Uno puede preguntarse: La Biblia dice: “Entonces nosotros, los que estemos vivos y que permanezcamos, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes al encuentro del Señor en el aire, y así estaremos con el Señor siempre” (1 Tesalonicenses 4:17). ¿Cómo debería interpretarse este versículo? ¿Cómo se cumplirá el versículo en cuanto que los creyentes serán arrebatados en los últimos días?
A cada cristiano que espera con devoción el regreso del Señor, el tema del arrebato de los creyentes cuando el Señor regrese en los últimos días siempre le ha resultado atractivo. No hay creyente que no espere ser arrebatado al reino de los cielos cuando vuelva el Señor. Sin embargo, ¿cuál es entonces el verdadero significado del arrebato? ¿Significa realmente que el Señor llevará a los creyentes al cielo en los últimos días? Para entender este aspecto de la verdad, leamos primero algunos versículos. El Libro de los Hechos 8:39-40 dice: “Al salir ellos del agua, el Espíritu del Señor arrebató a Felipe; y no lo vio más el eunuco, que continuó su camino gozoso. Mas Felipe se encontró en Azoto, y por donde pasaba, anunciaba el evangelio en todas las ciudades, hasta que llegó a Cesarea”. Según las nociones y imaginaciones del hombre, como aquí dice que Felipe fue llevado por el Espíritu del Señor, fue llevado al cielo. Y sin embargo, “Mas Felipe se encontró en Azoto”, y predicó el Evangelio en todas las ciudades, siguiendo la voluntad del Señor sobre la tierra. Entendemos, entonces, que Felipe no fue llevado al cielo sino que permaneció en la tierra.
Además, Jesucristo nos enseñó la oración del Señor, “Venga tu reino. Hágase tu voluntad, así en la tierra como en el cielo” (Mateo 6:10). Hablando de “así en la tierra como en el cielo”. Significa que el destino futuro del hombre no está en el cielo sino en la tierra. Es decir, el hombre seguirá viviendo en la tierra cuando el reino de Dios descienda. El Apocalipsis 21:2-3 dice: “Y vi la ciudad santa, la nueva Jerusalén, que descendía del cielo, de Dios, preparada como una novia ataviada para su esposo. Entonces oí una gran voz que decía desde el trono: He aquí, el tabernáculo de Dios está entre los hombres, y El habitará entre ellos y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará entre ellos”. El Apocalipsis 11:15 dice: “El séptimo ángel tocó la trompeta, y se levantaron grandes voces en el cielo, que decían: El reino del mundo ha venido a ser el reino de nuestro Señor y de su Cristo; y El reinará por los siglos de los siglos”. Estas profecías mencionan “el tabernáculo de Dios está entre los hombres,” “la nueva Jerusalén, que descendía del cielo,” “El reino del mundo ha venido a ser el reino de nuestro Señor y de su Cristo;” Todo ello indica que el destino final del hombre es que la humanidad seguirá viviendo sobre la tierra en vez de ser llevada a los cielos como nos habíamos imaginado. Si el arrebato significa ser llevado a los cielos tal como lo entiende el hombre, entonces ¿acaso estas profecías no fueron dichas en vano?
De hecho, desde que Dios empezó a cuidar y salvar a la humanidad después de que Él creara al hombre y este fuera corrompido por Satanás, la obra de Dios de salvar al hombre siempre ha sido llevada a cabo sobre la tierra y el hombre siempre ha vivido sobre la tierra. Por último, la voluntad de Dios se llevará a cabo sobre la tierra y Su reino realizará sobre la tierra. De modo que el destino del hombre no está en el cielo sino en la tierra, que es lo que Dios ha ordenado.
Dios Todopoderoso dice: “Dios tiene el destino de Dios y el hombre tiene el destino del hombre. Mientras reposa, Dios seguirá guiando a toda la humanidad en sus vidas sobre la tierra. Mientras está a la luz de Dios, el hombre adorará al único Dios verdadero que está en el cielo. […] Cuando la humanidad entre en el reposo, esto querrá decir que el hombre se ha convertido en una verdadera creación; la humanidad adorará a Dios desde la tierra y tendrá vidas humanas normales. La gente ya no será desobediente a Dios o resistirá a Dios; regresará a la vida original de Adán y Eva. Estas son las respectivas vidas y destinos de Dios y la humanidad después de que entren en el reposo. […] El lugar del reposo del hombre es sobre la tierra y el lugar del reposo de Dios es en el cielo. Mientras el hombre reposa adorará a Dios y también vivirá sobre la tierra, y mientras Dios reposa, Él guiará al resto de la humanidad; […] Después de que Dios y el hombre entren en el reposo, Satanás ya no existirá y, como Satanás, esa gente malvada tampoco existirá. Antes de que Dios y el hombre entren en el reposo, esos malvados individuos que una vez persiguieron a Dios sobre la tierra y los enemigos que fueron desobedientes a Él sobre la tierra ya habrán sido destruidos; los grandes desastres de los últimos días los habrán destruido”. Las palabras de Dios nos enseñan que sabemos que el lugar del reposo de Dios se encuentra en el cielo, mientras que el lugar del reposo del hombre está en la tierra. Disfrutará de una vida similar a la del cielo. Será exactamente la vida armoniosa y bella que Dios ha preparado para el hombre y precisamente será el principal logro de Dios.
Entonces, si el hombre seguirá viviendo en la tierra tras haber sido completamente salvado, ¿a qué exactamente se refiere el arrebato? De hecho, en cuanto al misterio del arrebato, Dios Todopoderoso ya nos lo ha desvelado. La palabra de Dios dice: “‘Ser arrebatado’ no es ser tomado de un lugar bajo para ser colocado en un lugar alto, como las personas imaginan. Esto es un tremendo error. Ser arrebatado se refiere a Mi predeterminación y Mi selección. Va dirigido a todos los que Yo he predestinado y escogido. […] Todas las que tengan participación en Mi casa en el futuro son personas que han sido arrebatadas delante de Mí. Esto es absolutamente cierto, nunca cambia y nadie lo puede refutar. Este es el contraataque contra Satanás”.
Resulta que el verdadero significado de ser arrebatado es seguir los pasos de la obra de Dios y aceptar Su nueva obra en los últimos días. En la Era de la Ley, el hombre creyó en Jehová Dios y siguió las leyes y los mandamientos. Cuando Jesucristo vino a llevar a cabo la obra de la redención, el hombre pudo salirse de la ley, seguir la obra de Jesucristo y ganarse Su redención. Esto era ser arrebatado. En la actualidad, el Salvador Jesús ha vuelto. Él es Dios Todopoderoso encarnado para expresar Su palabra y salvar completamente al hombre. Si el hombre se sale de la Era de la Gracia y sigue la nueva obra de Dios, será plenamente purificado y Dios lo llevará a un maravilloso destino. También esto forma parte del arrebato.
Hoy en día, el Evangelio de Dios Todopoderoso del reino se ha extendido por todo el universo. La mayoría de los hermanos y hermanas que de verdad creen en Dios en todas las denominaciones y grupos han reconocido la voz de Dios y han seguido Sus pasos tras oír Sus palabras. Han sido arrebatados ante el trono de Dios y han disfrutado del agua y los alimentos de la palabra de Dios en sus corazones. La gente no necesita seguir esperando desesperadamente la llegada de Dios. La gente elegida de Dios ya no es débil ni negativa, sino que vive de nuevo en la luz de Dios, disfrutando de una vida feliz con la guía y provisión personal de Dios. Es la nueva vida de ser arrebatado, ¿verdad?
(Traducido del original en inglés al español por Eva Trillo)
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