Lo que sigue pertenece a la última entrega de la columna habitual de Yoko Sakurai en la revista semanal Shukan Shincho, publicada hoy.
Este artículo también demuestra que ella es un tesoro nacional, el supremo tesoro nacional, según la definición de Saicho.
Es una lectura obligada no sólo para los japoneses, sino también para la gente de todo el mundo.
Bajo el liderazgo de Shigeru Ishiba, el PLD de hecho declinará
El primer ministro Shigeru Ishiba publicó un libro titulado «La esencia de los fracasos del PLD» en abril de este año con la editorial Takarajima Sugoi Bunko.
Se trata de una obra conjunta con personas como Seiichiro Murakami, que calificó al ex primer ministro Shinzo Abe de «traidor a la nación»; Kihei Maekawa, ex viceministro de Educación, Cultura, Deportes, Ciencia y Tecnología, que ha declarado públicamente que su principio es «obedecer en público pero rebelarse en privado»; y Tatsuru Uchida, conocido por su ideología de izquierdas.
Si lo recogemos, veremos la falta de coherencia de las políticas del Sr. Ishiba y su falta de conocimientos, lo que hace difícil creer que haya intentado cinco veces convertirse en líder del PLD.
Por ejemplo, su estrategia es apuntar a China.
Nuestra estrategia nacional define la expansión militar de China como «el mayor desafío estratégico».
China es vista como la mayor amenaza para Japón y el mundo entero.
Nunca he oído al Sr. Ishiba expresar una opinión coherente sobre China.
Aun así, el 10 de septiembre, justo antes de las elecciones presidenciales, mencionó de repente la creación de una versión asiática de la OTAN como estrategia para enfrentarse a China.
Esta gran visión suscitó reacciones sólidas y adversas en Japón y en el extranjero.
Cuando su documento fue publicado por el Hudson Institute, un think tank estadounidense, los estrategas norteamericanos reaccionaron con comentarios como «poco realista» y «EEUU nunca lo aceptaría».
El 3 de octubre, India anunció que no tenía intención de participar en la estrategia del Sr. Ishiba.
Otros países asiáticos expresaron opiniones negativas o guardaron silencio por miedo a China.
La idea del Sr. Ishiba no es más que una quimera, porque aunque Japón tomara la iniciativa de establecer una versión asiática de la OTAN, Japón, que ni siquiera ha sido capaz de enmendar su constitución, no podría participar en actividades en el marco de la seguridad colectiva.
Aunque China invadiera las fronteras de India o invadiera Taiwán, Japón no podría enviar a las Fuerzas de Autodefensa.
Incluso si tuviéramos que concebir hipotéticamente una versión asiática de la OTAN liderada por Japón, no sólo el propio Japón no podría participar físicamente, sino que, como el concepto es hostil a China, tendría que lanzarse con mucho cuidado.
Sin embargo, el Sr. Ishiba eligió este tema para discutirlo con la presidenta taiwanesa, Tsai Ing-wen.
Esto ocurrió durante una reunión el 12 de agosto, cuando visitó Taiwán.
Llevar a cabo una diplomacia insensible
Es probable que Ishiba no pensara en la gravedad de esta historia.
China siempre está pendiente de la situación en Taiwán, y si Taiwán muestra el más mínimo signo de desafío hacia China, golpeará sin piedad con puño de hierro.
De hecho, el 14 de octubre, el Ejército Popular de Liberación chino rodeó Taiwán y, tras hacerse con el control del aire y el mar, llevó a cabo un ejercicio militar a gran escala.
Participaron el portaaviones Liaoning, 125 aviones militares y 34 barcos del Ejército Popular de Liberación y de la Guardia Costera.
Este ejercicio militar a gran escala sin precedentes demostró que China podía bloquear rápidamente Taiwán, apoderarse de sus importantes puertos y lanzar un ataque si así lo decidía.
El despliegue del Liaoning frente a la costa oriental de Taiwán fue una advertencia para el ejército estadounidense.
El think tank «Instituto Nacional de Cuestiones Básicas» ha estado informando sobre cómo se ha desarrollado la capacidad de China para invadir Taiwán, y la situación es estrictamente como ellos han informado.
Taiwán ha sido cauteloso para no dar a China, que está utilizando la fuerza militar para cambiar el statu quo, ninguna excusa para invadir y ha seguido siendo extremadamente cuidadoso con sus palabras para no ser visto como un desafío.
Entonces apareció el Sr. Ishiba, que es el presidente del Partido Liberal Democrático y aspira a convertirse en primer ministro de Japón, y habló de la creación de una versión asiática de la OTAN.
El Sr. Lai debió de quedarse atónito.
Debió pensar que Ishiba no comprendía la tensa situación en la que se encuentra Taiwán.
Se dice que el Sr. Lai ignoró la pregunta del Sr. Ishiba y se dirigió a los otros políticos del grupo para discutir un nuevo tema.
En el libro mencionado, Ishiba hace gala de una diplomacia insensible, como cabría esperar de un comentarista de izquierdas, situando a Japón como un «país que da miedo» y no a China.
¿Por qué es un país temible?
Dice que es porque Japón luchó contra Estados Unidos, un país al que nunca podría derrotar si luchara como es debido.
Por otro lado, escribe lo siguiente sobre China
«Hay demasiados políticos que dicen a la ligera cosas como 'China es una amenaza' (omisión)... Sería demasiado irresponsable que un político dijera cosas como 'China da miedo, así que vamos a aumentar nuestro gasto en defensa'».
Este pasaje es una crítica a la decisión del ex primer ministro Fumio Kishida de aumentar el gasto en defensa al 2% del PIB.
Ishiba escribió un libro al respecto.
Sin embargo, cuando visitó Taiwán en agosto de este año, sugirió a la presidenta Tsai que debían tratar con China desde el punto de vista de que «China da miedo» e intentar hacerle frente mediante una versión asiática de la OTAN.
Si se sigue la cronología, se puede ver que la percepción de China por parte del Sr. Ishiba ha estado vacilando de un lado a otro.
En otras palabras, falta lógica y estrategia.
El hecho de que critique la estrategia de la administración Kishida de aumentar el gasto militar para disuadir a China como «demasiado irresponsable» es en sí mismo demasiado irresponsable cuando se observan las acciones del Ejército Popular de Liberación.
Es insensato sugerir una versión asiática de la OTAN en Taiwán, donde las tensiones continúan mientras China se prepara para un despliegue a gran escala con el objetivo de anexionarse la isla.
Otro punto es que, durante las elecciones presidenciales, el Sr. Ishiba declaró que continuaría las políticas económicas de la administración de Kishida, y en su discurso de cinco minutos justo antes de la votación final, dijo algunas cosas halagadoras sobre el Sr. Kishida que hicieron que me dolieran los dientes.
En un momento alababa las políticas de Kishida y al siguiente las negaba.
No puedo confiar en alguien así.
Hatoyama y Harris
En su libro, escribió con orgullo:
«Lo que necesitan los políticos es la capacidad de decir lo correcto para el público, aunque sea en su detrimento».
Si no pueden hacerlo, dice, «deberían dejar de ser políticos».
También declara: «Para mí es un gran problema seguir a los que están en el poder sin un debate a fondo».
Un panorama completamente distinto se despliega cuando se observa el verdadero carácter del Sr. Ishiba.
Aunque sólo ha transcurrido aproximadamente un mes desde el inicio de la campaña para las elecciones presidenciales, ha cambiado con frecuencia sus políticas y argumentos.
Casi todo es un compromiso para protegerse a sí mismo y mantener su apoyo.
En lugar de defender lo que es «correcto para el público», se ha limitado a «seguir a los poderosos».
Hay dos políticos muy parecidos al Sr. Ishiba: Yukio Hatoyama y Kamala Harris, la candidata a la presidencia de Estados Unidos.
Dejando a un lado al Sr. Hatoyama, se está produciendo un fenómeno interesante con la Sra. Harris.
Una vez que el presidente Biden retiró su candidatura y la Sra. Harris se convirtió en la candidata presidencial del Partido Demócrata, los simpatizantes de este partido se entusiasmaron.
Los famosos se apresuraron a hacer grandes donaciones y las estrellas de cine expresaron su apoyo.
Sin embargo, cuando quedó claro para todos que la Sra. Harris no tenía sustancia, el apoyo al Partido Demócrata empezó a flaquear.
Según una encuesta de Gallup, el Partido Demócrata, que había superado sistemáticamente al Partido Republicano en términos de apoyo al partido de julio a septiembre en los años electorales desde 1992, quedó por detrás del Partido Republicano por primera vez en 32 años.
Aunque la diferencia fue de sólo tres puntos, también se registró un resultado similar en una encuesta de la NBC.
The Wall Street Journal lo calificó de «cambio de juego desapercibido en las elecciones del 24».
Al igual que Kamala Harris, el Sr. Ishiba, que tiene poca sustancia o convicción, debilitará significativamente el poder del PLD.
Veo un futuro sombrío para el PLD.
2024/10/13 in Umeda
