Lo siguiente es de la columna del Sr. Yoichi Shimada en WiLL, una revista mensual publicada el día 26 (aunque fue entregada en mi casa la tarde del día 28).
(El énfasis en el texto que no sea el titular es mío.
La holgura en la política japonesa es llamativa.
El 13 de octubre, tres días antes de la apertura del Congreso del Partido Comunista Chino, se colgó una pancarta que decía "Elimine a Xi Jinping, el enemigo público de la dictadura" en un paso elevado en Beijing.
Aunque las autoridades se apresuraron a quitar la pancarta, la imagen se difundió en los sitios de redes sociales y se convirtió en noticia internacional (las reglas pronto hicieron que la bandera no estuviera disponible para su visualización en China).
El héroe que cometió un acto desesperado fue detenido por las autoridades en el lugar y se lo llevaron en automóvil.
En Japón y otros países liberales, esto sería una advertencia por violar la Ley de Tránsito Vial.
Sin embargo, en China, donde la deificación de Xi Jinping está progresando, es probable que sea acusado de un delito grave después de sufrir tortura, como "decir todos los nombres de sus camaradas".
Según Cai Xia, exprofesor de la Escuela Central del Partido del PCCh que desertó a los EE. UU., el perpetrador (un hombre) es Peng Lixuan, conocido como "lifa_Petter".
Debemos apoyarlo para que de alguna manera pueda sobrevivir y enfrentar el momento de la liberación.
Si la comunidad internacional no habla, será abusado hasta la muerte en prisión.
Hablando del "enemigo público", en Japón, Seiichiro Murakami, un miembro del Partido Liberal Democrático que complació a la izquierda y boicoteó un funeral nacional, incluso llamó al ex primer ministro Abe "el enemigo público", lo que de hecho fue una violación de reglas del partido
Uno pensaría que Murakami habría estado preparado para hacer tal declaración. Aún así, cuando el Comité de Ejecución Disciplinaria del partido estaba a punto de reunirse, presentó una "disculpa" superficial, mostrando su persistente arrepentimiento por su afiliación al partido. No es nada menos que mezquino.
El Comité Disciplinario del partido, que se suponía que iba a abordar el asunto de manera estricta, finalmente acordó una suspensión indulgente de un año de la afiliación al partido, a pesar de que "la mayoría de los miembros del comité exigieron un castigo severo, como la suspensión de la afiliación al partido o la expulsión". de la fiesta
Todo el proceso, desde el comentario de "el enemigo público" hasta el castigo, fue un espectáculo de monos que no indicaba ninguna seriedad.
Naturalmente, es probable que China, Rusia, Corea del Norte y otras naciones tomen el PLD cada vez más a la ligera.
Entre las fuerzas anti-Abe en el Japón actual, la masa generacional más significativa son los "ancianos Abegers" que participaron en el movimiento "Zenkyoto" a fines de la década de 1960. Su mentalidad también es notablemente laxa.
Los conflictos escolares también florecían en los EE. UU. en ese momento, pero había un aspecto de resistencia al servicio militar obligatorio para pelear la Guerra de Vietnam con sus vidas en juego (como ahora se está convirtiendo en el caso de Rusia).
En Vietnam, 58.000 soldados estadounidenses finalmente murieron y 288.000 resultaron gravemente heridos.
Era diferente de los juegos revolucionarios de Zenkyoto, que eran meras imitaciones de monos en la zona segura.
Estos estudiantes izquierdistas en Japón gritaron, "aplasten el Tratado de Seguridad". Aún así, en realidad, viven en paz, protegidos por las Fuerzas de Autodefensa y el ejército de los EE. UU., Viven con pensiones relativamente privilegiadas y disipan su energía excedente en manifestaciones de "aplastar el funeral de Abe" y otras actividades similares. Se dice que muchos de los ancianos Abegers son antiguos maestros de la Asociación de Educación de Japón, y esto es bastante comprensible.
Típicos "estudiantes de honor" que aceptaron su actitud antimilitarista y antiestadounidense. La educación izquierdista sin ningún espíritu crítico gritó: "Abe no es un ser humano. Lo voy a matar a golpes", gritó Jiro Yamaguchi, miembro de la facultad de la Universidad Hosei.
El primer ministro Abe mostró una gran paciencia en su respuesta a la persistente obstrucción de los discursos por parte de este tipo de Abeger, diciendo: "No podemos darnos el lujo de perder ante esta gente", cuando normalmente los habría descartado como tales.
El Asahi Shimbun resumió la intolerancia de la disidencia y la hostilidad a la crítica de la administración Abe como uno de sus sellos distintivos.
Si permitimos que continúen las críticas injustas, el debate, que es la base de un sistema democrático, no se producirá.
Incluso si los legisladores del PLD quieren perseguir al gobierno, se les dice: "Está bien hacerlo con la política del partido, pero por favor no lo hagan en la Dieta.
Es difícil para los miembros del PLD ir tras la administración en profundidad.
El papel de la Oposición es vital para eso, pero hay pocas preguntas además de seguir el programa de entrevistas de la televisión.
El sistema de gabinete parlamentario no puede funcionar si los partidos de oposición son estúpidos.
El Partido Democrático Constitucional de Japón (DPJ) también tiene conservadores autoproclamados, encabezados por el ex primer ministro Yoshihiko Noda.
Sin embargo, han sido abrumados por izquierdistas como Kiyomi Tsujimoto y Renho, quienes venden su "mezquindad" (comentario de Rurei Miura), y se reducen constantemente.volviendo
Incluso si tienen un número modesto de miembros, no pueden ser una fuerza política si carecen de la fuerza para luchar.
El 17 de septiembre, en un discurso conmemorativo del centenario de la fundación del Partido Comunista, Kazuo Shii, presidente del Partido Comunista, declaró que el partido continuaría levantando la bandera de abandonar el Tratado de Seguridad.
Por otro lado, también dijo que si Japón fuera invadido, pediría a las "inconstitucionales Fuerzas de Autodefensa" que "hagan lo mejor que puedan".
El Partido Comunista dice que debería romper los lazos con el ejército de los EE. UU., luchar solo con las Fuerzas de Autodefensa y proteger las vidas de sus propios miembros del Partido Comunista.
Ellos mismos son irresponsables, egoístas e "incoherentes".
Si quieren que los escuchemos, deben ser un poco más racionales en sus "objeciones".
