Obra, Fidel Vidal Pérez
El blanco del vestido de una mujer. Aún no hay forma. Sólo hay luz blanca. No llegaría a ser un color todavía.
Me recuerdo.
En pleno verano, en cuanto salgo de casa oscura, la luz me abruma y cierro los ojos involuntariamente. Justo antes de cerrar los ojos, veo colores dispersos, fragmentos de colores destrozados en mi campo de visión, sin perspectiva. Poco a poco, abro los ojos y reúno estos fragmentos de color, para que coincidan con mi memoria, para recrear la forma.
Al ver el cuadro de Fidel, recuerdo ese momento. La sensación de reorganizar el mundo para que encaje con mi memoria. El mundo está ahí sin tener que hacerlo. Pero si no lo reordeno, el mundo podría seguir destrozado. Es una sensación como si estuviera intoxicado por la luz.
Incluso el traje negro del hombre aún no se ha convertido en un color debido a la intensidad de la luz; tal vez sea la luz antes de convertirse en un color lo que Fidel retrata.
女のドレスの白。そこには、まだ形がない。ただ白い光だけがある。それは色にさえなっていない。
私は思い出す。
夏の盛り、家から外に出た瞬間、光に圧倒されて思わず目をつぶる。その瞬間に、散らばった色、遠近感がないまま、視野に砕け散った色の断片を見る。少しずつ目を開き、その色の断片を、記憶に合わせるように少しずつ集めて、形を再現する。
Fidel の絵を見て思い出すのは、その瞬間だ。記憶に合わせて、世界をもう一度整え直すという感覚。そんなことをしなくても、世界はそこにある。しかし、整えなおさないと世界は砕け散ったままかもしれないという酔ったような感覚。
男の黒いスーツさえ、光の強さのために、まだ色になっていない。Fidel が描くのは、色になる前の光なのかもしれない。