El parlamento de Georgia, un ex miembro de la Unión Soviética, aprobó el miércoles un proyecto de ley que regula a las organizaciones que reciben financiamiento extranjero. Las fuerzas prooccidentales que se oponen al proyecto de ley realizan protestas diarias, criticándolo como una amenaza a la democracia. El presidente está listo para usar su poder de veto, pero su administración tiene la intención de aprobar el proyecto de ley nuevamente.