Obra, Antonio Pons
Un aspecto de la cultura japonesa es el "wabi-sabi". Esto es difícil de definir. Siento wabi-sabi, pero no puedo explicarlo con otras palabras. Cuando encuentre con wabi-sabi, sólo puedo decir que aqu hay wabi-sabi.
En esta obra de Antonio, siento wabi-sabi.
La sensación de la madera vieja es wabi-sabi. Le queda un "mínimo" de vida de madera. Es "mínima", pero me da la sensación de algo "infinito", o en esta obra, de "música infinita". No es como una sinfonía, donde los sonidos se superponen intrincadamente y se convierten en ricos acordes, o una melodía vívida que sigue y sigue. Hay sólo un sonido, pero ese sonido, que existe como un sonido puro, es capaz de competir con la miríada de sonidos de una sinfonía.
Este "instrumento" no produce sonido. Este instrumento existe para amortiguar la miríada de sonidos de mi conciencia. Me atrevo a decir que es un "instrumento que no suena" para descubrir el primer sonido que aparece tras un silencio total.
Esta "contradicción" es el wabi-sabi.
日本の文化のひとつに「わび・さび」がある。この定義は難しい。わび、さびを感じるがそれを別のことばで説明することができない。だから、何に接したときにわび、さびを感じるかというしかない。
Antonioのこの作品に、私はわび、さびを感じる。
古びた木の感じ。そこには「最小限」のいのちが残っている。それが「最小限」でありながら「無限」の何か、この作品で言えば「無限の音楽」を感じさせる。交響曲のように、音が複雑に重なり、豊かな和音になる、あざやかな旋律となってつづいていくというのではない。ただひとつの音、しかし、その音は純粋なひとつの音として存在することで、無数の交響曲の音に拮抗できる。
この「楽器」は音を出さない。この楽器は、私の意識の中にある無数の音を消すために存在する。あえて言えば、完全な沈黙のあとにあらわれる最初の音を発見するための「鳴らない楽器」なのだ。
こういう「矛盾」が「わび・さび」なのだ。