los fariseos con los siete ayes, que Él era santo y justo y que no toleraría ofensa del hombre. Mientras Él estaba obrando, sin importar cómo sufriera Su carne o cuán ardua fuera Su obra, incluso si eso significaba sacrificar Su propia vida, el Señor Jesús estaba decidido a cumplir plenamente la comisión de Dios. Pedro vio que la esencia de Cristo era la obediencia a la voluntad de Dios Padre. Pedro vio muchísima divinidad en Jesús y obtuvo un entendimiento genuino y práctico de Dios. Además, Pedro conservó las palabras del Señor Jesús en su corazón, ponderándolas con frecuencia y buscando comprender de ellas la voluntad del Señor para que pudiera cumplir con los requisitos de Dios para la humanidad. Jesús una vez le preguntó tres veces: ‘Simón, hijo de Juan, ¿me amas?’ (Juan 21:16). Pedro frecuentemente contemplaba esto y, a través de sus reflexiones, entendió que lo que él amaba era sólo un Dios vago en el cielo pero no el verdadero Cristo. Se dio cuenta de que eso no era amar verdaderamente a Dios y sólo amar a Cristo en la tierra era amar genuinamente a Dios. A partir de ese momento a menudo oraría y buscaría cómo lograr el amor del Señor. Al final logró el amor supremo de Dios y la obediencia hasta el punto de la muerte, convirtiéndose en alguien que verdaderamente amaba a Dios. Pedro también pudo aceptar y obedecer las críticas del Señor Jesús y buscar la verdad de ellas. Cuando se enteró de que Jesús iba a ser crucificado y trató de bloquearlo, diciendo que no era posible que fuera así, Jesús lo reprendió con dureza diciendo: ‘¡Quítate de delante de mí, Satanás!’ (Mateo 16:23). Pedro entendió de la fuerte reprensión de Jesús que el Señor aborrece el entusiasmo y la bondad del hombre y todo lo que obstaculiza la voluntad de Dios es una obra de Satanás y condenada por Dios. De esto podemos ver que era importante que Pedro entendiera al Señor a partir de Su obra, acciones, sermones y reprensiones y es por esto que tuvo un verdadero entendimiento del Señor y desarrolló un corazón de genuino amor por Él”.

Realmente sentí una sensación de claridad después de escuchar la enseñanza de mi compañero. Sentí en mi corazón que Dios realmente inspecciona los corazones y las mentes de las personas. No fue por nada que el Señor Jesús alabó a Pedro y le dio las llaves del reino de los cielos. Jesús tenía afinidad con la humanidad y el calibre de Pedro y con su corazón de amor por la verdad y por el Señor. Él sabía que Pedro era más merecedor de Su comisión y de Su confianza, por lo cual Él le confió la gran responsabilidad de pastorear Su rebaño. Recordando eso, fracasé en entender la aprobación de Pedro por parte del Señor debido a las tres veces que Pedro lo negó, pero ahora entiendo que lo que el Señor considera es la esencia de una persona. Yo, por otro lado, sólo acababa de considerar uno de los comportamientos de Pedro. Lo que es más, Pedro sólo había estado siguiendo al Señor durante tres años en ese momento, por lo que su fe aún no era tan grande. En un momento coyuntural entre la vida y la muerte, se espera totalmente la debilidad de la carne. ¿Cómo me podría aprovechar de las pequeñas faltas de los demás? Si hubiera sido yo, me temo que habría huido cuando se llevaron a Jesús, pero aun así juzgué y delimité a Pedro. ¡Eso fue tan arrogante, necio e ignorante de mí! A través de la enseñanza de mi compañero llegué a entender que Pedro le produjo alegría a Dios y nosotros debemos seguir su ejemplo. Deseo poder cumplir las palabras del Señor en mi vida, ser dedicada en mi trabajo y servicio al Señor y en todas las cosas buscar conocer y amar al Señor y satisfacer Su voluntad. Es sólo de esta manera que puedo obtener la aprobación de Dios y tener la oportunidad de entrar en el reino de los cielos.

Después de entender todo esto le dije a mi compañero: “Gracias a la guía del Señor y a nuestra conversación de hoy, ahora entiendo porqué el Señor Jesús le dio las llaves del reino de los cielos a Pedro. ¡Verdaderamente hay un misterio dentro de esto! Ahora sé cómo buscar. Doy gracias por la guía del Señor. ¡Amén!”.

Él sonrió y dijo: “¡Gracias al Señor! Amén”.

Muchos hermanos y hermanas que creen verdaderamente en el Señor están esperando ansiosamente poder contemplar la venida del Salvador, recibir a Él e ir al banquete con Él. Ahora que el Señor ha regresado, ¿desea saber cómo viene exactamente? Haga clic en Messenger para unirse a nosotros y discutir con nosotros en línea, con el objeto de conocer más misterios de la venida del Señor