Dios Todopoderoso es mi salvador

Que el amor y la misericordia de DIOS estén siempre contigo

Música cristiana 2020 | El día del castigo de Dios está cerca

2020-06-16 07:48:14 | Himno
 
Música cristiana 2020 | El día del castigo de Dios está cerca 
I
Muchos se sienten afligidos e intranquilos
por todas las cosas atroces que han hecho,
y muchos se sienten avergonzados por
no haber realizado nunca una sola buena acción.
Y también hay muchos que,
lejos de sentirse avergonzados por sus pecados,
se vuelven cada vez peores,
arrancan completamente las máscaras que ocultan sus feos rostros,
que aún no han sido plenamente revelados,
para poner a prueba el carácter de Dios.
A Dios no le importa ni tiene en cuenta las acciones de cada persona,
sino que hace la obra que debe hacer, ya sea recopilar información,
viajar por la tierra o hacer lo que es de Su interés.
En momentos importantes, continúa con Su obra
entre los hombres de acuerdo con el plan,
cada cosa en su momento, y lo hace con tranquilidad y precisión.
II
Sin embargo, algunos hombres son descartados con cada paso de Su obra,
porque desprecia sus halagos y fingida sumisión.
Aquellos a quienes aborrece, sin duda alguna, serán abandonados,
ya sea intencionadamente o no.
En resumen, Dios quiere que todos a los que desprecia estén lejos de Él.
Sobra decir que no perdonará a los malvados que quedan en la casa de Dios.
El día del castigo del hombre está cerca,
por eso Dios no ansía expulsar a todas esas almas despreciables,
porque Él tiene Su propio plan.
De “Seguir al Cordero y cantar nuevos cánticos” 
 
Hoy en día, los últimos días, los desastres suceden frecuentemente, ante el aviso de Dios, con que tengamos el genuino arrepentimiento, podremos obtener Su misericordia. Le invitamos a explorar y comunicarse con nosotros por WhatsApp, déjanos adorar a Dios juntos y recibir el regreso del Señor Jesús. 
 
 

¿Qué es el verdadero arrepentimiento? (Parte 1)

2020-06-16 05:03:35 | vírgenes prudentes
Hermanos y hermanas, hemos leído lo que el Señor Jesús dijo: “[...] Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado” (Mateo 4:17).
La Palabra del Señor nos dice que si queremos entrar en el reino de Dios, debemos confesar nuestros pecados y arrepentirnos ante Dios. Pero, ¿qué es el verdadero arrepentimiento?
Un día, varios hermanos y hermanas como Juan, José, André y Pedro comenzaron a tener un debate juntos.
André dijo: “Creo que, cuando nos presentamos ante Dios con sinceridad, oramos y admitimos nuestros pecados con amargas lágrimas, esto es arrepentimiento. Mientras hagamos estas cosas con frecuencia, seremos perdonados de nuestros pecados. Cuando el Señor regrese, seremos llevados al reino celestial”.
José contó: “Durante estos años, oramos todos los días a Dios admitiendo nuestros pecados y las cosas que hacemos que lo ofenden. Sin embargo, de hecho, seguimos cometiendo los mismos pecados a la primera ocasión. ¿Cuenta como verdadero arrepentimiento si vivimos en el ciclo repetido de pecar y reconocer nuestros pecados?”.
Juan vaciló por un momento y dijo: “Creo que aunque a menudo oramos al Señor y confesamos nuestros pecados con lágrimas amargas, eso simplemente representa nuestro deseo de confesarnos y arrepentirnos ante el Señor, pero no es un verdadero arrepentimiento. Si realmente nos arrepentimos o no, depende de cómo nos comportemos después. Por ejemplo, un ladrón fue atrapado cuando estaba robando. Aunque admitió su culpa y prometió que nunca volvería a robar, todavía no mostró verdadero arrepentimiento. Necesitamos ver cómo seguirá actuando realmente, si lo volverá a hacer. De la misma manera, aunque siempre confesemos con palabras, si no ponemos en práctica la palabra del Señor y seguimos Su camino, continuamos en el círculo vicioso de cometer y confesar pecados. Esto no es verdadero arrepentimiento. No hemos cumplido con los requisitos del Señor para el arrepentimiento”.
Luego Pedro añadió: “No puedo dejar de pensar en la Era de la Ley; David planeó matar a Urías, lo hizo y tomó a su esposa Betsabé por la fuerza, cometiendo un acto de adulterio. Entonces Jehová Dios envió al profeta Natán para transmitirle Sus palabras a David, y hacerle saber su crimen y el castigo que le sobrevendría. A partir de ese momento, la espada nunca se alejó de su casa. David sabía que había violado los mandamientos dictados por Jehová Dios y ofendido Su carácter. Al darse cuenta de esto, lamentó sus acciones y oró a Dios, arrepintiéndose y confesando con toda sinceridad. En sus últimos años, se volvió muy friolento. Entonces, el pueblo de Israel trajo a una chica virgen a su cama para que se uniera a él bajo las sábanas y lo mantuviera caliente. Pero él no se acercó a ella. David no solo admitió su crimen realmente, sino que también tuvo comportamientos reales. Tal testimonio debe ser convincente para las personas”.
Recomendación: Reflexiones Cristianas 
 
Scripture quotations taken from LBLA. Copyright by The Lockman Foundation.

¿Qué es el verdadero arrepentimiento? (Parte 1)

2020-06-16 05:03:35 | vírgenes prudentes
Hermanos y hermanas, hemos leído lo que el Señor Jesús dijo: “[...] Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado” (Mateo 4:17).
La Palabra del Señor nos dice que si queremos entrar en el reino de Dios, debemos confesar nuestros pecados y arrepentirnos ante Dios. Pero, ¿qué es el verdadero arrepentimiento?
Un día, varios hermanos y hermanas como Juan, José, André y Pedro comenzaron a tener un debate juntos.
André dijo: “Creo que, cuando nos presentamos ante Dios con sinceridad, oramos y admitimos nuestros pecados con amargas lágrimas, esto es arrepentimiento. Mientras hagamos estas cosas con frecuencia, seremos perdonados de nuestros pecados. Cuando el Señor regrese, seremos llevados al reino celestial”.
José contó: “Durante estos años, oramos todos los días a Dios admitiendo nuestros pecados y las cosas que hacemos que lo ofenden. Sin embargo, de hecho, seguimos cometiendo los mismos pecados a la primera ocasión. ¿Cuenta como verdadero arrepentimiento si vivimos en el ciclo repetido de pecar y reconocer nuestros pecados?”.
Juan vaciló por un momento y dijo: “Creo que aunque a menudo oramos al Señor y confesamos nuestros pecados con lágrimas amargas, eso simplemente representa nuestro deseo de confesarnos y arrepentirnos ante el Señor, pero no es un verdadero arrepentimiento. Si realmente nos arrepentimos o no, depende de cómo nos comportemos después. Por ejemplo, un ladrón fue atrapado cuando estaba robando. Aunque admitió su culpa y prometió que nunca volvería a robar, todavía no mostró verdadero arrepentimiento. Necesitamos ver cómo seguirá actuando realmente, si lo volverá a hacer. De la misma manera, aunque siempre confesemos con palabras, si no ponemos en práctica la palabra del Señor y seguimos Su camino, continuamos en el círculo vicioso de cometer y confesar pecados. Esto no es verdadero arrepentimiento. No hemos cumplido con los requisitos del Señor para el arrepentimiento”.
Luego Pedro añadió: “No puedo dejar de pensar en la Era de la Ley; David planeó matar a Urías, lo hizo y tomó a su esposa Betsabé por la fuerza, cometiendo un acto de adulterio. Entonces Jehová Dios envió al profeta Natán para transmitirle Sus palabras a David, y hacerle saber su crimen y el castigo que le sobrevendría. A partir de ese momento, la espada nunca se alejó de su casa. David sabía que había violado los mandamientos dictados por Jehová Dios y ofendido Su carácter. Al darse cuenta de esto, lamentó sus acciones y oró a Dios, arrepintiéndose y confesando con toda sinceridad. En sus últimos años, se volvió muy friolento. Entonces, el pueblo de Israel trajo a una chica virgen a su cama para que se uniera a él bajo las sábanas y lo mantuviera caliente. Pero él no se acercó a ella. David no solo admitió su crimen realmente, sino que también tuvo comportamientos reales. Tal testimonio debe ser convincente para las personas”.
Recomendación: Reflexiones Cristianas 
 
Scripture quotations taken from LBLA. Copyright by The Lockman Foundation.

¿Qué es el verdadero arrepentimiento? (Parte 1)

2020-06-16 05:03:35 | vírgenes prudentes
Hermanos y hermanas, hemos leído lo que el Señor Jesús dijo: “[...] Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado” (Mateo 4:17).
La Palabra del Señor nos dice que si queremos entrar en el reino de Dios, debemos confesar nuestros pecados y arrepentirnos ante Dios. Pero, ¿qué es el verdadero arrepentimiento?
Un día, varios hermanos y hermanas como Juan, José, André y Pedro comenzaron a tener un debate juntos.
André dijo: “Creo que, cuando nos presentamos ante Dios con sinceridad, oramos y admitimos nuestros pecados con amargas lágrimas, esto es arrepentimiento. Mientras hagamos estas cosas con frecuencia, seremos perdonados de nuestros pecados. Cuando el Señor regrese, seremos llevados al reino celestial”.
José contó: “Durante estos años, oramos todos los días a Dios admitiendo nuestros pecados y las cosas que hacemos que lo ofenden. Sin embargo, de hecho, seguimos cometiendo los mismos pecados a la primera ocasión. ¿Cuenta como verdadero arrepentimiento si vivimos en el ciclo repetido de pecar y reconocer nuestros pecados?”.
Juan vaciló por un momento y dijo: “Creo que aunque a menudo oramos al Señor y confesamos nuestros pecados con lágrimas amargas, eso simplemente representa nuestro deseo de confesarnos y arrepentirnos ante el Señor, pero no es un verdadero arrepentimiento. Si realmente nos arrepentimos o no, depende de cómo nos comportemos después. Por ejemplo, un ladrón fue atrapado cuando estaba robando. Aunque admitió su culpa y prometió que nunca volvería a robar, todavía no mostró verdadero arrepentimiento. Necesitamos ver cómo seguirá actuando realmente, si lo volverá a hacer. De la misma manera, aunque siempre confesemos con palabras, si no ponemos en práctica la palabra del Señor y seguimos Su camino, continuamos en el círculo vicioso de cometer y confesar pecados. Esto no es verdadero arrepentimiento. No hemos cumplido con los requisitos del Señor para el arrepentimiento”.
Luego Pedro añadió: “No puedo dejar de pensar en la Era de la Ley; David planeó matar a Urías, lo hizo y tomó a su esposa Betsabé por la fuerza, cometiendo un acto de adulterio. Entonces Jehová Dios envió al profeta Natán para transmitirle Sus palabras a David, y hacerle saber su crimen y el castigo que le sobrevendría. A partir de ese momento, la espada nunca se alejó de su casa. David sabía que había violado los mandamientos dictados por Jehová Dios y ofendido Su carácter. Al darse cuenta de esto, lamentó sus acciones y oró a Dios, arrepintiéndose y confesando con toda sinceridad. En sus últimos años, se volvió muy friolento. Entonces, el pueblo de Israel trajo a una chica virgen a su cama para que se uniera a él bajo las sábanas y lo mantuviera caliente. Pero él no se acercó a ella. David no solo admitió su crimen realmente, sino que también tuvo comportamientos reales. Tal testimonio debe ser convincente para las personas”.
Recomendación: Reflexiones Cristianas 

Scripture quotations taken from LBLA. Copyright by The Lockman Foundation.