Dios Todopoderoso es mi salvador

Que el amor y la misericordia de DIOS estén siempre contigo

Predica sobre la oración - Cómo deben orar los cristianos de acuerdo con la voluntad de Dios

7290-01-01 00:00:00 | Profecías Bíblicas
Predica sobre la oración - Cómo deben orar los cristianos de acuerdo con la voluntad de Dios
Desde que empezamos a creer en el Señor, sabíamos que orar a Dios y tener comunión con Él es indispensable para nuestra vida espiritual. Porque la palabra de Dios dice: “La oración es una de las formas en las que el hombre coopera con Dios, es un modo por medio del cual el hombre invoca a Dios y es el proceso por medio del cual el Espíritu de Dios toca al hombre. Se puede decir que los que están sin oración son muertos que no tienen espíritu, lo que prueba que les hacen falta las facultades para que Dios los toque. Sin la oración, no pueden alcanzar una vida espiritual normal, mucho menos pueden seguir la obra del Espíritu Santo; sin la oración, rompen su relación con Dios y no pueden recibir la aprobación de Dios. Siendo que eres alguien que cree en Dios, entre más ores, más te toca Dios. Esas personas tienen una mayor determinación y pueden recibir más la iluminación más reciente de Dios; como resultado, el Espíritu Santo puede perfeccionar sólo a personas como estas tan pronto como sea posible”. Aquí se menciona que una persona sin oración no es alguien que vive delante de Dios; quien no ora no tiene espíritu y viceversa. La oración es la necesidad en nuestra vida espiritual. Cuando leemos la Palabra de Dios, orar puede ayudarnos a obtener la iluminación del Espíritu Santo, entender la voluntad de Dios, y encontrar el camino de la práctica de la Palabra de Dios; cuando nos encontramos en peligros y adversidades, es a través de nuestra oración que Dios nos da verdadera fe y valor. Por así decirlo, cuanto más oramos a Dios, más fuerte se vuelve nuestra fe en Él, más abundante es nuestro entendimiento de la verdad, y más grande es nuestra resolución de amarlo. Puesto que la oración puede producir tales resultados, algunas personas pueden preguntar: Para que nuestra oración esté de acuerdo con la voluntad de Dios y logre estos resultados, ¿qué principios debemos comprender? Ahora, me gustaría compartir el comunicación en esto específicamente. 
Primero, el verdadero significado de orar a Dios es comprender la verdad, obedecer a Dios, adorar a Dios y nunca participar en rituales religiosos.
Orar es una manera de adorar a Dios. Para que nuestras oraciones sean efectivas, primero debemos encontrar el camino dentro de la Palabra de Dios y entender el verdadero significado de la oración. La Palabra de Dios dice: “La oración no es un proceso de pasar por las formalidades o de seguir un procedimiento o de recitar las palabras de Dios, es decir, la oración no quiere decir repetir palabras como perico y copiarles a los demás. En la oración le debes dar tu corazón a Dios, compartiendo con Dios las palabras que están en tu corazón para que Dios te pueda tocar”. “Si oras con frecuencia, sabes cómo hacerlo, y oras a menudo de forma sumisa y razonable, tu condición será particularmente normal en tu interior. Si oras frecuentemente con algunos eslóganes y no tienes una carga ni reflexionas en si estás hablando de manera razonable o no en tu oración, y qué tipo de lenguaje no es adoración verdadera ni te tomas nunca en serio estos asuntos, tus oraciones no tendrán éxito y la condición en tu interior siempre será anormal. No entrarás nunca en profundidad en las lecciones respecto a lo que es la razón normal, la sumisión verdadera, la verdadera adoración, y dónde mantenerse. Todos estos asuntos son sutiles”. De la palabra de Dios entendemos. Cuando oramos, debemos tener buenas intenciones, tomar una actitud de piedad, y tener un corazón receptivo y obediente. Sólo así nuestras oraciones pueden obtener la aprobación de Dios y estar de acuerdo con Su voluntad. Si no oramos con seriedad y con un corazón tranquilo delante de Dios, sino que oramos hablando unas pocas palabras de manera casual y sin sinceridad, e incluso exigiendo irrazonablemente que Dios haga esto o aquello, entonces tales oraciones no son las de obedecerlo o adorarlo, sino las de llevar a cabo una ceremonia religiosa y yendo directamente a la salida. Dios nunca acepta tales oraciones.
Entonces, ¿cuál es el verdadero significado de la oración? La oración de uno no es por sus propios intereses personales, sino más bien para entender la Palabra de Dios, para practicar la verdad de acuerdo a la Palabra de Dios, y para actuar de acuerdo a Su voluntad. El Señor Jesús dijo: “Pero buscad primero su reino y su justicia...” (Mateo 6:33). Aquí vemos que la oración debe ser con el propósito de la obra de Dios, para satisfacerlo y para llevar a cabo Su voluntad. Tomemos como ejemplo la oración de Pedro. No importaba las cosas que encontrara, rezaba con un corazón sumiso para buscar la voluntad de Dios. Dejó de ser su propio amo aun en comida, vestimenta y refugio; en cambio, se exigió estrictamente a sí mismo para practicar de acuerdo con la palabra del Señor. Así que todas sus oraciones estaban en concierto con la voluntad de Dios y todo lo que él hacía podía glorificar a Dios. Eventualmente, fue perfeccionado por Dios, y llegó a ser una persona verdaderamente obediente a Él y que tenía verdadera adoración a Dios. Pero las oraciones de los fariseos eran completamente diferentes. Sus oraciones eran total y completamente para conservar su estatus y sustento, para establecerse y exaltarse a sí mismos. Además, a fin de engañar a esas personas comunes e ignorantes para que las adoraran y obedecieran, se pararon a propósito en las sinagogas y en las encrucijadas para participar en largas oraciones. Por eso, el Señor Jesús los criticó diciendo: “¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!, porque devoráis las casas de las viudas, aun cuando por pretexto hacéis largas oraciones; por eso recibiréis mayor condenación” (Mateo 23:14). A través de la palabra del 
Señor Jesús, podemos ver que las oraciones de los fariseos eran hipócritas y religiosas. Dios no aprueba, sino que desprecia tales oraciones.
En segundo lugar, debemos recurrir a nuestras dificultades prácticas y problemas cuando rezamos a Dios. No debemos apartarnos de la realidad y hablar palabras vacías, o hablar de cartas y doctrinas.
En nuestra vida, siempre encontramos todo tipo de dificultades. En este momento, ¿cómo debemos orar a Dios? Él dice: “El estándar más bajo que Dios exige de las personas es que le puedan abrir sus corazones. Si el hombre le da a Dios su corazón sincero y le dice a Dios lo que realmente hay dentro de su corazón, entonces Dios estará dispuesto a obrar en el hombre; Dios no quiere el corazón torcido del hombre sino su corazón puro y honesto. Si el hombre no le dice a Dios lo que de verdad hay en su corazón, entonces Dios no toca el corazón del hombre ni obra dentro de él. Por lo tanto, lo más crucial acerca de la oración es decirle a Dios las palabras de tu auténtico corazón, hablarle a Dios de tus defectos o de tu carácter rebelde y abrirte completamente a Dios. Sólo entonces Dios estará interesado en tus oraciones; si no, entonces Él ocultará Su rostro de ti”. La palabra de Dios nos indica una manera de practicar. Cuando enfrentamos dificultades prácticas, debemos orar ante Dios con una actitud de piedad, y abrirle nuestro corazón: Pronunciar las palabras de nuestro corazón con honestidad; no digas palabras vacías o falsas o mientas para engañarle. Pero si cerramos nuestros corazones a Dios, y sólo decimos algunas palabras elevadas y agradables para engañar a Dios, entonces Él no puede ver nuestros corazones honestos, y por eso no aprobará tales oraciones. Por ejemplo, algunas personas oran a Dios: “¡Oh Dios! Estoy dispuesto a dedicarme por entero a Ti. Estoy dispuesto a dedicarte todo lo que tengo”, pero después no hacen nada por Dios. Algunas personas dicen, “¡Oh Dios! Me gustaría consumirme en Ti y ofrecerte mi corazón. Me gustaría servirte y serte leal”, pero después de decir eso, ellos todavía se rebelan contra Dios como lo hacían antes, ¿no es esto engañar a Dios? Algunas personas rezan a Dios, diciendo: ¡“Oh, Dios! Estoy dispuesto a abandonar todo para seguirte”, pero habiendo orado, no renuncian a nada. Algunas personas le dicen a Dios: "Oh, Dios, te amaré toda mi vida," pero en realidad nunca aman a Dios en su vida: lo que aman son a ellos mismos, su persona, sus hijos y su dinero. Mira estas oraciones. Todas son palabras vacías que engañan a Dios. Esto es suficiente para probar que somos demasiado impíos ante Dios, y que no tenemos un temor de Él. Dios no escucha nuestras oraciones de esta manera, así que son infructuosas. Si no nos arrepentimos y continuamos orando de esta manera, seremos detestados por El.
En tercer lugar, debemos orar con frecuencia a Dios sobre los problemas de cumplir con nuestro deber y entrar en la vida, buscando comprender la verdad y entrar en la realidad.
Cuando nos gastamos para Dios en el cumplimiento de nuestro deber, muchos hermanos y hermanas creen que mientras confesemos nuestros pecados y nos arrepintamos más en nuestra oración ante el Señor, difundamos más el Evangelio, hagamos más trabajo y prediquemos más sermones, entonces estaremos en conformidad con la voluntad de Dios y seremos alabados por Él. Pero de hecho, esto no es cierto. Tal práctica es errónea. Porque en el cumplimiento de nuestro deber aún quedan muchos problemas y situaciones por resolver. La palabra de Dios dice: “Cuando cumples tu deber o trabajas en algo, deberías pensar siempre: ¿cómo debería cumplir este deber? ¿Cuál es la intención de Dios? A través de los asuntos te acercas a Dios, y mediante ese acercamiento a Dios, buscas los principios y las verdades para hacer las cosas, buscas la voluntad de Dios desde dentro y no abandonas a Dios en nada de lo que haces. Ésta es una persona que cree de verdad en Dios. […] Las personas suelen ver bien y considerar correctas las ideas humanas, y es como si no violaran tanto la verdad. Las personas sienten que hacer las cosas así es poner la verdad en práctica, someterse a Dios. En realidad, las personas no están buscando verdaderamente a Dios ni oran a Él sobre esto. No están luchando por hacer las cosas bien y satisfacer la voluntad de Dios ni para hacerlo bien según Sus requisitos. No están en esta situación verdadera ni tienen semejante deseo. Éste es el mayor error que las personas cometen en su práctica, porque crees en Dios, pero Él no está en tu corazón. ¿Cómo podría no ser esto un pecado? ¿Cómo podría no ser esto engañarte a ti mismo? ¿Qué efecto tiene creer de este modo? ¿Dónde está el significado práctico de creer en Dios?” De la Palabra de Dios podemos entender que el cumplimiento del deber es un camino por el cual nuestra vida puede crecer. El deber nos es confiado por Dios, y debemos desarrollar una verdadera carga por ello. Cuando cumplimos con nuestro deber, no es el caso que mientras cumplamos con las cosas que Dios nos ha confiado, entonces estamos satisfaciendo a Dios. Si no buscamos resolver las dificultades y problemas de nuestro deber, ¿podemos satisfacer a Dios? Por lo tanto, debemos pedir y orar más a Dios, encontrar una manera de practicar en Su palabra, y cumplir con nuestro deber de acuerdo a Sus requerimientos. También debemos reflexionar en todo momento acerca de si tenemos nuestros propios pensamientos adulterados en el cumplimiento de nuestro deber o si estamos haciendo algo que traiciona la verdad y los principios y después de encontrarlos, debemos dar la vuelta rápidamente. Si podemos atender seriamente todo lo que Dios nos confía, entonces nuestra vida crecerá al cumplir nuestro deber, y nuestra disposición contaminada, gradualmente se limpiará y cambiará. De hecho, no sólo debemos enfocarnos en practicar la palabra de Dios en el cumplimiento de nuestro deber, sino que debemos vivir por la palabra de Dios en nuestro trabajo y vida diaria. Solamente cuando practicamos siempre de esta manera podemos entender la verdad y entrar en su realidad, cambiar nuestra disposición de vida y convertirnos en una persona que es encomendada por Dios.
En cuarto lugar, debe haber reverencia por Dios en nuestras oraciones, y debemos ser razonables. No debemos hacer exigencias a Dios, forzar a Dios o tomar ventaja de Dios, y mucho menos podemos hacer intercambios con Dios.
La palabra de Dios dice, “Deberías buscar y someterte en tus oraciones; por ejemplo, si te sobrevino un problema que no supiste manejar, dices: ‘¡Oh Dios! Este problema ha caído sobre mí, y no sé cómo manejarlo. Estoy dispuesto a satisfacerte en este asunto, estoy dispuesto a buscarte, deseo que Tu voluntad se lleve a cabo, actuar según Tus propósitos, y no según los míos. Sabes que los propósitos del hombre quebrantan Tu voluntad; se resisten a Ti y no se conforman a la verdad. Sólo deseo comportarme conforme a Tus propósitos. Te pido que me esclarezcas y guíes en este tema, para que no Te ofenda…’. Este es el tono de voz adecuado en la oración. Si dices simplemente: ‘Oh Dios, te pido que me ayudes y guíes; que prepares un entorno adecuado y personas adecuadas para mí, de forma que pueda irme bien en mi trabajo’, cuando esta clase de oración termina, sigues sin saber cuál es la voluntad de Dios, porque estás intentando hacer que Él haga las cosas según tus propósitos”. La palabra de Dios nos da una manera de practicar la oración a Él. Cuando oramos, debemos permanecer en la posición correcta y ser razonables; no debemos hacer demandas a Dios, o forzarlo a hacer esto o aquello. No importa el tipo de dificultades que encontremos, o si entendemos la voluntad de Dios, debemos orar con reverencia por Dios, permaneciendo en la posición de una criatura y conservando un corazón de obediencia a Él. Tome como ejemplo la oración del Señor. Antes de la crucifixión, el Señor Jesús se postró en la tierra y oró en el Huerto de Getsemaní: “Padre mío, si es posible, que pase de mí esta copa; pero no sea como yo quiero, sino como tú quieras” (Mateo 26:39). De esto podemos ver que aun cuando el Dios encarnado oró al Padre celestial, Él conservó un corazón obediente, actuó completamente de acuerdo a la voluntad de Dios Padre, y no tuvo elección propia. Pero en la vida real, nuestras oraciones no son razonables. A menudo exigimos que Dios haga esto o aquello para lograr nuestros propios objetivos sin la más mínima reverencia a Dios. Forzamos nuestros propios deseos sobre Dios y le pedimos que haga las cosas de acuerdo con nuestras ideas, y exigimos cosas de Él con la intención de llevar a cabo transacciones con Dios. Por ejemplo, frente a las dificultades, muchas personas no se preocupan por la voluntad de Dios, sino que sólo lo molestan con oraciones incesantes que incluyen ayuda para resolver sus problemas; cuando algunas personas se encuentran con la enfermedad, no buscan entender la voluntad de Dios, sino que sólo le piden a Dios para darles una curación rápida, y quitarles el tormento de su enfermedad; además, hay también algunas personas que siempre piden a Dios que bendiga a sus familias, a sus parientes, a su todo, y así sucesivamente. Todas estas oraciones son irracionales, sin sumisión, y no se ajustan a la voluntad de Dios.
Los que se mencionan anteriormente son los cuatro principios de orar e implorar a Dios. Mientras los captemos, los practiquemos y los apliquemos en nuestra vida diaria, obtendremos iluminación y esclarecimiento de Dios, comprenderemos Su voluntad y recibiremos Su guía y liderazgo.
Scripture quotations taken from LBLA. Copyright by The Lockman Foundation.
(Traducido del original en inglés al español por Luis Carlos Villegas)

Música cristiana 2020 | La gloria de Dios brilla desde el Este

2020-06-21 01:53:51 | Himno

Música cristiana 2020 | La gloria de Dios brilla desde el Este
I

Sólo cuando Dios entró en el nuevo cielo y la nueva tierra,
reveló la otra parte de Su gloria.
Primero la mostró en la tierra de Canaán,
con un rayo de luz que iluminó toda la tierra oscura.
Que todo el mundo acuda a la luz y aproveche su fuerza
para que Su gloria crezca y se presente de nuevo ante todas las naciones.
Que todas las personas sepan que Dios vino a la tierra hace mucho tiempo,
trajo la gloria desde Israel hasta la nación del Este;
pues Su gloria brilla desde el Oriente,
donde fue traída hasta hoy desde la Era de la Gracia.
Pero fue desde Israel de donde partió
y desde ahí llegó al Este para quedarse.
II
Sólo cuando la luz del Este se vuelva blanca poco a poco,
la oscuridad a través de la tierra se convertirá en luz.
Entonces el hombre sabrá que Dios dejó Israel hace mucho tiempo
y está ascendiendo de nuevo, esta vez en Oriente.
Una vez descendió en Israel y luego Él se marchó de ahí.
No puede volver a nacer en Israel,
porque Su obra lidera a todo el universo.
Los relámpagos alumbran de Oriente a Occidente,
por eso Dios ha descendido en Oriente
y ha llevado la tierra de Canaán a las personas que están en Oriente.
Él desea llevar a todo el mundo a Canaán,
y, por tanto, Él habla desde ahí, con el fin de controlar el universo.
No existe luz en la tierra que no sea la de Canaán,
y todos los hombres están en peligro de pasar hambre y frío.
Él desea llevar a todo el mundo a Canaán,
y, por tanto, Él habla desde ahí, con el fin de controlar el universo.
No existe luz en la tierra que no sea la de Canaán,
y todos los hombres están en peligro de pasar hambre y frío,
y todos los hombres están en peligro de pasar hambre y frío.
De “Seguir al Cordero y cantar nuevos cánticos”


Deberías obedecer a Dios al creer en Dios

2020-06-20 01:01:24 | Lectura diaria

 

Palabra de Dios para hoy | Deberías obedecer a Dios al creer en Dios

¿Por qué crees en Dios? La mayoría de las personas se confunden con esta pregunta. Siempre tienen dos puntos de vista completamente diferentes acerca del Dios práctico y del Dios que está en el cielo, lo que demuestra que creen en Dios, no con el fin de obedecer, sino para recibir ciertos beneficios o para escapar del sufrimiento del desastre. Sólo entonces son algo obedientes, pero su obediencia es condicional, es por el bien de sus propias perspectivas personales, y se les impone. Así que, ¿por qué crees en Dios? Si sólo es por el bien de tus perspectivas y de tu destino, entonces mejor no creas. Una creencia como esta es autoengaño, autoconsuelo y autoapreciación. Si tu fe no se construye sobre el fundamento de la obediencia a Dios, entonces al final vas a ser castigado como resultado de oponerte a Dios. Todos los que no buscan la obediencia a Dios en su fe están en contra de Dios. Dios pide que las personas busquen la verdad, que tengan sed de las palabras de Dios, que coman y beban las palabras de Dios y que las pongan en práctica para que puedan lograr la obediencia a Dios. Si tus motivos son realmente así, entonces con toda seguridad Dios te levantará y con toda seguridad será misericordioso contigo. Nadie puede dudar esto, y nadie lo puede cambiar. Si tus motivos no son en aras de obedecer a Dios, y si tienes otras metas, entonces todo lo que digas y hagas, tus oraciones ante Dios e incluso cada una de tus acciones, van a estar en contra de Dios. Puedes ser de voz suave y apacible, cada una de tus acciones y expresiones pueden parecer correctas, puedes parecer alguien que obedece, pero cuando se trata de tus motivos y tus puntos de vista acerca de la fe en Dios, todo lo que haces está en contra de Dios y es malo. Las personas que parecen tan obedientes como corderos, pero cuyos corazones albergan malas intenciones, son lobos con piel de cordero, ofenden directamente a Dios y Dios no perdonará a ni una sola de ellas. El Espíritu Santo pondrá de manifiesto a cada una de ellas para que todos puedan ver que cada una de esas que son hipócritas, el Espíritu Santo seguramente las aborrecerá y las rechazará. No te preocupes: Dios ajustará cuentas y corregirá a cada una de ellas, una por una.
Si no puedes aceptar la nueva luz de Dios, y no puedes entender todo lo que Dios hace hoy, y no la buscas o bien la dudas, la juzgas o la estudias y la analizas, entonces es que no tienes la menor intención de obedecer. Si, cuando la luz del aquí y ahora aparezca, todavía atesoras la luz de ayer y te opones a la nueva obra de Dios, entonces no eres más que un chiste, eres uno de los que están en contra de Dios de manera deliberada. Clave para obedecer a Dios es apreciar la nueva luz y ser capaz de aceptarla y ponerla en práctica. Sólo esta es la verdadera obediencia. Los que no tienen la voluntad de tener sed de Dios son incapaces de tener una mente que obedezca a Dios, y sólo se pueden oponer a Dios como resultado de su satisfacción con el estatus quo. Que el hombre no pueda obedecer a Dios se debe a que lo posee lo que antes fue. Las cosas que fueron antes les han dado a las personas todo tipo de nociones e ilusiones acerca de Dios que se han convertido en la imagen de Dios que tienen en sus mentes. Por lo tanto, en lo que creen es en sus propias nociones y en los estándares de su propia imaginación. Si mides al Dios que hace una obra actual el día de hoy contra el Dios de tu propia imaginación, entonces tu fe proviene de Satanás y va de acuerdo con tus propias preferencias y Dios no quiere una fe como esta. Independientemente de lo elevadas que sean sus referencias e independientemente de su entrega, incluso si han dedicado toda una vida de esfuerzos a Su obra y se han martirizado, Dios no aprueba a nadie que tenga una fe como esta. Él sólo les muestra un poco de gracia y les permite disfrutarla por un tiempo. Personas como estas no pueden poner en práctica la verdad, el Espíritu Santo no obra en su interior y Dios las eliminará a cada una de ellas, una por una. Independientemente de si son viejos o jóvenes, los que no obedecen a Dios en su fe, y tienen los motivos equivocados, son los que se oponen e interrumpen, y Dios eliminará indiscutiblemente a esas personas. Los que no tienen la más mínima obediencia a Dios, que sólo reconocen el nombre de Dios, y tienen algún presentimiento de la preciosura y hermosura pero que no mantienen el ritmo con los pasos del Espíritu Santo, y no obedecen la obra presente y las palabras del Espíritu Santo, esas personas viven en medio de la gracia de Dios y Dios ni las ganará ni las perfeccionará. Dios hace perfectas a las personas por medio de su obediencia, por medio de su comer, beber y disfrutar las palabras de Dios y por medio del sufrimiento y refinamiento en sus vidas. Sólo por medio de una fe como esta los caracteres de las personas pueden cambiar, sólo entonces pueden poseer el conocimiento verdadero de Dios. No estar satisfechos con vivir en medio de las gracias de Dios, tener sed de un modo activo de la verdad, buscar la verdad y buscar ser ganados por Dios, esto es lo que quiere decir obedecer conscientemente a Dios; esta es precisamente la clase de fe que Dios quiere. Las personas que no hacen nada más que disfrutar las gracias de Dios no pueden ser perfeccionadas o cambiadas, y su obediencia y piedad y su amor y paciencia, todo es superficial. Las que sólo disfrutan las gracias de Dios no pueden conocer a Dios realmente, e incluso cuando conocen a Dios, su conocimiento es superficial, y dicen cosas como que Dios ama al hombre o que Dios es compasivo con el hombre. Esto no representa la vida del hombre y no demuestra que las personas conozcan verdaderamente a Dios. Si, cuando las palabras de Dios las refinan, o cuando Sus pruebas vienen sobre ellas, las personas no pueden obedecer a Dios —si, en cambio, se vuelven indecisas y caen— entonces no son obedientes en lo más mínimo. Dentro de ellas hay muchas reglas y restricciones acerca de la fe en Dios, viejas experiencias que son el resultado de muchos años de fe o varias doctrinas que se basan en la Biblia. ¿Personas como estas podrían obedecer a Dios? Estas personas están llenas de cosas humanas, ¿cómo podrían obedecer a Dios? Todas obedecen de acuerdo a sus preferencias personales, ¿anhelaría Dios una obediencia como esa? Esto no es obedecer a Dios, sino ateniéndote a la doctrina, es satisfacerte y consolarte a ti mismo. Si dices que esto es obediencia a Dios, ¿no blasfemas contra Él? Eres un faraón egipcio, haces maldad y expresamente te comprometes en la obra de oponerte a Dios, ¿podría Dios querer un servicio como este? Será mejor que te apures y te arrepientas y tengas algo de conciencia de ti mismo. Si no, sería mejor que te fueras a casa: eso te haría más bien que tu servicio a Dios, no interrumpirías ni molestarías, sabrías cuál es tu lugar y vivirías bien, ¿y no sería eso mejor? ¡De esa manera evitarías estar en contra de Dios y ser castigado!
Recomendación: Devocionales Cristianos

El mejor cortometraje cristiano "Mi padre, el pastor"

2020-06-18 23:58:00 | Reflexiones Cristianas

En la religión, muchos pastores insisten en que "Todas palabras y obras del Señor está en la Biblia", "No debemos apartarnos de la Biblia mientras creemos en el Señor" y "Creer la Biblia es Creer en el Señor". Pero el Señor Jesús dijo: "Examináis las Escrituras porque vosotros pensáis que en ellas tenéis vida eterna; y ellas son las que dan testimonio de mí; y no queréis venir a mí para que tengáis vida" (Juan 5: 39-40). Esto muestra que la Biblia solo da testimonio de la obra de Dios en el Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento, y no puede traer vida eterna a los hombres. Solo el Señor puede dar la vida y el camino de la vida eterna. ¿Quieres saber la historia interna de la Biblia? ¿Cómo debemos tratar a la Biblia de acuerdo con la voluntad del Señor? El video "Mi padre, el pastor" te revelará la respuesta.


Drama Cristiano | "Mi padre, el pastor" Debate de la verdad entre el padre y la hija 
Chi Shou, un pastor religioso que ha creído en el Señor durante cuarenta años, siempre ha tenido el punto de vista de que "todas las palabras y obras del Señor están en la Biblia", "la creencia en el Señor no puede desviarse de la Biblia, y creer en la Biblia significa creer en el Señor". Cuando se entera de que su hija ha aceptado la obra de Dios de los últimos días, planea junto a su esposa la manera de disuadirla. Cierto día, su hija regresa a casa para darles testimonio del evangelio del regreso del Señor, y entonces se produce un acalorado, ingenioso, pero serio debate familiar…

Película cristiana "El misterio de la piedad" Escena 6

2020-06-17 22:01:55 | Prédicas Cristianas

Película cristiana  "El misterio de la piedad" Escena 6 - La necesidad de que Dios haga Su obra por medio de la encarnación
¿Por qué se dice que es mejor que Dios se encarne para salvar a la humanidad corrupta? ¿En qué pueden apreciarse la necesidad y el importante significado de la encarnación de Dios? Dios Todopoderoso dice: "Satanás ha corrompido la carne del hombre y la ha cegado profundamente y la ha dañado terriblemente. La razón fundamental por la que Dios obra personalmente en la carne es porque el objeto de Su salvación es el hombre, que es de la carne, y porque Satanás usa la carne del hombre para turbar la obra de Dios. La batalla contra Satanás es en realidad la obra de conquistar al hombre y, al mismo tiempo, el hombre también es el objeto de la salvación de Dios. De esta manera, la obra de Dios encarnado es esencial. Satanás corrompió la carne del hombre y el hombre se convirtió en la personificación de Satanás y se volvió el objeto que Dios debe derrotar. Así, la obra de librar la batalla contra Satanás y salvar a la humanidad ocurre en la tierra y Dios se debe hacer humano con el fin de librar la batalla contra Satanás. Esta es una obra de la máxima realidad" (La Palabra manifestada en carne).
Recomendación: La venida de Cristo
¡Gracias por visitar mi blog! ¿Quiere saber cómo recibir el regreso del Señor Jesús? ¿Tiene alguna confusión y dificultad sobre la fe y la vida? ¡Puede chatear con nosotros a través de WhatsApp! Esperamos su llegada!

El Señor ha regresado, ¿sabes cómo poder recibirlo?

2020-06-17 02:04:39 | vírgenes prudentes
Las profecías de la venida del Señor en los últimos días se han cumplido, y Él ha vuelto en secreto antes del desastre, es Cristo de los últimos días, Dios Todopoderoso. ¿Lo has recibido? Si no, ¿sabes cómo poder recibir Su regreso? Busquemos la respuesta de las palabras de Dios.
El Señor Jesús dijo: “Mis ovejas oyen Mi voz, y Yo las conozco y me siguen” (Juan 10:27). “Mirad, Yo estoy a la puerta y toco; si alguien escucha Mi voz y abre la puerta, vendré a él y comeré con él y él conmigo” (Apocalipsis 3:20).
Dios Todopoderoso dice “‘El que puede oír, que oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias’. ¿Habéis oído ahora las palabras del Espíritu Santo? Las palabras de Dios han venido sobre vosotros. ¿Las oís? Dios realiza la obra de la palabra en
los últimos días y tales palabras son las del Espíritu Santo, porque Dios es el Espíritu Santo y también puede hacerse carne; por tanto, las palabras del Espíritu Santo, tal como se hablaron en el pasado, son las palabras del Dios encarnado hoy”.
“Ya que estamos buscando las huellas de Dios, debemos buscar la voluntad de Dios, las palabras de Dios, las declaraciones de Dios, porque donde están las nuevas palabras de Dios, ahí está la voz de Dios, y donde están las huellas de Dios, ahí están los hechos de Dios. Donde está la expresión de Dios, ahí está la aparición de Dios, y donde está la aparición de Dios, ahí existe la verdad, el camino y la vida”.
Extracto de “La Palabra manifestada en carne”

Si quieres conocer más, lee la Palabra de Cristo de los últimos días “El Salvador ya ha regresado sobre una ‘nube blanca’”.

 

Muchos hermanos y hermanas que creen verdaderamente en el Señor están esperando ansiosamente poder contemplar la venida del Salvador, recibir a Él e ir al banquete con Él. Ahora que el Señor ha regresado, ¿está usted listo para acogerlo? Haga clic en WhatsApp para unirse a nosotros y discutir con nosotros en línea, con el objeto de conocer más misterios de la venida del Señor. 


Música cristiana 2020 | El día del castigo de Dios está cerca

2020-06-16 07:48:14 | Himno
 
Música cristiana 2020 | El día del castigo de Dios está cerca 
I
Muchos se sienten afligidos e intranquilos
por todas las cosas atroces que han hecho,
y muchos se sienten avergonzados por
no haber realizado nunca una sola buena acción.
Y también hay muchos que,
lejos de sentirse avergonzados por sus pecados,
se vuelven cada vez peores,
arrancan completamente las máscaras que ocultan sus feos rostros,
que aún no han sido plenamente revelados,
para poner a prueba el carácter de Dios.
A Dios no le importa ni tiene en cuenta las acciones de cada persona,
sino que hace la obra que debe hacer, ya sea recopilar información,
viajar por la tierra o hacer lo que es de Su interés.
En momentos importantes, continúa con Su obra
entre los hombres de acuerdo con el plan,
cada cosa en su momento, y lo hace con tranquilidad y precisión.
II
Sin embargo, algunos hombres son descartados con cada paso de Su obra,
porque desprecia sus halagos y fingida sumisión.
Aquellos a quienes aborrece, sin duda alguna, serán abandonados,
ya sea intencionadamente o no.
En resumen, Dios quiere que todos a los que desprecia estén lejos de Él.
Sobra decir que no perdonará a los malvados que quedan en la casa de Dios.
El día del castigo del hombre está cerca,
por eso Dios no ansía expulsar a todas esas almas despreciables,
porque Él tiene Su propio plan.
De “Seguir al Cordero y cantar nuevos cánticos” 
 
Hoy en día, los últimos días, los desastres suceden frecuentemente, ante el aviso de Dios, con que tengamos el genuino arrepentimiento, podremos obtener Su misericordia. Le invitamos a explorar y comunicarse con nosotros por WhatsApp, déjanos adorar a Dios juntos y recibir el regreso del Señor Jesús. 
 
 

¿Qué es el verdadero arrepentimiento? (Parte 1)

2020-06-16 05:03:35 | vírgenes prudentes
Hermanos y hermanas, hemos leído lo que el Señor Jesús dijo: “[...] Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado” (Mateo 4:17).
La Palabra del Señor nos dice que si queremos entrar en el reino de Dios, debemos confesar nuestros pecados y arrepentirnos ante Dios. Pero, ¿qué es el verdadero arrepentimiento?
Un día, varios hermanos y hermanas como Juan, José, André y Pedro comenzaron a tener un debate juntos.
André dijo: “Creo que, cuando nos presentamos ante Dios con sinceridad, oramos y admitimos nuestros pecados con amargas lágrimas, esto es arrepentimiento. Mientras hagamos estas cosas con frecuencia, seremos perdonados de nuestros pecados. Cuando el Señor regrese, seremos llevados al reino celestial”.
José contó: “Durante estos años, oramos todos los días a Dios admitiendo nuestros pecados y las cosas que hacemos que lo ofenden. Sin embargo, de hecho, seguimos cometiendo los mismos pecados a la primera ocasión. ¿Cuenta como verdadero arrepentimiento si vivimos en el ciclo repetido de pecar y reconocer nuestros pecados?”.
Juan vaciló por un momento y dijo: “Creo que aunque a menudo oramos al Señor y confesamos nuestros pecados con lágrimas amargas, eso simplemente representa nuestro deseo de confesarnos y arrepentirnos ante el Señor, pero no es un verdadero arrepentimiento. Si realmente nos arrepentimos o no, depende de cómo nos comportemos después. Por ejemplo, un ladrón fue atrapado cuando estaba robando. Aunque admitió su culpa y prometió que nunca volvería a robar, todavía no mostró verdadero arrepentimiento. Necesitamos ver cómo seguirá actuando realmente, si lo volverá a hacer. De la misma manera, aunque siempre confesemos con palabras, si no ponemos en práctica la palabra del Señor y seguimos Su camino, continuamos en el círculo vicioso de cometer y confesar pecados. Esto no es verdadero arrepentimiento. No hemos cumplido con los requisitos del Señor para el arrepentimiento”.
Luego Pedro añadió: “No puedo dejar de pensar en la Era de la Ley; David planeó matar a Urías, lo hizo y tomó a su esposa Betsabé por la fuerza, cometiendo un acto de adulterio. Entonces Jehová Dios envió al profeta Natán para transmitirle Sus palabras a David, y hacerle saber su crimen y el castigo que le sobrevendría. A partir de ese momento, la espada nunca se alejó de su casa. David sabía que había violado los mandamientos dictados por Jehová Dios y ofendido Su carácter. Al darse cuenta de esto, lamentó sus acciones y oró a Dios, arrepintiéndose y confesando con toda sinceridad. En sus últimos años, se volvió muy friolento. Entonces, el pueblo de Israel trajo a una chica virgen a su cama para que se uniera a él bajo las sábanas y lo mantuviera caliente. Pero él no se acercó a ella. David no solo admitió su crimen realmente, sino que también tuvo comportamientos reales. Tal testimonio debe ser convincente para las personas”.
Recomendación: Reflexiones Cristianas 
 
Scripture quotations taken from LBLA. Copyright by The Lockman Foundation.

¿Qué es el verdadero arrepentimiento? (Parte 1)

2020-06-16 05:03:35 | vírgenes prudentes
Hermanos y hermanas, hemos leído lo que el Señor Jesús dijo: “[...] Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado” (Mateo 4:17).
La Palabra del Señor nos dice que si queremos entrar en el reino de Dios, debemos confesar nuestros pecados y arrepentirnos ante Dios. Pero, ¿qué es el verdadero arrepentimiento?
Un día, varios hermanos y hermanas como Juan, José, André y Pedro comenzaron a tener un debate juntos.
André dijo: “Creo que, cuando nos presentamos ante Dios con sinceridad, oramos y admitimos nuestros pecados con amargas lágrimas, esto es arrepentimiento. Mientras hagamos estas cosas con frecuencia, seremos perdonados de nuestros pecados. Cuando el Señor regrese, seremos llevados al reino celestial”.
José contó: “Durante estos años, oramos todos los días a Dios admitiendo nuestros pecados y las cosas que hacemos que lo ofenden. Sin embargo, de hecho, seguimos cometiendo los mismos pecados a la primera ocasión. ¿Cuenta como verdadero arrepentimiento si vivimos en el ciclo repetido de pecar y reconocer nuestros pecados?”.
Juan vaciló por un momento y dijo: “Creo que aunque a menudo oramos al Señor y confesamos nuestros pecados con lágrimas amargas, eso simplemente representa nuestro deseo de confesarnos y arrepentirnos ante el Señor, pero no es un verdadero arrepentimiento. Si realmente nos arrepentimos o no, depende de cómo nos comportemos después. Por ejemplo, un ladrón fue atrapado cuando estaba robando. Aunque admitió su culpa y prometió que nunca volvería a robar, todavía no mostró verdadero arrepentimiento. Necesitamos ver cómo seguirá actuando realmente, si lo volverá a hacer. De la misma manera, aunque siempre confesemos con palabras, si no ponemos en práctica la palabra del Señor y seguimos Su camino, continuamos en el círculo vicioso de cometer y confesar pecados. Esto no es verdadero arrepentimiento. No hemos cumplido con los requisitos del Señor para el arrepentimiento”.
Luego Pedro añadió: “No puedo dejar de pensar en la Era de la Ley; David planeó matar a Urías, lo hizo y tomó a su esposa Betsabé por la fuerza, cometiendo un acto de adulterio. Entonces Jehová Dios envió al profeta Natán para transmitirle Sus palabras a David, y hacerle saber su crimen y el castigo que le sobrevendría. A partir de ese momento, la espada nunca se alejó de su casa. David sabía que había violado los mandamientos dictados por Jehová Dios y ofendido Su carácter. Al darse cuenta de esto, lamentó sus acciones y oró a Dios, arrepintiéndose y confesando con toda sinceridad. En sus últimos años, se volvió muy friolento. Entonces, el pueblo de Israel trajo a una chica virgen a su cama para que se uniera a él bajo las sábanas y lo mantuviera caliente. Pero él no se acercó a ella. David no solo admitió su crimen realmente, sino que también tuvo comportamientos reales. Tal testimonio debe ser convincente para las personas”.
Recomendación: Reflexiones Cristianas 
 
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¿Qué es el verdadero arrepentimiento? (Parte 1)

2020-06-16 05:03:35 | vírgenes prudentes
Hermanos y hermanas, hemos leído lo que el Señor Jesús dijo: “[...] Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado” (Mateo 4:17).
La Palabra del Señor nos dice que si queremos entrar en el reino de Dios, debemos confesar nuestros pecados y arrepentirnos ante Dios. Pero, ¿qué es el verdadero arrepentimiento?
Un día, varios hermanos y hermanas como Juan, José, André y Pedro comenzaron a tener un debate juntos.
André dijo: “Creo que, cuando nos presentamos ante Dios con sinceridad, oramos y admitimos nuestros pecados con amargas lágrimas, esto es arrepentimiento. Mientras hagamos estas cosas con frecuencia, seremos perdonados de nuestros pecados. Cuando el Señor regrese, seremos llevados al reino celestial”.
José contó: “Durante estos años, oramos todos los días a Dios admitiendo nuestros pecados y las cosas que hacemos que lo ofenden. Sin embargo, de hecho, seguimos cometiendo los mismos pecados a la primera ocasión. ¿Cuenta como verdadero arrepentimiento si vivimos en el ciclo repetido de pecar y reconocer nuestros pecados?”.
Juan vaciló por un momento y dijo: “Creo que aunque a menudo oramos al Señor y confesamos nuestros pecados con lágrimas amargas, eso simplemente representa nuestro deseo de confesarnos y arrepentirnos ante el Señor, pero no es un verdadero arrepentimiento. Si realmente nos arrepentimos o no, depende de cómo nos comportemos después. Por ejemplo, un ladrón fue atrapado cuando estaba robando. Aunque admitió su culpa y prometió que nunca volvería a robar, todavía no mostró verdadero arrepentimiento. Necesitamos ver cómo seguirá actuando realmente, si lo volverá a hacer. De la misma manera, aunque siempre confesemos con palabras, si no ponemos en práctica la palabra del Señor y seguimos Su camino, continuamos en el círculo vicioso de cometer y confesar pecados. Esto no es verdadero arrepentimiento. No hemos cumplido con los requisitos del Señor para el arrepentimiento”.
Luego Pedro añadió: “No puedo dejar de pensar en la Era de la Ley; David planeó matar a Urías, lo hizo y tomó a su esposa Betsabé por la fuerza, cometiendo un acto de adulterio. Entonces Jehová Dios envió al profeta Natán para transmitirle Sus palabras a David, y hacerle saber su crimen y el castigo que le sobrevendría. A partir de ese momento, la espada nunca se alejó de su casa. David sabía que había violado los mandamientos dictados por Jehová Dios y ofendido Su carácter. Al darse cuenta de esto, lamentó sus acciones y oró a Dios, arrepintiéndose y confesando con toda sinceridad. En sus últimos años, se volvió muy friolento. Entonces, el pueblo de Israel trajo a una chica virgen a su cama para que se uniera a él bajo las sábanas y lo mantuviera caliente. Pero él no se acercó a ella. David no solo admitió su crimen realmente, sino que también tuvo comportamientos reales. Tal testimonio debe ser convincente para las personas”.
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